Futbol

La final de la Champions que Pep Guardiola lleva 10 años esperando

El Manchester City y el Chelsea se enfrentan en Oporto en un partido que puede ser la guinda a los años de trabajo del técnico catalán en Inglaterra

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El entrenador del Manchester City, Josep Guardiola, llegando al hotel de concentración en Oporto

Barcelona"Si no gano la Champions con el City, esto definirá mi paso por el club", admitía Pep Guardiola antes de los cuartos de final de la competición contra el Borussia Dortmund. Cinco años después de llegar al club blue, Pep Guardiola está a un solo paso de levantar de nuevo el título que ganó dos veces con el Barça. Las dos veces, cosas de la vida, lo ganó contra el Manchester United, el gran rival del City. Como si la relación de amor del técnico de Santpedor con los citizens hubiera empezado entonces. Y justo un día después de celebrar los 10 años del triunfo de su Barça en Wembley de 2011, Guardiola puede entrar en el club de los técnicos que han ganado la Champions con diferentes equipos, si su City derrota al Chelsea en el estadio Do Dragao de Porto (21 h / Movistar Champions). Si Guardiola lleva 10 años esperando, los aficionados del City llevan toda la vida.

Para los aficionados del club, esta final es un sueño hecho realidad. "Es un ganador que ha cambiado nuestras vidas, nos ha dado mucha felicidad", explicaba esta semana el miembro del grupo Oasis Noel Gallagher, gran aficionado del club. Para entender la importancia de la final, de hecho, hay que mirar hacia el pasado. El 3 de mayo de 1998 el Manchester City bajó a Tercera División. La temporada 98/99 llevó al infierno a la fiel afición del club, que llenaba las gradas de estadios modestos mientras sufría cada semana las burlas de sus vecinos, los aficionados de un Manchester United que esa temporada lograría el triplete. El Manchester United de Sir Alex Ferguson ganaría la liga, la Copa y la Champions con la famosa final de Barcelona, cuando de forma milagrosa hicieron dos goles en tres minutos cuando perdían 0-1 contra el Bayern en el minuto 90. El United ya era entonces el equipo con más aficionados en todo el mundo, y con más dinero. El City, en cambio, acabó en la tercera posición en la Division One, por detrás del Fulham y el Walsall, y se vio obligado a jugar un play-off en el que también consiguieron su pequeño milagro. En la final perdían contra el Gillingham por 2-0 en el minuto 88, pero empataron y lograron el ascenso en los penaltis. 23 años después, todo ha cambiado. Y el Manchester City está a 90 minutos de ganar por primera vez la Liga de Campeones, mientras el United no consigue sentirse ganador de nuevo. La historia ha cambiado del todo. "Teníamos al United ganándolo todo en nuestras narices cuando sufríamos para subir a Segunda. Y ahora hemos visto a nuestro equipo marcando seis goles en su casa, mangándoles la liga al último segundo y podemos ganar la Champions", saca pecho Noel Gallagher.

En caso de triunfo del City, la ciudad de Manchester conseguiría lo que solo ha hecho hasta ahora Milán: ser la única con dos clubes campeones de Europa. Para conseguirlo, el Manchester City tendrá que superar al Chelsea, el único club londinense que ha conseguido ser campeón de Europa. En el Chelsea ya no queda ningún futbolista de los que fueron campeones en 2012 contra el Bayern, una edición en la que rompieron el corazón del Barça de Guardiola en las semifinales. La relación entre el catalán y el Chelsea está llena de épica, puesto que el club del oeste de Londres es el que ha derrotado más veces a los equipos de Guardiola. Pero el de Santpedor todavía se emociona con el gol de Iniesta en Stamford Bridge en 2009.

La final de Oporto enfrentará de nuevo a dos clubes ingleses, como por ejemplo hace dos años entre el Liverpool y el Tottenham. O como en 2008, cuando precisamente el Chelsea perdió en Moscú contra el Manchester United. Si el City tiene dinero árabe, el Chelsea lo tiene ruso. Un fútbol globalizado en el que el dinero se invierte lejos de casa, pero en el que la Premier League puede sacar pecho con un torneo excitante en el que los aficionados no quieren saber nada de Superligas. Les gusta un torneo que el City ha ganado tres veces en las últimas cuatro temporadas. Y el City, de hecho, es el favorito, a pesar de que el Chelsea eliminó al equipo de Guardiola en las semifinales de la Copa y lo derrotó en el partido liguero de hace pocas semanas, por 1-2. Siempre con Thomas Tuchel en el banquillo, puesto que el técnico alemán llegó a mitad de temporada para hacer levantar el vuelo a un proyecto que no funcionaba con Frank Lampard como técnico. Tuchel, cosas de la vida, estaba sin trabajo hace pocos meses y ahora vivirá su segunda final de la Champions consecutiva, después de perder en 2020 con el PSG contra el Bayern.

Saber sufrir

"Este club le da a un entrenador todo lo que necesita. La inversión y los amigos. Los jugadores saben que todo el mundo ha sido cómplice, que todo el mundo me ha apoyado. Estoy cómodo. Lo tengo todo. No puedo pedir más para hacer mi trabajo. Compartimos las victorias, las derrotas... Cuando perdemos no me culpan a mí, igual que cuando ganamos no soy yo el responsable. Así trabajamos aquí", ha dicho en la previa un Guardiola emocionado, puesto que ha dicho: "Cuando empecé mi carrera no esperaba ni jugar una sola final. A quien esté nervioso o ansioso le diré que es lo normal. Hay que sufrir para ganar las finales" ha añadido.

Guardiola lleva semanas pensando en el Chelsea. De hecho, los londinenses son el club que lo ha derrotado más veces en su carrera. "Ya sabemos cómo es, una persona muy obsesiva que solo piensa en cómo mejorar, en cómo sorprender a los rivales", explica Domènec Torrent, que fue ayudante suyo. "La gracia de la Premier es que el nivel de los clubes es alto y esto significa un reto, porque te enfrentas a buenos técnicos", añade. Guardiola, que ahora tiene como mano derecha a Juanma Lillo, ha revolucionado tanto el juego que por su culpa se habla de "ochos liberados y falsos nueves", mientras centrocampistas juegan de centrales y centrales de centrocampistas. "Todo se tiene que repensar con una sola idea: atacar. Queremos la pelota, está claro, pero evolucionando. Casi todas las ideas que se piensan funcionan cuando se llevan al terreno de juego ", explica Torrent.

El City, sin bajas

El estadio Do Dragao, con la presencia de 5.000 aficionados en las gradas, pondrá cara a cara a un City que encadena siete triunfos consecutivos en la competición gracias a su juego ofensivo contra la mejor defensa del torneo, la del Chelsea. Tuchel tiene las dudas de Edouard Mendy en la portería y el centrocampista Golo Kante, mientras que Guardiola dispone de toda la plantilla en un partido en el que se verán las caras dos jóvenes talentos ingleses, Phil Foden y Mason Mount. Una final llena de atractivos en la que Guardiola puede culminar su obra. Aquella por la que fue reclutado por Txiki Begiristain y Ferran Soriano. Si el paso del técnico de Santpedor por el Bayern estuvo lleno de éxitos pero quedó con un regusto amargo por no poder levantar el título europeo, con el City dispone de una gran oportunidad. Y no solo por el hecho de triunfar, también importa el cómo. El City vivía momentos de crisis económica en 2008, cuando su propietario, el ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra, había acabado en la prisión por un caso de corrupción en su país. Fue entonces cuando llegó el Abu Dhabi United Group for Development and Investment, un grupo inversor liderado por el jeque de Abu Dhabi Mansour bin Zayed al-Nahyan, que se ha gastado más de mil millones de euros en la ciudad deportiva, jugadores caros, una infraestructura de primer nivel o el equipo femenino. Y todo, con Soriano en la sala de máquinas tomando las decisiones.

Hace unos años, Sir Alex Ferguson, el gran técnico del Manchester United, criticó al City diciendo que podrían ganarlo todo, puesto que tenían tanto dinero que compraban "los mejores futbolistas, pero nunca serán un equipo con espíritu recordado como el Manchester United". Y es cierto que los primeros años del City, desde que llegaron los inversores árabes, estuvieron marcados por el fichaje de grandes estrellas que podían ganar títulos con técnicos como Manuel Pellegrini o Roberto Mancini. Pero al apostar por Guardiola el City dio un paso adelante: construir una identidad basada en el juego, en buscar la belleza sobre el césped. Desde que asumió el cargo en el Etihad Stadium en julio de 2016, Guardiola ha ganado el 73,85% de los partidos, cifras similares a las que tenía en el Barça con el 72,4%, y al 75,1% logrado en Bayern. Si gana, ya tendrá 32 títulos oficiales. Una cifra altísima para alguien de su edad. Pero su legado no es solo una lista de finales ganadas. "Ha tenido la influencia más positiva nunca vista en nuestro juego", ha defendido muchas vecse el ex jugador Gary Lineker. "Guardiola ha cambiado nuestra manera de jugar y de pensar en el juego, nuestra obsesión por el juego directo en el fútbol total... Nos dijo que se podía jugar diferente", ha reconocido. Rio Ferdinand, gran capitán del Manchester United, admite que "es el técnico más brillante que he conocido". "Cada vez que hablas con él aprendes algo. Ha influenciado de tal manera el juego en Inglaterra que ha acabado por influenciar a otros clubes y a la propia selección. Está creando una escuela", ha argumentado. "Ahora todo el mundo hace las cosas que han hecho a Guardiola famoso, como sacar la pelota jugándola desde el portero. Incluso los equipos de la parte baja de la clasificación. Ha elevado el nivel del fútbol inglés, cosa que es un gran hito, sobre todo teniendo en cuenta que cuando acabó su primera temporada aquí todos los expertos estaban contentos porque no había ganado nada", defiende Noel Gallagher. "Recuerdo hablar con él al principio de la segunda temporada, cuando tenía mucha presión. Y me dijo que ahora tenía los jugadores que quería tener y «Estoy seguro que ganaremos la liga»". Y así fue, se ganó la liga.

Ahora, el camino ha llevado a Guardiola a Oporto. Su primera final de Champions desde la de 2011 contra el Manchester United en Wembley. Una década en la que ha tenido tiempo de pasar un año sabático en los Estados Unidos, ganarlo casi todo con Bayern y dar al City una personalidad más allá de los millones que tiene. Si Guardiola lo consigue, también hará historia, como el club. Solo tres entrenadores han ganado la Champions tres veces hasta ahora, tanto actualmente como cuando se llamaba Copa de Europa: Bob Paisley tres veces con el Liverpool, Zinedine Zidane tres veces con el Madrid y Carlo Ancelotti con el Milan y el Madrid. Ahora, Guardiola se puede sumar a la lista. Y de paso haría como Ancelotti y los otros técnicos campeones en dos clubes diferentes, una lista formada por Ernst Happel (Hamburgo y Feyenoord), Ottmar Hitzfield (Borussia Dortmund y Bayern), José Mourinho (Oporto e Inter) y Jupp Heynckes (Madrid y Bayern).

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