Apuntes en caliente

Si todavía no es el momento de Xavi, nos lo tendrán que explicar muy bien: los apuntes en caliente del Benfica-Barça

La derrota azulgrana en Portugal deja todavía más a tocado Ronald Koeman

Koeman, a Da Luz, donde su Barça perdió 3-0.
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BarcelonaDerrota dolorosa, merecida y con un punto de vergüenza del Barça en la Champions en Lisboa. Los azulgrana quedan tocadísims en Europa, y su entrenador, Ronald Koeman, todavía más discutido.

Una decisión de mandato. La Champions League, aunque el rival no sea de los mejores, siempre te pone en tu lugar. El Benfica convirtió en un espejismo el buen papel del Barça el domingo contra el Levante. Ninguna de las mejoras vistas en la Liga tuvo futuro en la máxima competición. Y Koeman, que ya estaba sentenciado antes de Lisboa, revive con todo merecimiento la presión sobre su cargo. Quién sabe si llegará a sentarse en el banquillo el sábado en el Wanda. Sea cuando sea, el Barça y Laporta tienen que tomar una decisión que marcará el mandato. Si todavía no es el momento de Xavi, tendrán que explicar muy bien por qué.

Costuras a la vista. Si bien no dio mucho resultado, el cambio de Piqué por Gavi a la media hora de juego de un partido tan decisivo como el de Lisboa es de las decisiones más valientes de Koeman en el Barça. El barcelonés, libre de la línea de tres, falló en la jugada del 1-0: sale igual o más señalado que Eric García o Ter Stegen. Poco después vio una amarilla y Orsato le perdonó la expulsión. Motivos había para mover la silla del hombre más carismático de la plantilla, al que como marcador –y es ley de vida– cada vez se le ven más las costuras. Sobre todo en Europa.

Un delantero que resta. Piqué fue un gran central, y ahora, al contrario que Chiellini o Bonucci, no vive un buen momento. Dos líneas más adelante tampoco convence Luuk de Jong, a pesar de que en su caso nunca ha sido un ariete de primer nivel. El papel del neerlandés en Da Luz fue nefasto. Poca participación (ocho pases), movimientos lentos y fuera de lugar a las espaldas de la defensa y un retrato constante en posiciones de remate. Dio entre pena y gracia (que no se pierda el humor) ver como desvió un chut de Pedri que iba dentro y como chocó con el palo, como un cuerpo inerte, cuando intentaba acabar una jugada sobre la línea de gol.

Memoria de épocas oscuras. Un Núñez, Darwin y no Josep Lluís, hundió al Barça en Europa. Espectacular el ex delantero del Almería, que ha empezado la temporada como un cohete, y buen trabajo haría en época de vacas magras en el Camp Nou. Dos goles (y un palo) del uruguayo en una noche que recordó a la de hace 21 años en Estambul, cuando el Barça de Serra Ferrer perdió por idéntico resultado (3-0) en la liguilla de la Champions contra el Besiktas. "Hemos hecho un fútbol de baile de salón", dijo el entonces directivo Àngel Fernández. Aquella campaña fue la última en la que los culés no pasaron a octavos de la Copa de Europa. Que no se repita.

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