RCD Espanyol

Los errores de siempre estropean la fiesta de cumpleaños del Espanyol

Un grave error de Óscar Gil y un penalti fallado por Braithwaite sentencian a los blanquiazules en el Molinón

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Campuzano, formado en la cantera del Espanyol, marcó el segundo tanto del triunfo del Sporting
  • FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO
  • Sporting Gijón: Yáñez; Pascanu (Izquierdoz, 87'), Insua, Róber Pier, Cote; Hassan, Nacho Méndez, Roque Mesa (Varane, 67'), Gaspar (Rivera, 87'); Otero (Djuka, 76') y Campuzano (Queipo, 76'). Entrenador: Miguel Ángel Ramírez
  • Español: Pacheco; Óscar Gil, Calero, Cabrera (Víctor Ruiz, 46'), Brian Oliván; Jofre (Salvi, 70'), Gragera (Expósito, 70'), Aguado (Keita Balde, 82'), Puado; Pere Milla (Melamed, 54') y Braithwaite. Entrenador: Luis García
  • Goles: 1-0 Otero (34'), 2-0 Campuzano (69')
  • Árbitro: Cordero Vega (Comité Cántabro)
  • Tarjetas amarillas: Otero (32'), Óscar Gil (34'), Róber Pier (45'), Puado (59'), Cote (76'), Djuka (84'), Pascanu (86')
  • Tarjetas rojas: ninguna
  • Estadio: El Molinón, 19.951 espectadores

El Espanyol sopló las velas por su 123 aniversario con disgusto en forma de derrota para olvidar ante el Sporting (2-0), que le pasó por encima en la clasificación. Un obstáculo que aleja a los blanquiazules a dos puntos de las zonas de ascenso directos y, el más preocupante, corroboró una involución en el juego. El Molinón, estadio en el que aún no ha ganado ningún visitante este curso, también pasó por encima de un Espanyol que ha entrado en una dinámica preocupante: suma tres de los últimos doce puntos y está lejos de demostrar que tiene la mejor plantilla de la categoría . La situación no es, todavía, ni mucho menos dramática, pero las sensaciones que muestra el equipo en muchos tramos son preocupantes. Lejos de ganar por su talento, el Espanyol ha dejado de ser superior a sus rivales y ha perdido la capacidad para reaccionar en pleno partido. Una dinámica muy arriesgada en Segunda.

Luis García propuso un once repleto de atacantes, pero la responsabilidad arriba la asumió el más joven e inexperto de todos, Jofre Carreras. Los blanquiazules canalizaron todas las ofensivas del primer tiempo por el extremo. Tanto Braithwaite como Pere Milla y Puado le buscaban con insistencia, seguramente una indicación desde el banquillo para potenciar el juego exterior de uno de los pocos especialistas en la materia que existe en la plantilla. Las botas de Jofre dispusieron de hasta tres remates, el más peligroso en el minuto 4, cuando Yáñez le sacó con el pie un claro mano a mano. El guardameta del Sporting, que tuvo mucho más trabajo que Pacheco, también salvó con una gran mano un disparo de Puado desde el centro del campo que estuvo bastante cerca de abrir la lata.

El Espanyol parecía tener el partido medianamente controlado, neutralizando bien al Sporting y generando ocasiones de peligro, cuando volvió a cometer uno de esos fallos defensivos flagrantes que le han llevado a sufrir dos descensos en los últimos años. En el Molinón, fue Óscar Gil, un sospechoso habitual que casi sale a error por partido, quien tras un pase atrás fallido se dejó mangar la cartera por el exespañolista Campuzano, que habilitó a Otero. El colombiano no desaprovechó el mano a mano con Pacheco para firmar el 1-0 en el primer remate local entre los tres palos. Que el Espanyol esté echando mucho de menos a Omar, un joven de apenas 20 años que ha debutado este año con el primer equipo, no hace más que confirmar la errática planificación deportiva con respecto a esta demarcación. Lo sorprendente de todo es que a principios de verano dejó escapar un lateral derecho formado en casa, Víctor Gómez, que ahora juega la Champions con Braga.

Las prisas obligaron a reaccionar a Luis García, que tras el descanso hizo redebutar a Víctor Ruiz en el lugar de Cabrera para intentar una salida más nítida desde atrás. También entró Melamed, que ha pasado de indiscutible a suplente, por un Pere Milla irrelevante en ataque. Los cambios no alteraron demasiado el guión, ya que en el tramo final el Sporting se protegió y logró que, sobre el césped, no pasara nada. Campuzano firmó el segundo en un córner mal defendido. Por si fuera poco, Yáñez detuvo un penalti a Braithwaite a un cuarto de hora para el final que habría dado la vida al Espanyol en los minutos finales. Los blanquiazules, ofuscados, siguen perdiendo una sábana en cada colada. El Espanyol ha entrado en fase de desánimo.

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