La lucha por 'salvar' una servilleta y el propósito del Barça de no enfadar a los Messi
El objeto que confirmó la llegada del futbolista argentino al club azulgrana con 13 años es ahora el núcleo de un litigio
Barcelona"Me estoy gastando mucho dinero en parar la subasta", explica Josep Maria Minguella, uno de los máximos responsables de la llegada de Leo Messi al Barça con 13 años. "¿Cómo los está gastando?", le pregunta este periodista. "Enviando burofaxes a la casa Bonhams, que estaba previsto que subastara la servilleta de papel", responde Minguella mientras da vueltas a la cucharilla del té que se está tomando en una sala del primer piso de la Reial Societat de Tennis Pompeia, de la que es presidente. "De momento, he conseguido detener la subasta", añade satisfecho.
Según la historia azulgrana generalmente aceptada, en la terraza del emblemático chalet del Pompeia, ubicado en Montjuïc, Minguella, como descubridor de Messi en Barcelona; Charly Rexach, como secretario técnico del Barça, y Horacio Gaggioli, como representante del jugador, firmaron el 14 de diciembre del 2000 la servilleta de papel que confirmó el fichaje por el Barça del futbolista argentino. Pero el papel no tenía ninguna validez legal. "Simplemente, sirvió para tranquilizar a la familia Messi [la cual no estuvo presente en el momento de la firma], que alojé en el Hotel Catalonia Barcelona Plaza de la plaza España y veía cómo pasaban los días y el Barça no se decidía a ficharle", recuerda Minguella, que ahora tiene 82 años.
Ese día el más espabilado en lo que se refiere a la servilleta cuentan que fue Gaggioli, quien, según Minguella, había creado una amistad con la familia Messi gracias a hacerle de chófer. Gaggioli se apropió del objeto icónico después de la reunión. "Yo no le di más importancia a la servilleta. Lo único importante era haber tranquilizado a los Messi. Pero Gaggioli se lo llevó a casa", dice Minguella sin mostrar síntomas de arrepentimiento. Tampoco cayó en la posibilidad de hacérsela suya Rexach, el autor del texto de la servilleta. Una vez que Messi ya empezaba a maravillar vestido con la camiseta azulgrana, Gaggioli resguardó provisionalmente la pieza en una sucursal de La Caixa de la avenida Diagonal de Barcelona.
El texto que escribió Rexach dice así: “En Barcelona, a 14 de diciembre de 2000 y en presencia de los Sres. Minguella y Horacio, Carlos Rexach, Secretario Técnico del FCB, se compromete bajo su única responsabilidad y pese a algunas opiniones en contra a fichar al jugador Lionel Messi siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas”.
Gaggioli ha obrado por su cuenta
Desde esa histórica reunión en el Pompeia ha pasado ya casi un cuarto de siglo y Messi lleva tres años sin jugar en el Barça, pero la servilleta aún trae cola. De hecho, está más de actualidad que nunca porque Horacio Gaggioli, que actualmente reside en Andorra, donde la servilleta ha estado guardada en un banco durante los últimos años, ha decidido subastarla. Si Minguella no hubiera intervenido con el envío de burofaxes, la subasta se habría celebrado a finales de marzo en la casa Bonhams con un precio de salida superior a los 200.000 euros. En estos momentos, está aplazada sin una nueva fecha fijada a la espera de que se resuelvan las cuestiones legales.
"Lo primero que debería haber hecho Horacio cuando tuvo la idea de subastar la servilleta es ponerse en contacto con Charly y conmigo. «Quiero hacer esto. ¿Te parece bien? ¿Cómo queréis hacerlo?» Pero solamente se puso en contacto con Charly. Esta servilleta debe acabar en el Museo del Barça porque forma parte de la historia del club", expone Minguella, mientras da un último trago al té.
El Barça quiere evitar un conflicto
De todas formas, ¿el Barça tiene un interés real en poseer la servilleta? La respuesta es afirmativa. Varios responsables del club azulgrana, según ha podido saber el ARA, quisieran que formara parte de la colección de la entidad. Pero, oficialmente, el Barça no quiere atizar un conflicto que también involucra al futbolista de Rosario y su entorno. "Esto es un tema de la familia Messi. El Barça no entra. El tema de la servilleta es complejo entre los Messi y los que fueron representantes del jugador hace muchos años y no queremos entrar. Si la familia Messi quiere tenerlo y cederlo al museo, adelante. Pero el club no entrará en la subasta", explican al ARA fuentes oficiales del club. Es una postura similar a la que mantuvieron directivas anteriores cuando Messi aún jugaba en el Barça. Ante todo, no enojar a la familia.
Este conflicto paralelo al de la subasta, según Minguella, tendría que ver con Fabián Soldini y Martín Montero, responsables de la escuela de fútbol de Rosario donde jugaba Messi cuando tenía 11 años. Soldini y Montero también fueron sus primeros representantes, y quienes hicieron los contactos iniciales con la familia del futbolista y otras personas como Gaggioli con la intención de buscarle un club de primer nivel. "Pero la familia Messi acabó enemistada con Soldini y Montero y desde hace tiempo niega que la llegada de Leo al Barça tuviera que ver con ellos. Por eso, pone en duda la veracidad de todo el relato sobre cómo fue el fichaje. Esto también incluye la historia de la servilleta", explica Minguella con una pequeña sonrisa socarrona.