Barça-Real Madrid

¿Por qué las remodelaciones del Camp Nou y el Bernabéu han multiplicado tanto su coste?

La del estadio azulgrana ha incrementado su precio un 240% en 16 años y la del blanco un 193,75% en seis años

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Estado actual de las obras del Camp Nou.

BarcelonaAlgunos trabajadores del departamento del Espai Barça se negaron a firmar documentos durante la etapa de Josep Maria Bartomeu en la presidencia del club azulgrana que afirmaban que el precio del Espai Barça al completo sería de 600 millones de euros y el de la remodelación del Camp Nou en concreto, de 420. Estas son las cantidades que se comunicaron al socio del Barça antes de que aprobara la obra en el referendo del 2014. "En los años posteriores, ningún responsable del club quiso admitir que estas cifras estaban muy alejadas de la realidad, cuando todos aquellos que estábamos involucrados en el proyecto entonces ya sabíamos que el coste real del Espai Barça en ese momento era de 1.200 millones", explica al ARA una fuente que vivió en primera persona esa situación.

El precio de la remodelación del Camp Nou se ha incrementado un 240% desde 2007, cuando Joan Laporta presentó el proyecto del arquitecto Norman Foster, hasta la actualidad, cuando durante su segundo mandato el dirigente ha sacado adelante las obras con la constructora turca Limak basándose en el proyecto posterior de la empresa japonesa Nikken Sekkei. De 250 millones de euros a 850 en 16 años, sin contar los 150 millones de euros de posibles contingencias contemplados en el préstamo vehiculado por Goldman Sachs y JP Morgan.

Por otra parte, el precio de la remodelación del Santiago Bernabéu, diseñada por el estudio alemán GMP, se ha incrementado un 193,75% desde 2017, cuando el Ayuntamiento de Madrid aprobó el proyecto, hasta la actualidad, cuando Florentino Pérez buscará el permiso para solicitar el tercer crédito para pagarlo en la asamblea de este sábado con el objetivo de ejecutar el último tramo de obras. De 400 millones a 1.175 en solamente seis años.

"Hay tres motivos principales que provocan que habitualmente el precio final de los estadios de fútbol se incremente sustancialmente respecto al primer presupuesto", explica a este diario Sergi Sauras, que ahora tiene un despacho de arquitectura propio, Sauras Garriga, pero en 2016 participó como trabajador de BIG Architects en una de las propuestas que se presentaron en el concurso de la remodelación del Camp Nou que ganó Nikken Sekkei. "El primero de todos es que la situación sociopolítica de estos años no se puede ignorar, el coste de la vida ha subido", apunta Sauras. Cierto. De 2007 a 2023, en España el coste de la vida ha subido un 36,4% y, de 2017 a 2023, un 19,2%.

Así, este factor influye, pero por sí solo no sirve para justificar tan abruptas subidas. "En segundo lugar, la misma dinámica de los concursos de esta magnitud, en los que se buscan propuestas innovadoras y con pocos precedentes (comparado, por ejemplo, con un concurso de vivienda plurifamiliar estándar) provoca que las bases difícilmente cubran todas las casuísticas particulares que después se encontrarán las propuestas. Esto hace que en fase de concurso se presentan ideas en 3D que enamoran y, cuando se trasladan a la realidad, suponen incrementos de presupuesto no previstos. Y, finalmente, entra también la responsabilidad del despacho de arquitectura, que tiene que encontrar un balance entre una avaluación realista del presupuesto y una propuesta que sea competitiva para ganar el concurso en un lapso de tiempo relativamente pequeño", añade Sauras. Es decir, la eterna lucha entre los renders y la realidad.

"Una obra no puede ser buena, económica y rápida"

Era septiembre del 2007 cuando Laporta presentó la primera maqueta del Camp Nou del futuro, que tenía un presupuesto de 250 millones de euros. Lo había diseñado Norman Foster, un arquitecto inglés de fama mundial que ya había dejado su huella en la capital catalana con la Torre de Collserola. Posteriormente, Sandro Rosell se cargó el proyecto y Bartomeu abrió un concurso que en 2016 ganó el despacho de arquitectura japonés Nikken Sekkei. El coste, entonces, era ya de 420 millones. Durante el mandato de Bartomeu fue subiendo hasta los 725 millones de euros más 90 intereses de la financiación (incluidos el nuevo Palau Blaugrana y el Estadi Johan Cruyff). Y, desde el regreso de Laporta al palco en marzo del 2021, se ha reformulado contundentemente la propuesta inicial de la mano de empresas como IDOM. La última estimación del precio final, realizada por la constructora Limak, es de 850 millones únicamente para la remodelación del Camp Nou. Es decir, que el proyecto de Nikken Sekkei se ha encarecido un 102,38% en siete años.

"Las constructoras españolas que se presentaron al concurso, que llevaban interesándose por los detalles del proyecto del Camp Nou desde la etapa de Bartomeu en la presidencia, presentaron ofertas de entre 1.100 y 1.200 millones porque consideraban que rebajar el precio era jugársela", informa una fuente que trabaja en el sector de la construcción de estadios deportivos. Laporta, precisamente, explicó que el hecho de que la oferta de Limak fuera la más económica de la licitación, junto con la promesa de que el Barça podrá volver a jugar en el Camp Nou en noviembre del 2024, fue uno de los hechos clave para que ganara. "Pero, en el mundo de la construcción, se dice que una obra no puede ser buena, económica y rápida. Siempre debes descartar uno de los tres factores", asegura la misma fuente.

Los acabados, un aspecto que suele comportar sobrecostes

Más allá de la errónea confección de un presupuesto inicial, la remodelación del Camp Nou ha vivido durante la última década varios cambios en el proyecto, hasta el punto de cambiar el arquitecto, que también han contribuido significativamente al incremento de su precio. La última ha sido la decisión de la junta de Laporta de derribar la tercera gradería entera y subir los palcos vip de la segunda a la tercera gradería. También ha sido una modificación relevante respecto al proyecto de Bartomeu el hecho de que el parking que se está construyendo actualmente ocupe el perímetro del estadio. "Además, durante todas las obras surgen imprevistos cuando trabajas sobre el terreno o nuevas ideas que provocan que haya variaciones que incrementen el precio. Una de las partidas más caras son los acabados, como los videomarcadores y toda la estructura interna del 'estadio, que también ha sido modificada por Laporta", dice el experto en recintos deportivos.

Florentino Pérez ya va por el tercer crédito

No muy lejos, a 600 kilómetros, el Barça tiene un claro ejemplo de hasta qué punto los imprevistos que surgen durante las obras pueden encarecer el coste final de la remodelación de un gran estadio. Florentino pidió en el 2019, cuando empezaron las obras de la mano de la constructora española FCC, un crédito de 575 millones de euros para poder llevarlas a cabo. Sólo dos años después, en el 2021, el club blanco solicitó un segundo crédito, éste de 225 millones, según el club, "para financiar obras no incluidas inicialmente en la remodelación del estadio" –el hipogeo que guarda la césped retráctil–. Y, en breve, el sábado, Florentino Pérez requerirá a los socios compromisarios que le permitan un tercer crédito de 375 millones para poder finalizar las obras. "El hipogeo no tiene ni mucho menos un coste de 225 millones de euros. Ya les fue bien para utilizarlo de excusa para pedir otro crédito y así pagar el incremento del presupuesto total de la remodelación de 'estadio", expone el experto, conocedor de las remodelaciones de los estadios de los dos grandes clubs. "Del proyecto original, lo único que se mantiene del Santiago Bernabéu es la estructura externa. Por dentro ha cambiado profundamente", añade.

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