Fútbol

La crisis de la vivienda también se ceba con el fútbol catalán

El alto precio del alquiler y la falta de alojamiento coarta la política de fichajes de los clubs modestos

El Nuevo Cerdeña de la Europa con los edificios de la calle Pau Alsina al fondo.
22/06/2025
3 min

BarcelonaEl fútbol catalán no es ajeno al drama de la vivienda, y especialmente los clubs modestos, de más abajo de Segunda, lo sufren. Los más afectados son los secretarios técnicos, sobre todo de equipos de Barcelona y alrededores, que trabajan para hacer plantillas que rindan con poco dinero y jugadores locales. "Nos condiciona mucho. Los recursos son limitados, y hay que racionalizarlos. Por regla general, apostamos por fichar a futbolistas catalanes que no necesiten alojamiento, porque poner piso es un gasto muy importante", dice Josep Maria Gené, director deportivo de Europa, que ha subido a Primera RFEF, la tercera categoría estatal, con uno de los presupuestos más bajos de Segunda RFEF.

Esto quiere decir que el próximo curso se enfrentará al Tenerife, el Racing de Ferrol o el Hércules, clubes profesionales con capacidad de ofrecer sueldos altos y un techo más barato. Europa ya lo sufrió hace un año, cuando 13 de sus jugadores se marcharon para ir a jugar a Logroño, Mérida o Lleida, entre otros lugares, donde el precio del metro cuadrado es mucho más barato que en Barcelona.

El sueldo mínimo en Primera RFEF es de 30.000 euros brutos anuales y el precio mensual medio del alquiler en Gràcia, de donde está Europa, de 1.042 euros. Lo tiene muy en cuenta Gené, que hace equilibrios para dibujar a un equipo competitivo sin estirar más el brazo que la manga, y reduciendo al máximo la partida en vivienda: "El año pasado ayudamos a tres jugadores con el piso. Pero es una excepción".

Una categoría más abajo se encuentra el Sant Andreu, el cuarto club de fútbol de Barcelona, ​​por debajo de Barça, Espanyol y Europa. Los dos primeros, y sus equipos filiales, también en Segunda RFEF, comen aparte. "Buscamos jugadores de la ciudad o los alrededores que tengan piso. Si no los tienen, les ayudamos a encontrarlos a un precio razonable a través de las inmobiliarias que nos patrocinan. Al mercado de invierno vinieron tres fichajes de fuera y les echamos una mano con la gestión", apuntan desde la entidad de Sant Andreu del Palom.

En Nou Barris no llega a los 800, pero la Montañesa, el único equipo barcelonés de Tercera RFEF aparte de la Europa B, no se plantea fichar a jugadores que pidan casa: "Todos nuestros futbolistas son del área metropolitana". Más allá de los límites de la capital, el precio del alquiler desciende y el impacto de la crisis de la vivienda se relaja un poco, aunque no mucho. Esta temporada, en la misma categoría que la Monta ha jugado Hospitalet, Badalona, ​​Prat y FE Grama.

Todos ellos priorizan futbolistas catalanes que puedan ir a entrenar en coche, pero se han permitido alguna excepción. El Prat firmó un madrileño en invierno al que le pagó un techo en Corbera durante medio curso, y la Grama hizo lo propio con un andaluz, en Santa Coloma de Gramenet. Eso sí, siempre alojándolos fuera de Barcelona, ​​como hace el Cornellà. Por su parte, L'Hospitalet tiene alquilado un piso de cinco habitaciones donde conviven los de fuera, y Badalona, ​​si lo considera oportuno, también ofrece casa. Cada caso es distinto, pero el mensaje es común: "El drama de la vivienda nos salpica a todos".

El caso del Olot

"Somos un club identitario, que sólo juega con futbolistas catalanes y, si es necesario, de los Països Catalans. Tenemos una filosofía de proximidad y buscamos jugadores en nuestra comarca y las limítrofes, pero no basta con eso y tenemos que bajar a fichar en Barcelona, ​​donde está la mayoría de las licencias. Cuando lo hacemos, intentamos que 'intentemos' Agustín, presidente del Olot, de Segunda RFEF, que en el actual mercado de verano se ha topado con un problema inesperado.

"No encontramos pisos, ni caros ni baratos. Ni Habitaclia ni Idealista... nada. Sólo un ático a 1.800 euros", comenta Lluís Micaló, director deportivo de la entidad, a quien la falta de alojamientos en la Garrotxa le está "limitando" en su labor de reforzar la plantilla, lo que le ha obligado a detener alguna. oferta de vivienda", clarifica. Necesita alojar "seis o siete refuerzos" en "tres o cuatro pisos". Si bien es Olot quien se encarga de buscar un techo, el alquiler corre a cargo de los futbolistas. funcionara tan bien. Ha respondido a mucha gente ofreciéndonos alquilar su piso como favor", dice Micaló, agradecido por la solidaridad de los vecinos en un contexto delicado para el Olot, el enésimo club catalán golpeado por el drama de la vivienda.

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