La Masía, la fábrica de la selección española que hiere el orgullo del Real Madrid

BarcelonaNo es ningún secreto decir que el Real Madrid no digirió muy bien los logros de la selección española de hace una década. La Eurocopa de 2008 y, sobre todo, el Mundial de 2010 y el europeo de 2012 tuvieron una presencia muy marcada de jugadores del Barça o formados en La Masia. No sólo la columna vertebral, también el estilo de juego. Y eso que el entrenador era un reconocido madridista como Vicente del Bosque. La polémica se apaciguó después, pero reavivó en el 2018 con la llegada de Luis Enrique en el banquillo, al que acusaron de promocionar a los jugadores azulgranas en las convocatorias.

Luis de la Fuente, su sucesor desde inicios de 2023, ha apostado por confeccionar listas más políticas, tratando de compensar la presencia de futbolistas de los grandes equipos y secar diferenciales como el del último Mundial, en el que los azulgranas dominaban por 8 a 2 a los madridistas. Pero esto no ha evitado que el Barça siguiera liderando muchos aspectos de la selección española. Uno de ellos, especialmente sensible: los debutantes. En las cuatro últimas temporadas el conjunto azulgrana ha sido el que más savia nueva ha aportado. Cinco promesas: Gavi y Pedri (no criado en la Masia, pero que dio el salto a la élite de la mano del Barça) debutaron en el 2021; Alejandro Balde, en el 2022; Lamine Yamal, en el 2023, y en este paro, Pau Cubarsí, para convertirse, con 17 años, en el defensa más joven en debutar con el equipo absoluto de la roja, superando a Sergio Ramos. Lamine Yamal –el más joven en el conjunto en debutar con España– lo hizo con 16 años, Gavi con 17, Pedri con 18 y Balde con 19. Todo un récord de precocidad.

"No miramos el carnet de identidad, miramos el rendimiento. Pau está en un gran momento y nos genera mucha ilusión de presente y futuro", decía el seleccionador, justificándose en una conferencia de prensa hostil donde anunciaba la lista de convocados. Intentaba vender un optimismo que en Barcelona se transforma en precaución. "Pau tiene nivel para la selección, pero esperamos que no pase con él lo mismo que ocurrió con Pedri...", alertó el entrenador del Barça, Xavi Hernández. En el conjunto azulgrana siempre recuerdan el caso de Pedri, que irrumpió con tanta fuerza en el 2021 que acabó jugando la Eurocopa y los Juegos Olímpicos en un mismo verano. Al final se lesionó y ahí empezó un cúmulo de recaídas de las que, tres años después, todavía no se ha recuperado del todo.

En Madrid, sin embargo, se habla con el orgullo herido. Pero la realidad es que los jugadores españoles tienen una presencia minoritaria en el once del Bernabéu. Esto ha provocado que sólo Fran García haya debutado en los últimos años. Mientras el Barça –en parte, por la situación económica– se ve obligado a mirar constantemente a La Masia, la política del club de Florentino Pérez pasa por buscar las estrellas a golpe de talonario y ser mucho más prudente con los jóvenes, que suelen marcharse –cedidos o vendidos– pocas jornadas después de haber debutado oficialmente con el primer equipo.

El caso de Brahim Díaz por criticar a Lamine Yamal

Sin embargo, el caso de Brahim Díaz es especial. El delantero blanco empezó a sumar minutos este curso en la línea ofensiva de Carlo Ancelotti, pero no había recibido todavía la llamada de la selección absoluta –sí había participado en categorías inferiores–. Con 24 años, harto de esperar, ha dado un puñetazo sobre la mesa y ha aceptado finalmente la propuesta del seleccionador Walid Regragui para jugar con Marruecos. Nació en Málaga, sus padres son españoles, pero jugará con los Leones del Atlas por el origen marroquí de su abuela paterna. "Estoy muy contento y orgulloso de vestir la camiseta de Marruecos. Agradezco al pueblo marroquí el cariño y apoyo que me han dado", decía el futbolista a la previa de su debut contra Angola, en el que fue recibido como un ídolo de masas.

La decisión de Brahim ha provocado un estruendo en Madrid. En vez de valorarlo como una traición en España, el club, a través de su entorno afín, ha dado la vuelta al relato para cargar contra la Federación Española. Y en este conflicto ha aparecido como víctima colateral Lamine Yamal. El azulgrana, nacido en Esplugues de Llobregat y criado en el barrio mataronense de Rocafonda, es de padre marroquí y madre guineana. En su caso, enseguida se decantó por la roja, en una llamada que le llegó con tan sólo 16 años. En el entorno madridista lo califican de trato desigual porque, a su entender, mientras la Federación ponía todos los esfuerzos en convencer a Lamine Yamal, se olvidaron de Brahim. El joven jugador azulgrana incluso recibió amenazas en las redes sociales.

De la Fuente reaccionó y explicó que ya llevaba tiempo siguiendo la evolución de Brahim, que jugaba en las categorías inferiores españolas, precisamente a sus órdenes. Pero en el 2021 el Madrid le había cedido al Milan. El primer curso tuvo una presencia testimonial en el once, pero después de un período de adaptación llegó a jugar una media de 60 minutos por partido. Esto le ha valido el regreso al Bernabéu. Pero con la camiseta del Real Madrid juega menos, ya que no es un fijo en el once y solo tiene una media de 45 minutos por partido. Marcó nueve goles y repartió cuatro asistencias, pero también fue más veces suplente (17) que titular (16).

Sin embargo, De la Fuente le convocó. "El 1 de marzo facilité a los clubs una prelista en la que él aparecía. Pero hay un documento el 9 del mismo mes en el que él rechaza jugar con España. Si no quieres estar con la selección, se acepta con total naturalidad. Cada uno está donde quiere estar", aclaró tras hacer oficial su lista de convocados.

Más futbolistas como Brahim Díaz

"Nosotros respetamos la decisión de cada uno, pero los datos son claros y casi el 85% de los jugadores con doble nacionalidad eligen jugar con España", añadía Santi Denia, el actual seleccionador sub-21 español. En la lista de Marruecos se encuentran, además de Brahim, nombres como Achraf Hakimi, Chadi Riad, Ilias Akhomach o Munir, que nacieron en territorio español pero prefirieron defender la camiseta de Marruecos. Pablo Maffeo (Argentina), Iñaki Williams (Ghana) o Ivan Balliu (Albania) son ejemplos con otros países. En el fútbol actual, los escudos y las banderas tienen un valor relativo.