Las monedas en el aire de uno de los clubes más austeros de Europa

BarcelonaEl Espanyol 2024-25 luchará por la permanencia sin grandes traspasos ni sueldos desorbitados. La directiva marcada por Chen Yansheng en el área deportiva fue bastante clara: este verano la inversión en refuerzos sería casi nula. Esto ha obligado al director deportivo, Fran Garagarza, a buscar soluciones imaginativas para reconstruir la plantilla. Todo esto se explica por las turbulencias económicas causadas por la pandemia, dos descensos y la gestión de anteriores direcciones deportivas. Las pérdidas acumuladas y las dificultades para generar ingresos ordinarios han propiciado que la propiedad opte ahora por incorporaciones low cost. La última, Walid Cheddira, anunciado este martes.

Económicamente, las cesiones son una solución a corto plazo para el Espanyol, que arrastraba varios años ahogado por las amortizaciones de fichajes bastante caros que redujeron el fair play disponible a la mínima expresión. El 30 de junio del 2025 acabarán contrato once jugadores de la plantilla actual (entre ellos Puado, Aguado y Brian Oliván), lo que podría permitir liberar aún más demasiado salarial. Ahora bien, a medio y largo plazo tener menos jugadores en propiedad implica disponer de menos activos para vender y, por tanto, menos posibilidades de generar ingresos extraordinarios.

El Espanyol no ha querido hacer públicas las condiciones económicas de las cesiones, que en algunos casos incluyen una pequeña contraprestación económica. Sin embargo, cerrará el verano siendo uno de los clubs más austeros de Europa. Un escenario radicalmente opuesto al de su próximo rival: el Atlético de Madrid, al que visitará este miércoles (21.30 h, M. LaLiga), ha invertido 185 millones este verano.

Cuando faltan cuatro días para que se cierre el mercado, sólo ocho clubs aún no han invertido ni un euro en refuerzos. Y uno de ellos, el Liverpool, acaba de cerrar la compra de Giorgi Mamardashvili, el guardameta del Valencia, por más de 35 millones. Los otros que todavía no han gastado ni un euro en fichajes son Rayo Vallecano (Liga), Empulo (Serie A), Bochum (Bundesliga) y Stade de Reims, Montpellier, Le Havre y Angers ( Ligue 1).

Jugadores “con hambre”, obligados a adaptarse rápidamente

La dirección deportiva ha peinado el mercado en busca de jugadores "con hambre", que elevaran el talento de la plantilla, que encajaran en las limitaciones económicas y que quisieran más protagonismo en un club donde tendrán minutos. Las cinco cesiones anunciadas hasta ahora son jugadores por los que se llegó a pagar 58 millones de euros entre el 2019 y el 2023. Una cifra que crece hasta los 65 millones con Cheddira, delantero marroquí por el que el Nápoles pagó 7 millones el verano pasado. "Ahora mismo no tenemos capacidad para tener jugadores de este nivel en propiedad", admitió Garagarza hace algunas semanas.

En algunos casos son monedas en el aire para un Espanyol obligado a asumir ciertos riesgos ante la falta de dinero y que apuesta por jugadores que hasta ahora han tenido poco protagonismo básicamente por lesiones. Marash Kumbulla, por quien el Roma pagó 29,5 millones al Hellas Verona, sólo ha disputado 820 minutos en los dos últimos años por una decena de lesiones. La más grave, una rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla.

Alejo Veliz, por quien el Tottenham pagó 15 millones a Rosario Central, también jugó poco por problemas en la misma zona y una difícil adaptación al club londinense y al Sevilla, donde se marchó cedido en enero. Cardona sí encontró en el mercado invernal un punto de inflexión: pasó del ostracismo en el Augsburgo a firmar 11 goles en el ascenso con el Saint-Étienne en la Ligue 1. Král, a su vez, fue perdiendo protagonismo en la Union Berlin. Sí tuvieron continuidad Tejero, en el Eibar, y Romero, que combinó el filial y el primer equipo del Villarreal. Ahora el Espanyol, sin puntos ni goles, los necesita.