"Es necesario un QR incluso para ir a tomar un café": los Juegos Olímpicos convierten París en un caos

Las competiciones en el centro de la ciudad y la ceremonia de inauguración en el Sena obligan a cerrar calles y paradas de metro

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El blindaje del Sena por los Juegos Olímpicos, el quebradero de cabeza de los turistas

ParísMoverse por París estos días, a las puertas de los Juegos Olímpicos, es un infierno. Hay decenas de paradas de metro cerradas, cientos de calles cortadas, puentes y muelles del Sena inaccesibles. No se puede pasear por los Camp de Mart ni por Trocadero ni por la plaza de la Concordia. Desplazarse en autobús es algo más que complicado porque la mitad de la ciudad está cerrada al tráfico. En bicicleta o andando tampoco es fácil. El Ayuntamiento de París incluso pidió a la organización de París 2024 que "repense" la instalación de vallas de seguridad para facilitar los desplazamientos en bici ya pie.

La razón del caos es que buena parte de las competiciones olímpicas se harán en la ciudad, en escenarios espectaculares que se han creado, literalmente, en plena calle. La plaza de la Concordia acogerá las pruebas de ciclismo freestyle o el breakdance –que por primera vez es un deporte olímpico–, a los pies de la Torre Eiffel se podrá ver el voley playa, en el Camp de Mart se podrá ver el judo y en los Inválidos se harán las pruebas de tiro al arco. Desde hace días, los sitios de las pruebas olímpicas y todo su entorno están completamente cerrados.

También será espectacular la ceremonia de inauguración, que se celebrará en el Sena y ha obligado a cerrar ya desde este jueves, por cuestiones de seguridad, todos los laterales del río –muelles y calles incluidas– y algunos puentes. De hecho, para poder acceder a las áreas restringidas, los vecinos, trabajadores o clientes de hoteles y restaurantes necesitan un QR que sólo se puede conseguir vía online y después de enviar numerosa documentación. Muchos turistas llegan sin estar a cuento. Estos días, los policías que custodian las 44.000 vallas de seguridad que se han puesto se pasan el día explicando cómo pueden a los turistas que no pueden pasar.

Reserva obligatoria

Algunos de los bares y restaurantes de estas zonas han optado por cerrar. A otros les han obligado a sacar las terrazas durante los Juegos porque se encuentran en zonas consideradas "sensibles". El cierre obligado de terrazas afecta aproximadamente al 6% de los bares y restaurantes de la ciudad. Algunos monumentos emblemáticos, como la Torre Eiffel, sufren también restricciones. Durante los Juegos sólo podrá accederse si se ha comprado previamente, por internet, la entrada. Y el 26 de julio, día de la inauguración de los Juegos, permanecerá cerrada. Para visitar el Museo del Louvre también será obligatorio haber comprado previamente la entrada y el acceso por la pirámide está cerrado.

Hacer turismo antes y durante el evento olímpico puede ser una carrera de obstáculos. “Está todo ultracomplicado. Nos estamos planteando irse... No hemos podido ver nada. No se puede pasar por ninguna parte: teníamos entradas para ir a la Torre Eiffel y no hemos podido llegar. Es imposible", explica Natalia, una turista catalana que ha viajado a París con su familia y se desplaza con un pequeño vehículo motorizado para personas con problemas de movilidad.

Baja ocupación hotelera

Las restricciones y precios anormalmente elevados de los alojamientos de París o de los transportes públicos –el billete sencillo del metro ha pasado de 2,15 euros a 4 euros– ha asustado a los turistas que cada julio y agosto llenan la ciudad. Desde el inicio del verano, la ocupación de los hoteles ha sido un 25% por debajo de lo que estuvo durante el mismo período del año pasado y muchos hoteles, que habían triplicado los precios, no han colgado el cartel de completo por las dos semanas de los Juegos Olímpicos.

"París está vacío. La circulación es casi imposible por todas las calles cerradas. En algunas zonas incluso es necesario un QR para ir a tomar un café", lamentaba esta semana el presidente de la patronal de hostelería de la región parisina (UMIH), Frank Delvau, en la revista Capital. En los últimos días, los precios han empezado a descender y ya se pueden encontrar habitaciones en París por un precio similar al del resto del año. El número relativamente bajo de reservas ha sido un jarrón de agua fría para el sector. Sin embargo, confían en las reservas de última hora.

París espera acoger a unos 15 millones de personas durante los Juegos Olímpicos, una cifra que pondrá a prueba los transportes públicos, que llevan ya tiempo en el límite de la saturación. El gobierno de la región de París ha reforzado algunas líneas de tren y metro, pero se espera un gran aumento de usuarios durante el evento deportivo, sobre todo porque está prohibido llegar en coche o moto a los lugares donde se celebran las competiciones olímpicas . Tampoco se puede aparcar en las inmediaciones. El gobierno ha hecho un llamamiento a las empresas para que opten por el teletrabajo durante los Juegos Olímpicos, para intentar que los parisinos utilicen lo menos posible los transportes públicos en hora punta.

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