Futbol

Luis Rubiales dimite tres semanas después del beso no consentido a Jenni Hermoso

El dirigente abandona la presidencia de la RFEF después de que la Fiscalía le haya denunciado por agresión sexual y coacciones

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Luis Rubiales celebrando el Mundial.

BarcelonaFinalmente, Luis Rubiales ha dimitido como presidente de la Real Federación de Fútbol Español (RFEF) y como vicepresidente de la UEFA. Lo ha hecho público a través de una carta en la que afirma que no quiere "que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña desproporcionada" y en la que también denuncia que se marcha porque hay "poderes fácticos" que no le dejarían volver a ocupar el cargo. La renuncia se produce después de que la jugadora Jenni Hermoso formalizara una denuncia ante la Fiscalía por el beso en la boca no consentido que Rubiales le hizo en la entrega de medallas del Mundial de Australia. Tras este movimiento de la delantera madrileña, que ya está en México para continuar su carrera profesional en el Pachuca, la Fiscalía de la Audiencia Nacional denunció al dirigente andaluz por agresión sexual y coacciones.

Contenido íntegro de la carta de Rubiales

"Hoy he transmitido a las 21.30 h al presidente [de la RFEF] en funciones, Pedro Rocha, mi renuncia al cargo de presidente de la RFEF. También he informado de que he hecho lo mismo con mi cargo en la UEFA para que mi lugar como vicepresidente pueda ser ocupado. Después de la rápida suspensión realizada por la FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo. Insistir en quedarme no contribuirá a nada positivo, ni para la Federación ni para el fútbol español. Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta. Aquí queda la gestión de mi equipo y, sobre todo, la felicidad que me llevo por el enorme privilegio de estos más de cinco años al frente de la RFEF", dice al inicio de la carta.

"No quiero que el fútbol español pueda resultar perjudicado por esta campaña tan desproporcionada y, sobre todo, tomo esta decisión después de haberme asegurado que mi marcha contribuirá a la estabilidad que permitirá que tanto Europa como África sigan unidas en el sueño del 2030, que permitirá llevar a nuestro país el mayor acontecimiento del mundo. Tengo que mirar hacia delante, mirar hacia el futuro. Ahora hay algo que me ocupa con firmeza. Tengo fe en la verdad y haré todo lo que esté en mis manos para que prime... Mis hijas, mi familia y la gente que me quiere han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo. Desde aquí envío a todos los trabajadores, asambleístas, federativos y gente del fútbol en general un fuerte abrazo, y les deseo mucha suerte. Gracias a todos los que me han apoyado en estos momentos ", cierra Rubiales.

El dirigente dimite tres semanas después de la consecución del Mundial por parte de la selección española femenina, un hito histórico para toda una generación de futbolistas que siempre quedará marcada por la actitud del presidente mucho más allá de los hechos que protagonizó a raíz de la victoria contra Inglaterra, en la que cogió a Hermoso de la cabeza antes de darle un beso en la boca y antes, en el palco del estadio, se cogió los testículos para celebrar la victoria cuando estaba junto a la infanta Sofía y la reina Letizia.

Tres semanas de polémica

El episodio degeneró horas después cuando, en una entrevista en la cadena Cope, se defendió de las críticas de mala manera tildando de "idiotas" y "estúpidos" a quienes las pronunciaban. El dirigente de Motril intentó apagar la polémica con un vídeo difundido por la RFEF en el que reconocía que "seguramente" se había equivocado, pero eso no ocurrió, porque desde el gobierno español fue instado a hacer una disculpa más contundente y su posición se enrocó hasta el punto de que a finales de la semana posterior al beso, cuando todo el mundo creía que dimitiría como presidente de la RFEF, dio marcha atrás en una asamblea extraordinaria convocada para la ocasión. Un encuentro en el que recibió el aplauso de sus colaboradores y se situó como una víctima del "falso feminismo".

Al día siguiente de este discurso, la FIFA le suspendió provisionalmente como presidente de la RFEF y Pedro Rocha lo sustituyó al frente del estamento. Pero en ese momento la presión contra su figura aumentó hasta el punto de que todas las jugadoras aseguraron que no volverían a la selección española hasta que no cambiaran sus dirigentes. En este sentido, hace unos días Rocha cesó al seleccionador Jorge Vilda, uno de los grandes socios de Rubiales durante estos años en la Federación. Le sustituye Montse Tomé, su ayudante durante el Mundial.

La noticia de su dimisión ha provocado una reacción en cascada de muchos dirigentes políticos de izquierdas, que han utilizado la etiqueta #seacabó, como la ministra de Igualdad, Irene Montero, o la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. De hecho, desde el gobierno central se intentó la inhabilitación de Rubiales mediante una denuncia del Consejo Superior de Deportes en el Tribunal Administrativo del Deporte, pero el máximo estamento estimó sólo como "grave" la actitud del ex jugador . Con este dictamen en mano, el CSD se quedó sin argumento para lograr un objetivo que finalmente ha precipitado la vía penal que se ha puesto en marcha en la Audiencia Nacional.

En su carta, Rubiales no hace ninguna referencia al fútbol femenino ni a la jugadora afectada, y ni siquiera repite las disculpas que dio en su día por su comportamiento. Pone énfasis en que se siente perseguido por un sector de la población, así como ha denunciado a su familia más cercana, y justifica su renuncia con la concurrencia de España en la carrera por acoger el Mundial del 2030.

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