Guerra abierta entre Verstappen y Hamilton: accidente espectacular y Mundial abierto
Un choque entre los dos deja fuera al piloto de Red Bull y enciende la polémica mientras el británico se proclama vencedor
Barcelona"¡No nos rendimos nunca!", gritaba Hamilton por la radio después de atravesar la línea de meta. Con la grada de Silverstone enloquecida, con aficionados de pie gritando y aplaudiendo al héroe nacional, Lewis Hamilton ha protagonizado un fin de semana para el recuerdo. Después de verse superado en los últimos grandes premios por Max Verstappen, el británico ha resurgido y ha dado un golpe sobre la mesa de cara al Mundial: ha recortado la distancia a solo 7 puntos. Con su rival directo fuera del asfalto, después de eliminarlo en un choque en la primera vuelta, el piloto de Mercedes ha tenido que remontar, gestionar una penalización y hacer un tiempo récord para llevarse el trofeo a su casa.
Hamilton aprendió la lección de la carrera corta del sábado y no ha vuelto a cometer los mismos errores. Con una salida excepcional por la zona sucia de la pista, se ha enganchado a la rueda de Verstappen antes de la primera curva. Los dos pilotos han ido a fondo desde los primeros instantes de la carrera, con adelantos constantes y al límite, y han escenificado una lucha como hacía años que no se veía en la Fórmula 1. A pesar de mantener la primera posición después de que se apagaran los semáforos, Verstappen se ha visto asediado por Hamilton desde la primera curva hasta que el británico ha chocado con la rueda derecha trasera del Red Bull y ha provocado que el monoplaza del neerlandés saliera disparado fuera del asfalto a más de 300 km/hora. El choque ha sido duro y el muro de neumático no ha podido soportar el fuerte impacto y se ha roto. Verstappen ha salido andando del monoplaza instantes antes de que el safety car saliera a la pista. La bandera roja ha ondeado en Silverstone y todos los pilotos han vuelto a los boxes.
La guerra ha empezado por la radio. Tanto Mercedes como Red Bull han presionado por las olas a Michael Masi (director de carrera) para defender a sus pilotos mientras los comisarios decidían quién era el culpable del accidente. Con los monoplazas parados durante más de 15 minutos en la salida de los boxes, las discusiones y las comunicaciones han sido constantes y finalmente, minutos después de que se retomara la carrera con una nueva salida desde la parrilla, Hamilton ha sido sancionado con 10 segundos. La carrera volvía a empezar y el heptacampeón del mundo salía con desventaja.
El Ferrari no aguanta la presión
En la que ha sido, en la práctica, la tercera carrera del fin de semana, Charles Leclerc se ha apoderado del liderato después del incidente entre Verstappen y Hamilton. Con una salida contundente, el monegasco ha abierto espacio y ha ido alejándose del resto de pilotos, mientras empezaba a sufrir problemas en el motor de su Ferrari. Con el liderato en la mano durante todo el Gran Premio, Leclerc ha luchado contra los elementos para llevarse el trofeo, pero Hamilton todavía tenía que decir la última palabra. El británico, alentado por los miles de aficionados que lo acompañaban desde las gradas, ha ido vuelta tras vuelta recortando un segundo al piloto de la escudería italiana.
Sin su máximo rival sobre el asfalto, el británico era consciente de que era su oportunidad de dar un paso adelante en el Mundial. Hamilton se ha ido acercando hasta que se ha enganchado a la rueda del monegasco, que no ha podido hacer nada más que resistirse unas cuantas curvas hasta ver el Mercedes sobrepasarlo en la misma curva donde Hamilton había tenido el choque con Verstappen, que claramente ha condicionado el Gran Premio. Bandera británica en mano, Hamilton se ha marchado corriendo hacia las gradas para celebrar con sus seguidores que ha vuelto más fuerte que nunca. En tierras inglesas hacían falta alegrías como esta siete días después de la derrota en Wembley en la final de la Eurocopa.