Barça

El nuevo Barça ya gira alrededor de Robert Lewandowski (4-0)

Goleada en un partido redondo contra el Valladolid, con el polaco demostrando que su fichaje fue todo un acierto

Los jugadores del Barça, celebrando un gol contra el Valladolid
28/08/2022
4 min

BarcelonaLos aficionados se llevaban las manos a la cabeza, entusiasmados después de ver el gol con el tacón de Robert Lewandowski. Y el polaco, rodeado por sus compañeros, aprovechó las celebraciones para charlar con Jules Kounde. Le cambió la cara. Se lo veía serio, intentando hacer entender al francés cómo le gusta moverse por el césped, cómo lo podría encontrar con más facilidad. El nuevo Barça gira a su alrededor. Con el polaco justificando cada euro que Laporta ha hallado bajo tierra para ficharlo, la alegría por fin volvió al Camp Nou con un partido redondo contra el Valladolid (4-0), donde todo salió bien. El proyecto de Xavi parece crecer con los pies bien arraigados al suelo.

Tenía deberes por hacer cuando juega en casa, el Barça. De los últimos 7 partidos oficiales en el Spotify Camp Nou, apenas había conseguido ganar dos. Había que empezar de nuevo para poder hacer bailar a los aficionados al ritmo de una melodía alegre, seductora. Xavi lidera una revolución permanente, donde envía al banquillo a nombres totémicos como Piqué y Alba, tantos años juntos sobre el césped y ahora unidos en el banquillo. Contra el Valladolid, la defensa la formaban cuatro chiquillos: una media de edad de 21 años. De hecho, todo el Barça se está convirtiendo en un elogio de la juventud, de aquellos años en que todos los sueños todavía están por cumplir. El Barça de Pedri, Araujo y un Gavi que firmó un trozo de partido, corriendo siempre arriba y abajo. Y el Barça del debutante Kounde. Una nueva generación que escucha nuevas melodías, aquellas que no entienden del todo los socios más veteranos, que sonríen tan contentos como lo está un abuelo que mira a su nieto graduándose.

El eje de gravedad en medio del campo, sin embargo, es Sergio Busquets. A Xavi no se le caen los anillos para castigar a Piqué, pero sabe que Busquets es intocable. Y delante, otro veterano consigue que todo gire a su alrededor, Robert Lewandowski. Hacía mucho que un fichaje no animaba tanto a la afición azulgrana. En ataque, el polaco es el inicio y el final de todo, alfa y omega. Marca goles, pero su presencia derriba muros. Los defensas rivales, apenas ver su apellido tan largo como un día sin pan, dan un paso hacia su portería, tensos. Los movimientos del polaco generan espacios para las aventuras de los traviesos Pedri y Gavi, pero también ayudan a abrir el campo por las bandas. Y en este aspecto, Raphinha dio una lección con una exhibición de centradas y ataques eléctricos. Dembélé lo intentó, pero no estuvo tan acertado en un ataque donde Xavi había dejado en el banquillo al gran héroe de Anoeta, Ansu Fati. Detalles significativos. Xavi decidirá las alineaciones en función del rival y de lo que ve en los entrenamientos. Jugar bien un día no te garantiza ser titular, estar desde el primer minuto no es ningún derecho adquirido. Xavi tiene fondo de armario y un abanico de opciones. Y si contra los vascos Raphinha fue suplente, ahora le tocó a Ferran.

Kounde, tanto en la banda como en el eje de la defensa

Será complicado acertar cómo jugará el Barça de Xavi. La filosofía está clara, pero en función del día, saldrá con laterales largos o extremos. Con dos o tres centrales. Todo el mundo tendrá que probar de vez en cuando la frialdad del banquillo. Con Balde creciendo en la banda que hasta ahora llevaba el nombre de Jordi Alba, la defensa dio un paso adelante, con Kounde jugando inicialmente a la derecha, demostrando su buen trato de pelota y su agresividad. En la segunda parte, el francés pasó a hacer de central cuando empezaron los cambios, uno de ellos un Sergi Roberto a quien Xavi ha recuperado por la causa y que halló el premio marcando el último gol del día. El Valladolid no pudo salir nunca de su madriguera, asustado, arrinconado por un equipo con hambre que siguió picando piedra, una y otra vez, aunque el partido estuviera listo para sentencia.

En el descanso, de hecho, ya se veía a venir que todo el pescado estaba vendido. Primero, con un gol donde Lewandowski cazó una centrada en el segundo palo. Y después con una diana de Pedri, aprovechando los espacios que genera el polaco. El canario, todo talento, lo hace tan fácil. Transmite calma, como si hubiera aprendido a jugar a fútbol apenas anduvo por primera vez. Se entiende con un Lewandowski que ya es el máximo goleador de la Liga, después de inventarse su cuarto gol con un toque mágico de tacón. Tiene hambre, el polaco. Ha venido para ganar títulos y no quiere perder el tiempo. Así, se pasa todos los partidos hablando con sus compañeros, para generar complicidades, para poder hacer todavía más goles. Qué hambre, la suya. La que le hacía falta a un Barça que ha conseguido que el pueblo barcelonista recupere la fe y vuelva al estadio para disfrutar. Para soñar.

    • FC Barcelona: Ter Stegen, Baldo, Eric Garcia, Araujo (Sergi Roberto, 60'), Kounde, Pedri, Sergio Busquets (Kessie, 75'), Gavi (Frenkie de Jong, 60'), Dembélé (Ferran Torres, 78'), Lewandowski y Raphinha (Ansu Fati, 60')
    • Real Valladolid: Jordi Masip, Luis Pérez, Joaquín Fernández, Javi Sánchez, Escudero, Aguado (Roque Mesa, 46'), Monchu (Óscar Plano, 46'), Kike Pérez, Ivan Sánchez (Toni Villa, 60'), Sergi Guardiola (Sergio León, 60') y Anuar (Arroyo, 76')
    • Goles: 1-0 Lewandowski (24'), 2-0 Pedri (43'), 3-0 Lewandowski (65') y Sergi Roberto (92')
    • Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea (Comité Vasco)
    • Tarjetas amarillas: Monchu (44'), Javi Sánchez (77') y Kike Pérez (79')
    • Tarjetas rojas: ninguna
    • Estadio: Spotify Camp Nou (83.972 espectadores)
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