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Griezmann, el aspirante al trono que nunca sedujo al barcelonismo

El francés ya llegó con el pie izquierdo y acaba marchándose tras dos años sin hacer un salto de nivel

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El delantero del FC Barcelona Antoine Griezmann, durante el partido de los octavos de final de la Copa del Rey contra el Rayo Vallecano

BarcelonaPasaban cinco minutos de medianoche y los representantes de Griezmann continuaban sin saber si el francés seguiría en el Barça o no. “Fue una locura. Al final todo se pudo mandar a las 23.59. Por segundos”, explican, admitiendo que, tal como había ido el día, la mejor opción era ver volver a Antoine Griezmann al Atlético de Madrid. “En algún momento pensamos que la operación no se podría hacer. Fueron unos minutos muy duros. Pueden tener buenos sueldos, pero detrás de cada jugador hay una familia, una vida. Y teníamos a tres jugadores pendientes de saber dónde vivirían 24 horas después”, explica el entorno de Griezmann. Al final, la carambola se pudo cerrar a tiempo. Saúl Ñiguez, medio llorando, se iba a Londres para jugar en el Chelsea. Antoine Griezmann vuelve al Atlético para levantar la cabeza después de dos años duros. Y Luuk de Jong aterriza en el Camp Nou cuando, pocas horas antes, no se habría podido imaginar nunca que sería barcelonista.

La directiva del Barça hacía meses que intentaba vender a Griezmann. Desde el comienzo, su nombre era una prioridad. “La situación económica heredada obliga a decisiones como esta. Griezmann es un gran jugador, pero tenía un salario alto y buen mercado, a diferencia de otros. Y necesitábamos recortar sueldos y dinero”. Al final, el Barça no podrá recibir dinero en concepto de traspaso, a pesar de que se va al Atlético cedido con una opción de compra obligatoria. Por suerte para el Barça, el dinero llegó ayer vendiendo a Ilaix y Emerson. Y se ahorra mucho en sueldos sin Griezmann, el francés que llegó para reinar con Messi y que nunca se ha ganado el corazón del barcelonismo.

El francés ya aterrizó mal. En 2018, cuando su fichaje estaba hecho por el Barça, decidió quedarse un año más en un Atlético que había recibido una sanción que no le permitía fichar un año. Fue un gesto de amor a un club que se lo había dado todo, pero le conllevó la enemistad de buena parte del barcelonismo, que no lo perdonó cuando vio el vídeo, llamado La decisión, que hizo para explicar su futuro. Gran amante de los deportes norteamericanos, se inspiró en un vídeo parecido de LeBron James con el apoyo de Cosmos, la empresa de Piqué. El defensa, de hecho, ha sido uno de los que más se ha esforzado para facilitar la integración del jugador en el Barça cuando llegó al Camp Nou en 2019. Más de un jugador lo criticaba por detrás, pero con el paso de los meses se ganó el corazón de todo el mundo. En el Barça, todo el mundo habla bien de Griezmann como persona. Pero el francés ha explicado a su entorno que le ha costado mucho adaptarse al Barça, porque aterrizó en un vestuario roto en clanes, triste por la derrota de Liverpool y enemistado con la directiva. “Ha alucinado mucho con todo lo que ha visto en el Barça”, explican. En dos años ha visto unas elecciones, al presidente que lo fichó detenido, el burofax de Messi... de todo. “No ha ayudado a que se integrara, porque siempre rinde mejor en grupos humanos con buen ambiente”, dicen de él. Y mira que lo intentó, celebrando los goles con purpurina, colgando mensajes en las redes en catalán y participando en campañas benéficas.

El cambio de directiva lo cambió todo en el Barça. Lionel Messi, que quería irse cuando estaba Bartomeu, después quería quedarse con Laporta. Griezmann, en cambio, entendió que quizás le tocaba irse. No porque fuera decisión suya, no. En el entorno del francés no gustó descubrir en la prensa, o hablando con terceros, que desde la dirección deportiva azulgrana su nombre era ofrecido dentro de operaciones de mercado. "A Antoine le hizo daño", explican, cuando descubrió que lo estaban subastando para tratar de solucionar la grave situación económica del club. Griezmann, aún así, estaba decidido a seguir en el Barça. Pero por dentro ya empezaba a valorar la posibilidad de volver al Atlético una vez el club le habló de esta posibilidad. Ya antes de saber que Messi se iba, el jugador ya explicaba que su prioridad era seguir en el Camp Nou pero que, si le tocaba irse, solo preveía volver con Simeone. 

La noticia del adiós de Messi parecía alterarlo todo. Griezmann pensó que el club ya no estaría interesado en desprenderse de él, porque sin el argentino ya se ahorraba suficiente dinero y se perdían goles. El francés asumió que le tocaría dar un paso adelante, ser uno de los líderes del equipo. Pero eran los mismos días en los que el área económica del club ponía encima de la mesa la necesidad de seguir vendiendo a futbolistas, porque las previsiones económicas de futuro no tenían buena pinta. A raíz de la posibilidad de seguir sufriendo graves pérdidas la temporada 2022-23, el nombre de Griezmann volvió a ser el escogido para ponerlo en el mercado. Y él dejó claro que el único destino tenía que ser el Wanda. Y dicho y hecho, a pesar de que el entorno del jugador admite que no se creyeron que sería posible este regreso hasta el último día de mercado. Antes parecía demasiado complicado.

Al final, Griezmann con el Barça ha ganado tan solo una Copa, a pesar de que venía para ganar la Champions. Ha marcado 35 goles en 102 partidos, sin acabar de dar nunca el paso adelante que todo el mundo esperaba. El último recuerdo será él recibiendo algún pitido contra el Getafe, cuando ya sabía que lo querían mandar a Madrid pero se pensaba que seguramente seguiría en Barcelona. Griezmann llegó a cámara lenta. Y se marcha de madrugada de forma improvisada.

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