Ousmane Dembélé, con pie y medio en el PSG

BarcelonaBarça, PSG, giras estadounidenses, cláusulas de rescisión y conversaciones a toda prisa en habitaciones y vestíbulos de hoteles de lujo. El contexto que marcó el adiós de Neymar hace cinco años se está repitiendo a menos escala con el futbolista que debía reparar el enorme vacío que dejó el brasileño en la banda izquierda azulgrana. El errático y al mismo tiempo genial Ousmane Dembélé es ahora quien tiene un pie y medio en el club francés. Los petrodólares que tientan al extremo normando y una cláusula de rescisión de 50 millones hasta el 1 de agosto (es decir, hasta este lunes a las 23.59 horas) pueden agilizar una operación que dejaría un agujero considerable en el once tipo de Xavi Hernández dos semanas antes de que comience la Liga.

La sensación de incertidumbre en torno al futuro de Dembélé aumentó considerablemente durante las horas posteriores al Barça-Madrid de Dallas. El extremo, autor del primer gol del partido contra los merengues, siempre había mantenido la intención de continuar de azulgrana a pesar de la voluntad de Moussa Sissoko, su excéntrico agente. Pero la presión del PSG en los últimos días lo ha hecho dudar hasta el punto de pedir una sustancial mejora de condiciones al Barça, con el que trata desde hace semanas una posible renovación más allá de junio del 2024. Fuentes de la negociación hablaron de una petición de aumentar en 6 o 7 millones anuales la propuesta inicial de Mateu Alemany, algo que el director de fútbol descarta rotundamente porque rompería la escala salarial y pondría en peligro el plan de viabilidad aprobado por la Liga.

A raíz de esta situación, y considerando el interés firme del PSG, que sigue decidido a mantener a Kylian Mbappé apartado del equipo mientras se niegue a renovar, el Barça se planta en la oferta de ampliación hasta el 2027 y se remite a la cláusula de salida vigente hasta este lunes por la noche. Ahora bien, cabe recordar que de estos 50 millones, el club azulgrana solo verá la mitad. La otra parte, según se acordó hace un año, será para el futbolista y Sissoko, que desde el 2017 persigue una comisión millonaria con los movimientos de su representado.

Si la operación se acaba cerrando ahora, como todo indica, Dembélé tendrá de facto una prima de traspaso y un sueldo de primer orden a cambio de permitir a su nuevo club adquirirlo por un precio nada desorbitado. Por eso desde París quieren resolver la cuestión por la vía rápida. No hacerlo les expondría a negociar con Alemany y Joan Laporta por debajo de los 100 millones, que es la cláusula de rescisión del delantero desde el 1 de agosto hasta el final del contrato. Las próximas horas serán decisivas para saber cómo acabará todo, pero está claro que el PSG no bromea. De hecho, ya comunicó por carta al Barça la voluntad de conseguir los servicios de uno de sus más desequilibrantes futbolistas. A los parisienses les interesa que el serial acabe ya.

Pesimismo en el Barça

Por su parte, Xavi, que no ha parado de defender dentro y fuera del club la figura de Dembélé, se ha quedado sin argumentos para retenerlo ante el músculo económico del campeón francés y la insistencia de Sissoko. "Al final debe decidir él, pero somos pesimistas", apuntan al ARA desde el vestuario del Barça, donde se han recibido con una combinación de sorpresa y resignación los movimientos del representante del jugador y del PSG en plena fase de preparación de la temporada.

La probable salida del Mosquito ayudará en términos de fair play financiero con una plusvalía mínima de 25 millones por la liberación de uno de los sueldos más elevados, pero al mismo tiempo debilitará a la plantilla y obligará al Barça a moverse con urgencia para encontrar alternativas talentosas en el mercado. "Hay que reforzarse un poco más, tenemos que ser más competitivos", expresó Xavi justo después del clásico. El tiempo dirá si Alemany y Deco consiguen lo que pide el equipo técnico. Una de las opciones que hay en el horizonte sería avanzar la llegada de Vitor Roque, aunque el compromiso con el Athletico Paranaense es que el delantero se quede en Brasil hasta Navidad.