Denis Suárez: el enésimo resurgimiento del niño que se reflejaba en Andrés Iniesta

BarcelonaDenis Suárez volverá a pisar la hierba del Spotify Camp Nou este sábado (16.15 h). Será con la camiseta del Alavés y en un estadio que apenas reabrió sus puertas la semana pasada después de más de dos años de obras. El regreso del centrocampista gallego se presenta como un reencuentro con el lugar en el que, hace casi una década, se le presentó como una de las grandes apuestas de futuro.

Seis años después de su rumbo a Inglaterra y de un itinerario marcado por cesiones y cambios de contexto, Denis Suárez vuelve a Barcelona como un futbolista diferente. Lo hace con experiencia y aprendizaje y, posiblemente, en uno de los momentos más álgidos de su carrera.

Para entender esa etapa hay que retroceder hasta el 2016, cuando el Barça vivía un momento de altísima exigencia. El equipo de Luis Enrique Martínez acababa de levantar el triplete un año antes y la dirección deportiva buscaba refuerzos que pudieran oxigenar a la plantilla sin perder la esencia. Entre ellos, Suárez, que venía de dos temporadas excelentes entre Sevilla y Villarreal. Había que empezar a trabajar el relevo de Andrés Iniesta, que ya tenía 32 años, y el club incluyó el de Salceda de Caselas (Pontevedra) en la lista de posibilidades.

Robert Fernández, entonces director deportivo azulgrana y principal responsable de su incorporación, recuerda al ARA la apuesta por Denis: "Jugaba cedido al Villarreal y había que decidir. Había hecho una gran temporada y vimos que nos iba bien tenerlo con nosotros". El Barça ejerció su opción de recompra por 3,25 millones, convencido de que Denis tenía sus cualidades para sumar a corto plazo. Sin embargo, en la práctica se encontró con un ecosistema de una exigencia salvaje: Iniesta, Ivan Rakitić, André Gomes o Arda Turan luchaban por el mismo lugar. La competencia era feroz. "Nos ayudó puntualmente, pero sin continuidad es muy difícil estar a gran nivel", reconoce Fernández.

En el segundo año de Ernesto Valverde en el banquillo, la dirección deportiva consideró que el tiempo de espera de Denis Suárez se había agotado. El gallego necesitaba minutos y estabilidad, y el Barça, rendimiento inmediato. Con 8 goles y 76 partidos jugados con la camiseta azulgrana, abandonó Barcelona para iniciar un período de cesiones, regresos y nuevas oportunidades. Pero su carrera quedó marcada poco después por un episodio aún más asombroso: su conflicto con el Celta de Vigo, el club de su tierra, donde se había formado y se reencontró con su mejor versión en el 2019, ya más maduro, con 25 años.

El caso Celta: apartado por un fichaje… del Madrid

En verano del 2021, el joven Bryan Bugarín, una de las joyas de la cantera del Celta, fichó por el Real Madrid. El jugador estaba representado por la misma agencia que Denis Suárez, Intermedia Sport Player. Carlos Mouriño, presidente del Celta, acusó públicamente a esta empresa de "mercadear con niños" y de participar decisivamente en la salida del joven hacia la capital española. Denis lo negó, y afirmó que no conocía a la familia del jugador y que no había intermediado. Sin embargo, ya pesar de ser uno de los estandartes de la plantilla, el Celta empezó a apartarle de la dinámica del equipo. No importó que la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) le defendiera ante lo que consideraba una vulneración de sus derechos. Así, después de ocho meses en el ostracismo, Denis volvió a marcharse de Galicia.

Ahora, después de dos etapas no muy exitosas en el Espanyol (2023) y el Villarreal (2023-2025), Suárez vuelve a sonreír jugando al fútbol. Veterano (32 años) con cara de chiquillo, se reencontró hace unos meses con el entrenador que mejor ha comprendido su talento, Eduardo Coudet, con quien coincidió durante su esplendor en Vigo. Es precisamente ese Denis el que aspira a dar grandes tardes de gloria a Mendizorrotza, donde hasta ahora está mostrando un nivel que recuerda al de su primera etapa con el técnico. El centrocampista ha ido de menos a más, se ha ganado la titularidad en los últimos cuatro partidos e incluso ha celebrado un gol. Quizá, finalmente, ha llegado de nuevo el brillo de su carrera.