Apuntes en caliente

La 'Xavineta' necesita pasar por el mecánico: los apuntes en caliente del Levante-Barça

Los azulgranas suman tres puntos 'in extremis' en un partido que podrían haber perdido

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Xavi Hernández, en el área técnica del Ciutat de Valencia.

BarcelonaVictoria agónica del Barça en el Ciudad de Valencia contra el Levante. Luuk de Jong salvó los tres puntos para los culés en un partido con tres penaltis a favor (los tres justos) para el conjunto local. A continuación, los apuntes en caliente de un triunfo que tendría que hacer reflexionar.

Revisar los reglajes. Vuelve a demostrarse que las paradas por selecciones cortan el rollo a los equipos en dinámica positiva. El Barça está acusando el paréntesis que abrió apenas después de ridiculizar el Real Madrid en el clásico y que cerró antes de recibir al Sevilla. El equipo venció por la mínima a los andaluces, sí, pero esta semana ha empatado (y gracias) contra el Eintracht y ha sufrido de lo lindo con el casi defenestrado Levante. Los azulgranas han perdido chispa en la presión y lucidez en el comportamiento con pelota. Hay que revisar los reglajes de la Xavineta para que no pierda el rumbo en un momento tan decisivo del curso.

Un agujero en defensa. Xavi tendrá trabajo para recuperar constantes a nivel colectivo, pero en el aspecto individual también hay motivos para la autocrítica. En este sentido, se tiene que hacer hincapié en los problemas de Dani Alves para defender contra equipos que tienen velocidad en el espacio, que se agravan cuando le toca compartir banda con Dembélé, un extremo muy poco disciplinado en las coberturas. El Levante se avanzó en el marcador después de un penalti claro cometido por el brasileño, que tumbó a Son con un golpe en la cara. ¿Ahora entendemos por qué Xavi pide fichar a Azpilicueta y renovar a Sergi Roberto?

Jugadores que resuelven marrones. El Barça no salvó el partido gracias a una expresión grupal constante, sino al impacto de acciones brillantes puntuales. La primera, fruto de la gran conexión que gasta Aubameyang con Dembélé, que lleva 11 asistencias en 14 partidos. La segunda, después de una acción de genio de Gavi bien culminada por Pedri, cuyas suplencias pasan factura. La tercera, obra de Luuk de Jong, un futbolista providencial al que el barcelonismo en masa debe de una gran disculpa. Y la cuarta, bajo palos con protagonismo para Ter Stegen, que paró un penalti de Roger Martí que habría podido significar el 2-0.

Lágrimas en Orriols. Sí, las de Roger, consciente de la importancia de fallar una pena máxima con el agua al cuello. Porque el Levante lleva toda la temporada en la parte baja de la clasificación y se vio capaz de rascar puntos vitales en la lucha para evitar el descenso. Sabrá mal si se consuma la mala noticia en Orriols, sede de un equipo divertido de ver, con futbolistas con alma de calle como Morales y una afición fiel y sufridora. Mención también para su entrenador, el joven Alessio Lisci, que pase lo que pase se está ganando el crédito para seguir.

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