Juegos Olímpicos

Anna Tarrés reina con China y la natación artística española vuelve al podio 12 años después

La plata la gana Estados Unidos de Andrea Fuentes, por delante de España en un podio forjado todo él en Barcelona

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El ejercicio acrobático de la selección española de natación artística

Enviado especial a ParísLa natación artística española, con las catalanas Iris Tió, Meritxell Ferré, Meritxell Mas y Paula Ramírez en el equipo –junto con las madrileñas Blanca Toledano y Lilou Lluis y las sevillanas Marina García y Alisa Ozhogina–, ha conseguido la medalla de bronce en el concurso por equipos de los Juegos de París. Éste es el regreso al podio de un equipo estatal de esta disciplina por primera vez desde Londres 2012.

El equipo entrenado por la japonesa Mayuko Fujiki ha acabado por detrás en el podio de dos equipos que, para triunfar, decidieron apostar por talento catalán. China, imperial en los tres días de competición, ha ganado el oro gracias a Anna Tarrés, la mujer responsable de que la natación artística cuando todavía se llamaba "natación sincronizada" ocupara un espacio central en la agenda olímpica española. El oro por equipos le faltaba a su palmarés. Hoy lo ha logrado en unos Juegos sin sus eternas rivales, las rusas, campeonas durante muchos años. La segunda posición la ha conseguido Estados Unidos, que apostó hace unos años como entrenadora por Andrea Fuentes, la excampeona de Valls. En los tres cajones del podio, pues, está el trabajo realizado en el CN Kallípolis de Barcelona, el club clave en la natación artística en España.

En la jornada de hoy, en un centro acuático de Saint-Denis lleno hasta los topes, España ha ofrecido un programa espectacular mezclando el Carmina Burana de Carl Orff y el hip-hop de Eminem. Pese a apostar por un programa complicado, la actuación fue puntuada peor que las francesas, que entusiasmaron convirtiendo la piscina en el Moulin Rouge, a ritmo de cancan. Pero en la general, España quedaba por encima de las anfitrionas, obligadas a esperar lo que hacían las japonesas, estadounidenses y chinas, que actuaban después. Japón ya ha hecho un buen ejercicio, pero ha terminado detrás de Francia y España. El equipo estatal se aseguraba medalla y esperaba un fallo de las estadounidenses para intentar tener la plata. No ocurrió. La actuación norteamericana ha sido memorable, con Andrea Fuentes celebrando cada ejercicio realizado con éxito dando saltos eufórica. Luego cerró el programa China, que bajo la mirada calmada de Tarrés clavó su programa. El oro era suyo.

Anna Tarrés, imparable

China ha dominado el concurso los tres días con gran superioridad. Técnicamente han sido impecables. Sus ejecuciones, las mejores. Quizás menos expresivas artísticamente, pero el trabajo de Tarrés se ha notado. Es un regreso por la puerta grande de la barcelonesa, que en el 2021 en los Juegos de Tokio vio cómo un brote de cóvid-19 obligaba al equipo griego, donde entrenaba, a retirarse. Si España no ganaba nada desde que se había marchado en el 2012, ahora que lo ha conseguido es el mismo día que ella recibe una medalla de oro. Tarrés llegó a China en febrero de 2023.

El equipo chino de natación artística.

La catalana ganó cuatro medallas olímpicas y 52 medallas en otras competiciones cuando dirigió a España, pero en el 2012 fue despedida en un caso mediático donde se vio acusada de mala praxis por algunas exnadadoras, que dijeron de ella que era demasiado dura trabajando. Tarrés, que ganaría una demanda por el despido contra la Federación Española, deja claro que "no ha cambiado" su forma de trabajar: "Si quieres ganar, es necesario trabajar fuerte". En China ha encontrado una generación de deportistas sacrificadas que ya tenían cultura del trabajo, pero necesitaban trabajar la parte artística, la parte expresiva. "A diferencia de otros trabajos del pasado", recalca la barcelonesa, que se ha hecho acompañar por el director musical a Arnau Vilà en esta aventura.

Andrea Fuentes, "cambiar las reglas del juego"

Para Andrea Fuentes, esa plata es un gran éxito. Si como nadadora ganó cuatro medallas olímpicas, llega este premio a años de trabajo, ya que en los Juegos de Tokio las cosas no fueron bien, al quedar fuera de la fase final por poco, cuando creía que se clasificaría. "Acabé con el corazón roto, pero más decidida que nunca en perseverar", explicaba antes de París. Estados Unidos no ganaba una medalla olímpica en esta modalidad desde el 2004, al ser una disciplina sin las ayudas que tienen otros. "Muchas de mis nadadoras trabajan para pagarse el piso", explica. Ahora no sólo han vuelto a unos Juegos, sino que han conseguido subirse al podio gracias al trabajo de Fuentes con la ayuda de su marido, Víctor Cano, olímpico en gimnasia artística en 2000 y 2004, que ayuda en la parte artística. Juntos han celebrado el éxito de su equipo, abrazados al final del programa.

El equipo estadounidense de natación artística.

Fuentes, que no deja de dar vueltas a todo intentando crear rutinas de entrenamiento en las que con seis horas al día se pueda el trabajo que antes se hacía en ocho, explica que una de las claves ha sido "pedir a las nadadoras algo: Be a game changer'. Es decir, cambiar las reglas del juego. "Yo quiero que estas chicas hagan evolucionar este deporte, no que simplemente sigan lo que toca hacer. Quiero que aporten al deporte cosas y que lo mejoren. Este es uno de nuestros valores como equipo y uno de nuestros objetivos: hacer que este deporte vaya a un sitio mejor gracias a nuestra aportación. Por eso nuestras coreografías, nuestros elementos y nuestra filosofía son un poco diferentes, porque creemos en la evolución”. Lo ha conseguido, de forma impresionante, con un ejercicio donde las nadadoras imitaban el moonwalk, el paso de danza que popularizó Michael Jackson.

La primera medalla de Mayu

El equipo español debutó el lunes con la segunda posición en la general tras la rutina libre, cuando saltó al agua haciendo con los cuerpos la palabra París, pero el martes, tras la rutina técnica, vio cómo era superado por las estadounidenses, que pasaban de ser terceras a ser segundas. La lucha de España en la última jornada, el día de las acrobacias, era por la tercera posición, contra Francia y Japón, la tierra natal de la seleccionadora Mayuko Fujiki, la Mayu, como todo el mundo la conoce, olímpica en 1996 y discípulo de Anna Tarrés como ayudante muchos años.

Fujiki ha visto cómo finalmente consigue el premio a siete años de trabajo, en los que ha creado su propio estilo de liderazgo, alejado del de su admirada Tarrés. Éste han sido los primeros Juegos, por cierto, donde se ha invertido el orden del calendario y se ha empezado con el equipo grande en lugar de los dúos. El viernes y el sábado será el turno de la catalana Iris Tió y la sevillana Alisa Ozhogina, que intentarán subir al podio por segunda vez en pocos días.

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