Barça

Xavi hereda un Barça que parece maldecido (3-3)

El equipo de Sergi enamora en la primera parte, pero desaprovecha un 0-3 en una segunda parte marcada por las lesiones y los errores

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Los jugadores del Barça, celebrando un gol en Vigo

BarcelonaLos jugadores del Barça tenían preparado un buen regalo de bienvenida para Xavi Hernàndez, pero quien ha acabado bailando ha sido el Celta de Vigo, capaz de levantar un partido que perdía 0-3 con un gol de Iago Aspas en el último segundo (3-3). Un partido convertido en una demostración práctica de cómo es este Barça que parece maldecido por las brujas. O las meigas. Una primera parte deliciosa ha dado parte a una muy trágica. Buen juego para empezar y animar a la afición pensando en el futuro con Xavi. Y demasiados errores en la segunda para recordar que no será fácil levantar un proyecto ganador.

Conscientes de que el nuevo técnico ya está en Barcelona listo para ponerse al frente del proyecto, han salido a jugar a Vigo imaginando aquello que les pedirá Xavi a partir de ahora. Mostrándose como alumnos aplicados, han desplegado todos sus encantos para dejar claro que son estudiantes brillantes. Pequeños genios como un Nico que ahora que se ha hecho con la titularidad en medio del campo, ya no quiere volver al filial. Jóvenes como Ansu Fati, el chico que domina el siempre complicado arte de hacer goles. Y el primer tiempo ha sido tan delicioso, que por instantes parecía que por fin las nubes del pasado quedaban lejos, recuperando el optimismo en apenas 12 horas alocadas, aquellas entre el comunicado de madrugada del nuevo técnico y los goles en Balaídos. Era demasiado perfecto, era todo demasiado bonito. Tanto, que algo tenía que pasar. Y así ha sido.

En el Barça, como Xavi sabe lo suficientemente bien, todo cuesta mucho. Y las lesiones han empezado a cambiar el curso del partido. Xavi ya ha explicado a la directiva que quiere revolucionar el área física para evitar lesiones, y es que la fiesta de bienvenida que le habían preparado sus nuevos jugadores ha acabado con caras largas por la preocupante lesión en los isquiotibiales del muslo izquierdo de Ansu Fati, las molestias de Eric Garcia y los problemas de Nico. El calendario, tan cargado que lleva al límite a los deportistas, golpea una y otra vez a una plantilla con 12 bajas. Si Xavi es consciente de que el reto es mayúsculo, hacerlo en estas condiciones todavía más.

Sergio Busquets, marcando el 0-2 en el campo del Celta

Cuando Ansu Fati, que estaba jugando como los ángeles, se ha roto, el partido ha cambiado. El joven dorsal número 10 es así, condiciona emocionalmente los partidos cuando se hace daño. Ya a los cinco minutos de juego se había inventado un gol imposible, jugando caído en la banda. Como si fuera un brujo, encontró un agujero ahí donde parecía que había un muro. El Celta, un equipo que juega a ritmo de rock ’n roll, corriendo arriba y abajo, ha hecho sufrir a la defensa azulgrana, pero también invitaba al Barça a hacer añicos la defensa gallega. Sergio Busquets ha hecho el segundo con un chut de la frontal, uno de aquellos goles que son como el día de Navidad o los cumpleaños. Busquets los celebra una sola vez al año, a pesar de que te preguntes por qué razón no chuta más desde fuera del área, ya que lo sabe hacer bastante bien. El vallesano es así. Incluso cuando chuta es como si hiciera un pase al fondo de la red. La fiesta era tan perfecta, que el tercer gol ha sido una pequeña oda al juego colectivo, donde de nuevo Nico se ha hecho tan grande, que parecía un gigante controlándolo todo en la tierra donde nació, Galicia. A pesar de no ser bien recibido por la afición local, al ser hijo de una leyenda del eterno rival, el Deportivo, Nico ha controlado el juego en un primer tiempo delicioso que ha culminado en la jugada del 0-3, con Memphis poniendo la firma final con un golpe de cabeza letal. Era la jornada de la redención en la liga. El partido donde entre risas, Sergi entregaba su testigo a Xavi. Pero se ha lesionado Ansu, a solas. Y después, Eric Garcia. Tampoco Nico ha podido acabar el partido. Y el Celta ha husmeado miedo delante, reaccionando en una segunda parte que servía como un aviso a navegantes, recordando al barcelonismo que Xavi, a solas, no puede hacer milagros antes de firmar su contrato. Hará falta paciencia. Y mucho carácter.

Toda la segunda parte sufriendo

Los goles de Iago Aspas y Nolito han hecho estallar Balaídos, mientras Araujo y Lenglet hacían horas extras protegiendo a Ter Stegen en una segunda parte donde el Barça se ha quedado sin posesión. El Barça ha intentar morder en la contra, pues tenía una autopista, pero ha perdonado e Iago Aspas les ha castigado en el último segundo con un chut de aquellos que sabe hacer, preciosos, imparable. Sergi Barjuan, el técnico que ha disfrutado de un breve reinado, pasará a la historia como el entrenador invicto, pero solo ha ganado uno de los tres partidos. En la Liga, el Barça ya lleva cuatro tropiezos consecutivos justo antes del derbi contra el Espanyol donde debutará un Xavi que ha recibido la demostración más gráfica del trabajazo que tiene por delante. Táctico y mental. El equipo ha acabado roto, a un paso de llorar.

La receta de Sergi, apostando por jóvenes como Nico y Gavi, abriendo bien el campo para generar espacios y evitando las centradas de la era de Koeman, ha funcionado en la primera parte. El Barça de Sergi ha sido aquel donde Coutinho y Luuk De Jong han desaparecido del equipo incluso cuando pierdes tres jugadores por lesión. Antes les toca a futbolistas como Riqui Puig, uno de los más animados por la llegada de Xavi, o el joven Abde. Pero nadie ha podido evitar la derrota de un equipo que tiene demasiados fantasmas en la cabeza. Se asusta con facilidad. Un gigante con pies de barro. Y un reto titánico, el de Xavi. El optimismo no se consigue con un anuncia de madrugada. Harán falta meses de trabajo.

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