Fútbol

¿Por qué Ter Stegen ya no vuela como antes?

El portero del Barça condiciona su juego al estado de su rodilla derecha

Jordi Cardero
4 min
Ter Stegen atacando una pelota a su izquierda al Nuevo Los Cármenes (Granada).

BarcelonaLeo Messi y Marc-André ter Stegen intentaron durante años disimular la inevitable caída en la mediocridad del Barça. El adiós del argentino, en medio de una profunda crisis económica, obligó a construir nuevas jerarquías. De entre los escombros, el Barça tuvo la suerte de encontrar a jóvenes capaces de dar un salto cualitativo e iluminar el futuro. En tiempo de incertidumbre se buscaban pilares. Y, entre ellos, los encargados de encabezar el forzado renacimiento, siempre se repetía un nombre: Ter Stegen. Pero, después de la doble intervención que le hicieron en el tendón rotuliano de la rodilla derecha, el alemán no ha rendido a la altura del contexto de emergencia que vive el club. Este domingo (16.15 h, Movistar LaLiga), se enfrentará a otro gigante que está en horas bajas, Jan Oblak, portero del Atlético de Madrid.

“Los porteros, como los delanteros, también pasamos por rachas. Están vinculadas a lo que te ofrece el equipo. Si el conjunto funciona, solo te tienes que centrar en salvar las ocasiones que van entre palos. Pero ahora mismo a Ter Stegen el equipo le genera inseguridad”, argumenta Andrés Palop, ex portero del Valencia y el Sevilla. Más allá de la parada a Jaume Costa a principios de enero contra el Mallorca, resulta difícil encontrar más intervenciones así de decisivas. Al portero del Barça no se le pide solo que pare, sino también que sea un salvador. “Cuando más se nota la falta de confianza es en la lectura de anticipación del juego. Cuando la tienes y todo funciona, tu reacción es inmediata. Cuando tienes dudas, el segundo de más que tardas en salir o en intentar llegar a la pelota es lo que marca la diferencia”, comenta Palop. Por otro lado, la psicóloga deportiva Marcela Herrera explica que Ter Stegen “tiene un sentido de la autoexigencia muy elevado y esto le puede afectar a la confianza”.

El alemán se enfrentará el domingo a Oblak, que también está viviendo su peor temporada de los últimos años. En la Liga, uno de cada dos chuts que va entre los palos de la portería colchonera acaba al fondo de la red. Ter Stegen, en cambio, supera la barrera del 60% de paradas, pero su marca ha ido descendiendo a lo largo del tiempo. La estadística de goles esperados calcula la probabilidad de que un chut acabe en gol en función de la posición corporal, la zona del remate y la posición de la defensa, entre otros factores. Si hacemos la comparativa entre los goles que se esperaba que encajaran y los que han recibido, tanto Oblak como Ter Stegen tienen registros negativos. Teniendo en cuenta este baremo, el esloveno es el tercer peor portero de Europa: le han marcado ocho goles más de los esperados. Por su parte, el meta del Barça, con cifras similares a Manuel Neuer y Ederson Moraes, ha recibido dos más, cosa que lo coloca en la media tabla del continente. El mejor portero de este ranking particular es David de Gea, con 9,8 paradas salvadoras. Son datos de Stats Bomb.

“A Oblak le hemos visto algún error más de lo habitual, a pesar de que no lo veo dubitativo. Encaja más goles, pero es un problema estructural. La manera de defender del Atlético ha cambiado, están teniendo problemas a pelota parada y él lo nota”, explica Palop, que cree que el serbio y el alemán se encuentran en situaciones diferentes. “Veo más sobrio a Oblak, a Ter Stegen se lo ve dudar”, argumenta. En este sentido, se tiene que recordar que el alemán se ha sometido a dos intervenciones en la rodilla derecha en los últimos dos años. Palop, analista de porteros en AC Talent, cree que “no tiene tanto impulso, fuerza ni reacción como antes". "Ha encajado muchos goles por pierna derecha, la mayoría de ellos anclando el pie en el suelo y no impulsándose en el salto”, añade.

Sin contar penales y rebotes, el alemán ha recibido este año 11 goles más por el lado derecho que por el izquierdo (de un total de 35). Tiende a iniciar el salto lateral con la pierna izquierda, la sana, más allá de la dirección que coja la bola. Hay evidencias de que la rodilla limita su rendimiento hasta el punto de que podría plantearse un tratamiento con células madre para volver a reconstruir el tendón afectado, cosa que ya hizo dos años atrás. De momento, sin embargo, va haciendo trabajo específico en el gimnasio y no tiene la intención a corto plazo de repetir la infiltración de plasma enriquecido, a pesar de que es una opción posible. Tampoco prevé un paso por quirófano por tercer verano seguido. En 2020 lo operó el doctor Cugat. En 2021, el especialista sueco Alfredson. A la vista está que no se ha recuperado al 100%..

En Pamplona Ter Stegen dio muestras de su inseguridad cuando le chutan por el lado derecho.

Buena sintonía con De la Fuente

Cuando Xavi aterrizó en el Camp Nou, Ter Stegen le pidió seguir trabajando con José Ramón de la Fuente, el entrenador de porteros. El de Terrassa siempre lo ha defendido, a pesar de enfatizar que tiene que mejorar. “Es un jugador fundamental. Su dedicación, su compromiso y su profesionalidad son extraordinarios. Lógicamente, hay momentos en los que comete errores puntuales, individuales. Quiere mejorar”, comentó en una rueda de prensa. Palop cree que el portero del Barça tiene el margen de mejora en el entrenamiento: “Me da la sensación de que hay situaciones en concreto, puntuales, que no las trabaja. Y si no las entrena, no salen. No porque no quiera, sino porque ya tiene un tipo de entrenamiento que le va bien”, menciona.

La mejor versión del Barça pasa por que Ter Stegen recupere el brazo de hormigón y los vuelos infinitos hacia la escuadra. A pesar de que en muchas ocasiones escribió el relato del héroe con Messi, el peso de aparecer en la fotografía de la generación traumatitzada en las grandes citas todavía es una losa. “Tiene que ir buscando día a día señales que le alimenten la confianza y que el reconocimiento del vestuario sea la base para su mejora. Es un gran momento para activar la resiliencia personal”, dice la psicóloga Marcela Herrera. El domingo tiene una nueva oportunidad para recuperar las alas.

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