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Rocafonda: el orgullo de barrio que reivindica Lamine Yamal

Parte de la familia del prodigio de 16 años del Barça vive en este humilde vecindario de Mataró

La pista de hormigón, con el mural donde llama Rocafonda al fondo, donde Lamine Yamal jugaba de pequeño
10/07/2024
5 min

Mataró(Artículo publicado el 14 de septiembre de 2023) Los más pequeños suben al congelador que Abdel tiene en la entrada de su tienda de comestibles en el barrio de Rocafonda de Mataró, justo delante del campo de fútbol. Son las seis de la tarde y el bullicio de niños y niñas es constante. En el campo hay entrenamientos. En la Panadería Arábica de Abdel, en cambio, se van a buscar polos de hielo, golosinas o dulces, entre otros productos. En el rótulo que preside su establecimiento hay impresa una fotografía. Es Lamine Yamal, su sobrino, el hijo de su hermano Mounir. "Llevo cinco años teniendo el horno y la fotografía en el letrero está ahí desde el primer día". Lo dice con orgullo, pero también con una gran serenidad. "Estamos muy contentos, pero es muy joven. No queremos hablar demasiado. Poco a poco". Lamine Yamal Nasraoui Ebana tiene solo 16 años, cumplidos el pasado julio, pero ya se ha convertido en el debutante y el goleador más joven de toda la historia de la selección española y encadena tres jornadas como titular en el Barça.

Que haya escogido jugar con España y no con Marruecos, el país natal de su padre, ha generado cierto debate en el barrio de Rocafonda, de los más pequeños de Mataró en cuanto a su extensión pero con una elevada densidad de población : 15.000 habitantes, de los cuales unos 3.000 son menores de 18 años. Más del 50% de los vecinos proceden de fuera de Catalunya, sobre todo de Marruecos. "Él ha nacido aquí. Ha jugado en las categorías inferiores de España. Hay quien no entiende que haya escogido jugar con la selección española, pero no siempre se puede contentar a todo el mundo", explica su tío, que guarda la camiseta oficial del Barça que su sobrino lució contra el Cádiz, en la segunda jornada de la Liga.

Abdel, el tío de Lamine Yamal, en su tienda de comestibles en el barrio de la Rocafonda, en Mataró.
Abdel, el tío de Lamine Yamal, viendo fútbol en su tienda de comestibles.

La calma de Abdel contrasta con la de su hermano Mounir, padre de la joven perla azulgrana. "Se pone algo nervioso con mayor facilidad", dicen algunos vecinos. Durante la pasada campaña electoral se hicieron virales unas imágenes suyas en las que se le veía peleándose con los diferentes integrantes de una carpa de Vox en Mataró, entre los que se encontraba la candidata a la alcaldía de esta formación de extrema derecha, Mónica Lora. El juzgado de instrucción número 3 de la capital del Maresme ha condenado a Mounir a pagar una multa de 546 euros por estos hechos.

Los orígenes paternos de Lamine Yamal en Rocafonda

Los orígenes de Lamine Yamal en Rocafonda se explican porqué su abuela paterna se instaló allí hace más de 30 años. Él, pese a haber nacido en Esplugues, pasó buena parte de la infancia entre Mataró y el barrio de la Torreta, en la Roca del Vallès, donde fue a vivir y trabajar a su madre Sheila después de separarse del Mounir. De hecho, sus primeros pasos en un club de fútbol federado los dio, precisamente, en la Torreta. Es en este humilde club donde pronto destacó, y un vistario vetará de la zona, Isidre Gil, informó al Barça. Con seis años, en enero del 2014, fichó por el conjunto azulgrana y no tardó en ir a vivir a La Masia, donde reside actualmente. Pero Lamine Yamal sigue conservando un gran orgullo del barrio de su familia paterna. Tanto es así que celebra sus goles dibujando con los dedos la cifra 304, los tres últimos dígitos del código postal de Rocafonda (08304).

Este gesto ya se ha convertido en un símbolo para un vecindario que, si bien estaba acostumbrado a salir a los medios por cuestiones relacionadas con la delincuencia, ahora ve cómo su nombre no sólo se asocia a connotaciones negativas. Algo que celebra Rocío Escandell, presidenta de la Asociación de Vecinos de Rocafonda, que lleva 32 años en el barrio. "Rocafonda es humilde y acogedor. Es un barrio muy diverso, multicultural. Con gente que busca salir adelante. Y el caso del Lamine Yamal, aunque sea excepcional, es un mensaje positivo para los niños en el sentido de que, aunque parezca que tienen pocas posibilidades, también pueden, como decirlo, triunfar”. Escandell admite que ha habido ciertos episodios de delincuencia –relacionados con el narcotráfico o enfrentamientos con la Guardia Urbana–, pero lamenta que esto estigmatice a un vecindario donde "muchos vecinos colaboran y se ayudan entre sí para hacer un barrio mejor".

Lamine Yamal celebrando con el gesto 304 un gol con el juvenil del Barça el pasado curso.
Las tardes en el campo del CF Rocafonda.

La presidenta de la Asociación de Vecinos atiende al ARA desde las gradas del campo del CF Rocafonda, donde su hija Abril se entrena en uno de los 19 equipos de un club con cerca de 270 inscritos. Agustí Vázquez, que también lleva toda su vida en el barrio (desde los 12 años, y ahora tiene 40), preside el club con las cuotas más bajas de Mataró y de todo el Maresme. "Entendemos las características del barrio, hay un porcentaje muy elevado de familias con pocos recursos. El gran grueso de los niños y niñas de nuestro club son de familias que han venido de fuera. Intentamos poner facilidades de pago y ajustamos las cuotas", explica Vázquez, que antes de ser presidente del CF Rocafonda fue jugador, entrenador y coordinador del club. "Hay gente con problemas reales de pobreza en el barrio y el deporte es una herramienta más para intentar ayudar en un día a día que a veces puede ser complicado. En este sentido, el impacto de Lamine Yamal ayuda".

Lamine Yamal nunca llegó a jugar en este club, aunque sí corrió por encima del llamativo césped del campo del CF Rocanfonda, como muchos otros niños y niñas que, aunque vienen de jugar en la calle , también entran y salen de las instalaciones para reunirse con sus amigos y familiares. Un poco más arriba, entre el estadio y un depósito de vehículos, hay una pista de hormigón donde sí jugaba, de pequeño, Lamine Yamal. Detrás de una de las porterías, un mural con letras gruesas y llamativas: Rocafonda.

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