"A pesar de los títulos, saldrán mierdas": las piedras en el camino allanado de Joan Laporta

BarcelonaHay personas del entorno de Joan Laporta que le dicen que sería mejor que un presidente del Barça combinara su traje con un calzado que no fuera deportivo. Pero él tiene su propio estilo, también comunicativa e institucionalmente, y a estas alturas nadie lo cambiará. Se siente más cómodo con esta combinación, que suele ir engalanada con una de las diversas corbatas azulgranas que hay en su armario. Este look también fue el que llevó el domingo durante la celebración del título de Liga en el Estadi Olímpic Lluís Companys, donde no tuvo ningún problema en saltarse el protocolo y ponerse a bailar con los jugadores L'escut al pit ante la presencia del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y el presidente de la RFEF, Rafa Louzán. Cualquiera le reprocha algo, con el empuje de alegrías que lleva.

"Hace unos meses querían ponerle un voto de censura y ahora estamos de celebración. Los catalanes somos así, cuando alguien se tropieza salimos todos a intentar derrumbarlo", lamenta en el ARA una persona del entorno de Laporta. "La presidencia, el entrenador y los chavales han hecho un enorme trabajo y estos son los frutos", reivindica. Laporta, que se ha desinhibido en privado durante la celebración de la Liga, de momento ha optado por no cobrarse facturas en público entre el entorno culer y solamente se ha limitado a informar que se volverá a presentar a las elecciones de 2026. Las únicas críticas han ido dirigidas al "madridismo sociológico" por el caso Negreira y a la Liga y la RFEF por el caso Olmo. "Estas últimas semanas han sido muy intensas", dice a este diario una persona perteneciente a la cúspide del Barça. "Nos ha gustado mucho ver que hay un cambio generacional exagerado en la afición. En la rúa se pudo comprobar. Veías a niños, niñas y adolescentes que tienen a estos jugadores como ídolos, que se han enamorado de ellos".

Pero este grupo de seguidores aún no puede votar. Desde Aristides Maillol, los triunfos deportivos del primer equipo del Barça masculino y la probable opción que el femenino gane el sábado la tercera Champions League consecutiva, también se reciben como una garantía de tranquilidad institucional a medio y largo plazo. "Cuando volvamos del verano, a partir de setiembre, ya comenzarán los tambores electorales [las elecciones se deberán celebrar como tarde en junio del 2026] pese a estos títulos, y saldrán mierdas e historias", prevé la misma persona. "Que el presidente se presente a las elecciones y casi todo el mundo ahora dé por hecho que ganará da mucha tranquilidad al club porque no se volverán a cambiar de golpe todos los cargos del comité de dirección, como ocurre cada vez que hay un cambio de presidente".

Las potenciales piedras en el camino

Una vez pase la final de la Champions League femenina, la economía del club probablemente será un tema que volverá a formar parte del debate culer. El 30 de junio se cerrará el ejercicio 2024-2025. Es la siguiente final que tendrá que afrontar el Barça y esta vez no será deportiva. "Estamos encaminados a cerrar en positivo", se asegura desde los despachos nobles. "Los presupuestos siempre son mentira, en el Barça y en cualquier empresa. Y de eso, te das cuenta en enero. A partir de entonces te pones a enderezarlo. Además, la temporada deportiva comportará una gran cantidad de dinero". El asterisco es que la consecución de títulos también supone suculentas primas para la plantilla. Laporta explicó el lunes en una entrevista en TV3 que calcula que se conseguirán unos 950 millones de euros de ingresos este curso (estaban presupuestados 893) y que se podrá volver a la regla 1:1 en el mercado de fichajes. Es decir, si la previsión optimista del presidente se cumple, Deco podrá gastarse en incorporaciones cada euro que ingrese.

Hay tres grandes focos económicos que pueden afectar para bien o para mal al cierre del actual ejercicio: la decisión del auditor sobre aceptar o no la palanca de los asientos vip; la valoración del negocio digital (el gran conflicto con el auditor en el último cierre) tras la absorción de Bridgeburg Invest por parte de Barça Media y el hecho de que, en el presupuesto, el Barça preveía volver al Camp Nou durante este curso que está a punto de terminar y, finalmente, no ha sido así. También se tendrá que ver hasta dónde se enfilan los gastos de la temporada, cuáles serán los beneficios (el presidente, de momento, solamente ha hablado de los ingresos) y si el Barça llevará a cabo alguna operación en el mercado de fichajes antes del 30 de junio. Laporta ha anunciado que habrá refuerzos.