Barça

El 'raphinhismo', la moda que el Barça necesitaba que estallara

El brasileño rompe su bloqueo mental y, con Dembélé lesionado, se afianza en la posición de extremo derecho, donde más le gusta jugar

Raphinha celebra su gol contra el Sevilla
07/02/2023
4 min

BarcelonaA Raphinha Dias Belloli le ha cambiado la cara. Este lunes apareció en el entrenamiento luciendo una sonrisa de oreja a oreja. "El gol es el mejor psicólogo para un delantero", comentan al ARA desde Sant Joan Despí. El extremo brasileño es trabajador y disciplinado tácticamente, y tiene talento. Pero en el Barça con esto no hay suficiente. Es una obviedad que sin talento difícilmente se podrá vestir la camiseta azulgrana, pero la confianza también juega un papel crucial. Es lo que le faltaba a Raphinha: romper la barrera mental, trasladar al Barça las virtudes que había mostrado tanto en la Premier League —y, antes, en Francia y Portugal— como con la selección del Brasil.

El extremo, representado por Deco, buen amigo del president Joan Laporta y quien lo situó en la órbita azulgrana, rechazó al Chelsea porque quería aterrizar en Barcelona. Sus primeros meses, no obstante, han sido complicados. No le salían las cosas y empezó el bloqueo: "Es un escándalo verlo entrenar. Cómo define, los goles que marca con chuts desde fuera del área... Pero es cierto que, en el primer tramo del curso, esto no lo ha podido trasladar a los partidos. No estaba teniendo suerte en la finalización. No le salían las cosas como él quería y eso acaba pesando". Raphinha quiso correr demasiado. Tenía prisa por demostrar qué futbolista es y puede llegar a ser. "Era una cuestión de sobreexcitación. Cambiar el Leeds por el Barça, pasar a jugar en un estadio como el Camp Nou, saber que se ha pagado mucho dinero por él... Los jugadores y su entorno no son ajenos a todo esto, lo acaban notando", resuelven desde Sant Joan Despí.

Además, había un Mundial atípico a la vuelta de la esquina. No quería perder su estatus de titular con la canarinha y, con un calendario tan apretado, se tenía que ganarse el pan en el Barça. Inconscientemente, Raphinha se iba cargando en las espaldas una mochila de presión, mientras que Ousmane Dembélé se reafirmaba como titular en el extremo derecho, la posición donde más cómodo se siente el brasileño. Hasta que el francés cayó lesionado poco antes de la media hora de juego en Montilivi. Llegaba su turno. "Hay futbolistas que rinden mejor si saben que tienen competencia constante para ganarse el lugar. Otros tienen más confianza cuando sienten que tienen el puesto asegurado", exponen desde el cuerpo técnico.

Raphinha se enmarca en el grupo de los segundos. Con la lesión del francés sabía que él estaba llamado a sustituirlo. Ahora tiene un mes para consolidar el raphinhismo. En un partido espeso contra el Girona, suya fue la presión que provocó la pérdida de Juanpe y el origen de la ocasión que acabaría con el único y definitivo gol de Pedri. Es una de las principales virtudes del gaucho: ser currante. Con 48 recuperaciones en 19 partidos ligueros —según los datos de la misma competición— ocupa el podio de los delanteros azulgranas en este aspecto. El segundo es Dembélé, con 46 en 18 partidos, pero habiendo disputado cerca de 160 minutos más que el ex del Leeds.

Desde la ciudad deportiva destacan la facilidad que tiene Raphinha para asimilar los conceptos defensivos. Xavi y su staff contemplan su equipo como un engranaje, en el que cada pieza tiene sus responsabilidades: "No podemos tener jugadores anárquicos". Una tarea en la que se ha tenido que insistir mucho más en el caso de Dembélé. "Rapha es más disciplinado en este aspecto, mientras que Ousmane es más un jugador de momentos, de inspiración". La evolución del francés se ha visto clara desde la llegada de Xavi. Antes de lesionarse estaba protagonizando sus mejores minutos de forma continuada, no solo a partir de su exuberancia habitual, sino también desde la comprensión del juego colectivo. Esta es la faceta en la que más ha hecho falta "educarlo, tanto colectivamente como individualmente": "No podíamos permitir que hiciera una buena jugada pero que se pasara 30 minutos desconectado".

El mensaje en el descanso contra el Sevilla

El trabajo con Raphinha, en cambio, se ha focalizado más en la selección de los momentos. Si en el Leeds el atacante de Oporto Alegre tenía más carta blanca para jugársela prácticamente en cada intervención que tenía, en el Barça tiene que tener más capacidad de selección a la hora de escoger cuándo jugarse el uno contra uno, de probar a chutar o de asociarse con los compañeros. Los técnicos también son insistentes en que tiene que atacar más los espacios. Es por una cuestión de generación de oportunidades tanto individual como colectiva: "Si atacas los espacios, a pesar de que no te llegue la pelota, obligas a que la defensa rival esté pendiente de ti, la vas hundiendo y, esto, beneficia tanto a los jugadores que llegan desde la segunda línea como a Robert [Lewandowski]".

De hecho, este mismo domingo, contra el Sevilla, Xavi le insistió en este concepto durante el descanso y el rendimiento de Raphinha mejoró notablemente en la segunda mitad. El brasileño sirvió su octava asistencia del curso —superó a Dembélé y se convirtió en el máximo asistente del equipo— y marcó su sexto gol como azulgrana. Al final, el gol es la mejor medicina para un delantero. Y al Barça no le queda más remedio que aprovechar un futbolista por el cual pagó 58 millones más siete en variables. Venderlo, si no es por una fortuna, no saldría a cuenta a efectos del fair play.

stats