"Mi mujer es un diez, sin ella no habría cumplido mis sueños"
Javi Rodríguez atiende al ARA antes de volver a Santa Coloma de Gramenet, ahora como entrenador del Barça
Sant Joan DespíRueda el mundo y vuelve al Born. Esto es lo que ha hecho Javi Rodríguez (Santa Coloma de Gramenet, 1974), que tras unas aventuras por Hungría, Ucrania o Kuwait, este verano regresó a casa para situar al Barça en la cima del fútbol sala. "Sé que todas las miradas están puestas en el banquillo del Barça, pero intento disfrutar al máximo. Tiene presión a la persona que no tiene trabajo, que no tiene para dar de comer a sus hijos y hay que levantarse a las siete de la mañana para ir a trabajar sin saber lo que tendrá en casa", confiesa al ARA.
Este miércoles a las 19 h visitará la pista del Industrias Santa Coloma en los octavos de final de la Copa del Rey, "un objetivo del equipo". Será la primera vez que Javi Rodríguez –que fue jugador y entrenador del equipo colomense– visite al Pavelló Nou como entrenador azulgrana. Ya lo hizo dirigiendo a ElPozo Murcia, pero un derbi siempre es especial. "He recibido mensajes, pero básicamente para pedirme entradas. La verdad es que yo soy una persona que no me gusta estar pendiente del móvil ni nada, sobre todo en los días previos al partido, quiero estar concentrado en mi trabajo e intento evadirme de todo lo externo", explica Rodríguez.
Durante su etapa como futbolista, el actual técnico fue uno de los responsables en el crecimiento de la sección. "Yo fiché por el club en el 2006 con Laporta de presidente y fue el año en el que se hizo profesional el fútbol sala". Seis años en el Barça donde tuvo el privilegio de levantar, como capitán, la primera Copa de Europa, Liga, Copa de España y Copa del Rey. Trece años después ha vuelto al Palau, donde reconoce que todo sigue igual. "Es un privilegio estar aquí, te dan todas las herramientas para poder trabajar bien". Además, asegura que la apuesta hacia la sección es firme: "La gente puede decir lo que quiera, pero en ninguna sección del club nos ha faltado ningún detalle".
Aventuras exóticas
Antes de volver al Barça, Javi Rodríguez se ha nutrido en varios países. "Haberme quedado entrenando en la base no me habría hecho mejorar porque la exigencia era mínima, tienes a los mejores jugadores de Catalunya. Ahora bien, si te vas fuera ves otro fútbol sala, otras costumbres totalmente diferentes y te enriqueciste", declara. Aventuras en Italia, Hungría, Ucrania y Kuwait que tuvo que hacer solo. "Tengo la suerte de tener una mujer que es un manantial, que siempre ha estado a mi lado y me ha permitido ir al extranjero solo a cumplir mi sueño mientras ella se ha quedado en casa cuidando a nuestros hijos. Si no hubiera estado por ella, no podría haber llegado a donde he llegado".
Sin embargo, el actual entrenador azulgrana siempre ha priorizado la conciliación familiar. "Los sitios en los que he ido es porque tenía permiso para poder volver a casa cada quince días como mínimo". De hecho, ésta fue una de las cuestiones que hicieron que abandonara Ucrania, curiosamente meses antes del estallido de la guerra. "Estoy enamorado del país, es una lástima lo que está sucediendo. Seguramente, si no me hubiera llamado el Industrias también habría dejado a Ucrania porque yo necesitaba estar más cerca de la familia". Sin embargo, la oportunidad de volver a Catalunya y hacerse visible de nuevo ayudó a terminar de tomar la decisión.
Anteriormente, en Hungría, había alcanzado un hito histórico después de clasificar al Gyor para un final four de la Champions League, donde quedó cuarto después de perder ante el Barça. "Eso ha ocurrido una vez en la vida y no volverá a ocurrir nunca más". En cualquier caso, Javi Rodríguez remarca la distancia futbolística de España respecto a los demás países. "La seriedad que existe en esta liga es totalmente diferente: la formalidad, los pabellones, es todo un cambio", asegura.