Dakar

La gran pasión de Nandu Jubany más allá de los macarrones y las croquetas

El cocinero de Osona vuelve al Dakar, al que ya participó en el 2018, pero en esta ocasión con un coche

Nandu Jubany: "Las croquetas de sartén y chorizo las hacemos y las haremos en Taradell"
23/12/2024
4 min

BarcelonaNandu Jubany quería ser piloto. Quería ir al Dakar y ganar carreras. No era un buen estudiante y cuando tenía un rato libre subía a una bicicleta o hacía motocross. Pero con 13 años se trinchó la rodilla tras ser campeón de España de bicicrós. "Me dijeron que había terminado. Así que mi padre me envió hacia la cocina. Y mal no me ha ido", dice Jubany, que ha levantado un imperio gastronómico con epicentro en Calldetenes, donde tiene Can Jubany, con una estrella Michelin. Pero la pasión por el motor siempre está ahí. Así que este enero volverá al Dakar.

"Gracias a que me ha ido bien a la cocina puedo tener este hobby", explica pensando ya en los 5.100 kilómetros cronometrados de esta edición por el desierto saudí. En 2018 Jubany hizo realidad su sueño de ir al Dakar en una edición en América del Sur en la que participó en una moto .Entonces terminó la prueba y dijo que no volvería más. Hacerlo en coche requiere mucho más presupuesto, pero la vida me va bien, en casa no me han dicho que no y el trabajo me va de cara. Estoy en un momento en que tengo equipos consolidados que me permiten ir. Además tengo la ayuda de patrocinadores que me lo permiten. Can Jubany cierra en enero, que es cuando cojo vacaciones y me voy a Tailandia o Indonesia buscando el sol. Y allí miro al Dakar por la tele, y envío mensajes a los amigos que tengo participando. Este año nos toca participar de nuevo. Este año pasaré las vacaciones en el Dakar dando gas, que es lo que más me gusta", explica.

El coche es un 4x2 MD ​​Optimus. "Gerard Farrés me acompañó a Normandía para ver la fábrica MD, una gente que trabaja de forma familiar haciendo bugías. Pocos cuidan. Hemos hecho un esfuerzo y hemos comprado uno, así que si la cosa va bien nos permitirá ir dos o tres años al Dakar", comenta. Irá con Marc Solà de copiloto, con el que se han entrenado fuerte y han participado en el Rally de Marruecos con muy buenas sensaciones, terminando 17º en Ultimate y segundo en 4x2. Y hace un par de semanas subieron al podio en el Rally de Tárrega. "Yo soy muy ambicioso y competitivo. Me dedico a hacer macarrones, croquetas… pero al volante no lo hago nada mal", comenta riendo. "Tengo un trabajo que me encanta, pero con tantas cosas puede ser estresante. Pilotar no me estresa. Tengo una responsabilidad y hay que estar concentrado, pero lo disfruto", razona.

Nandu Jubany: "Descanso del restaurante y me voy al Dakar a dar gas".
Nandu Jubany: "Descanso del restaurante y me voy al Dakar a dar gas".

Cuesta imaginar de dónde saca el tiempo un hombre que intenta estar siempre en las bodas que organiza en sus restaurantes, y en un montón de actos. "Duermo poco. Y en los últimos meses aún menos. Cuatro horas, tres. Me he entrenado mucho estos últimos meses. Tanto en el plano físico como haciendo kilómetros. Junto con Marc Solà hacemos un gran equipo, y los resultados compitiendo son muy buenos", comenta un hombre incansable que no le basta con ir al Dakar. "Sé que no puedo competir con pilotos profesionales, pero espero estar entre los mejores amateurs. El primer objetivo, obviamente, es acabar, pero junto a Marc Solà creemos que podemos estar entre los 20 o 25 mejores de la general. Nos hemos preparado a conciencia. Seremos más prudentes, al principio, en una primera semana que será muy complicada, con mucha piedra, con una etapa maratón de 48 horas... Y después… gas hasta el final". Jubany admite que su peor enemigo será él mismo. "Me deben pedir frenar. En el Dakar no gana el más rápido, nunca. Gana quien menos problemas sufre".

Como ya hizo en el 2018, Jubany también prepara una gorda para este Dakar. Si en 2018 organizó un gran ágape para muchos pilotos, ahora hará una sartén el día de la etapa de descanso. "Lo llevamos todo para cocinar para amigos y para la familia KH-7, casi 100 personas. Llevamos el arroz, todos los condimentos, fogones, butano… Será una forma bonita de celebrar que estamos en el Dakar. Como vamos a Arabia Saudí no podemos llevar látigos, qué le vamos a hacer. Pero lo que sí llevamos son turrones para todos, ya que la buena gente de Vicens son uno de los patrocinadores del equipo. Cuando supieron que quería ir al Dakar, me apoyaron haciendo de patrocinadores y con un montón de turrones, ¡porque me han dado para alimentar todo el rally!”, explica risueño. .

Jubany admite que los días que pelota es cuando cuida menos la dieta. "¿Sabes lo que dicen que el zapatero es el peor calzado? Los cocineros somos los que comemos las cosas mejores, pero no somos los que comemos lo mejor. Si vemos un riñón lleno de grasa, que es el mejor riñón, yo me como este riñón, no me como lo que está seco. comemos todo lo mejor, pero no es lo que nos va mejor para el cuerpo. Porque del Dakar lo que más me cuesta es perder peso: estoy entrenado, pero debería haber perdido cuatro kilos más, aún cuando estamos en carrera. ...ahora un plato de pasta, ahora una tostada de Nutella. Fui al Rally de Marruecos y en vez de volver con 5 kilos menos vine con 5 kilos más", bromea.

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