El Madrid sigue teniendo siete vidas y sale vivo de Múnich (2-2)

BarcelonaPor una vez, parecía que el Madrid probaría la medicina que ellos suelen administrar a los rivales. Pero el equipo de Carlo Ancelotti tiene siete vidas, siempre se levanta cuando parece que le han dejado fuera de combate. En un partido eléctrico, de ida y vuelta, el Bayern desperdició una gran ocasión para ponerse por delante en las semifinales de la Champions, tras un inocente penalti del coreano Kim Min-jae a siete minutos del final. No puedes hacerle regalos al Madrid, ya que siempre los aprovecha. Y Vinícius marcó el tanto del 2 a 2 que deja al Madrid algo más cerca de la final de Wembley.

El equipo local, que vive una temporada muy triste en la liga, donde ha sido barrido por el Bayer Leverkusen, se zampó al Madrid en unos primeros 25 minutos eléctricos. El estadio se había teñido de rojo para animar a los hombres de Thomas Tuchel, un ambiente de esos que ponen los pelos de punta, con un precioso mosaico recordando a Franz Beckenbauer. Pero el Bayern perdonó. Mala idea, frente al Madrid. El equipo de Ancelotti parece gozar, con estos escenarios. Y después de dos paros de Lunin, hizo el 0-1 en la primera ocasión que tuvieron, con asistencia de Kroos y gol de Vinícius. El gol dejó tocado a un Bayern que pudo recibir el 0-2 en ataques verticales de un Madrid en el que Bellingham, que acabó cojo, no tenía el día.

El Bayern reaccionaría en la segunda parte gracias a una jugada individual de Leroy Sané, primero, ya un penalti de Lucas Vázquez sobre Musiala que transformó el inglés Harry Kane. Poco antes, Tuchel había cambiado a jugadores de banda, y había conseguido dar vida a Musiala, letal en cada acción en una segunda parte en la que los bávaros hubieran podido hacer más goles. En un abrir y cerrar de ojos, el Bayern se puso delante y disfrutó de buenos minutos de juego. Pero el Madrid siempre te da un susto cuando parece peor. Y logró encontrar el gol del empate en una buena jugada de Rodrygo en la que el brasileño expuso los problemas del defensa coreano Kim Min-jae, que no tuvo el día.

Ahora el equipo de Thomas Tuchel tendrá que buscar ganar la próxima semana en el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu si quiere volver a una final de la Champions cinco años después del último golpe.