El gran reto de ser madre y campeona olímpica al mismo tiempo

SabadellLa pequeña Clara ya se ha acostumbrado al ruido y al color de la piscina. Abrió los ojos mientras todo el mundo felicitaba a su madre. Quince meses después de su último partido, Judith Forca (Sabadell, 1996) volvió a jugar un partido de waterpolo en el triunfo de su equipo, el CN ​​Sabadell, sobre el CN ​​Mataró en la tanda de penaltis (14-12) el pasado miércoles. Forca, de 29 años, realizó dos asistencias en el primer partido que jugaba desde la final olímpica de París, cuando hizo realidad uno de sus sueños: ganar el oro olímpico. Luego vino un sueño aún más bonito, Clara. "Nerviosa, no lo estaba, pero tenía muchas ganas. Hace meses que me estoy entrenando y lo echaba de menos, poder jugar, el contacto con otro equipo, ponerme el bañador de waterpolo, el gorro... Muy contenta", explicó a Ràdio Sabadell.

Forca vuelve a competir acompañada por sus gentes. Juega en casa y este sábado ha saltado a la piscina de nuevo, en un partido de Champions, el derbi contra el Terrassa, ganado por las locales por 13 a 9. Forca estudió en la Escola Santa Clara, un centro privado concertado único en Catalunya donde estudian los deportistas con más futuro del CN ​​Sabadell. Toda una vida en un club con el que ha ganado ligas y Champions. Y también ha ganado una lucha, porque la directiva la acompañó para asegurarle que podría ser madre sin sufrir por el futuro de su carrera. "Tener un sueldo en el club me ha permitido dar el paso. He oído que hay contratos de deportistas que especifican que no se pueden quedar embarazadas. Es penoso, es un derecho de cualquier mujer y debe poder ejercerlo cuando quiera", explicó al ARA hace unos meses.

De hecho, el CN ​​Sabadell ha conseguido cambiar las normas de la Liga gracias al ejemplo de Forca y de Maica García, que también ha sido madre hace pocas semanas, cuando nació Olivia. En su caso, volverá a las piscinas después de Navidad. Maica no quiso perderse el regreso de Forca, claro.

Los embarazos de dos jugadoras de tanto peso llevó al Sabadell a pedir cambios en las reglas de la Liga en la Federación Española, que no tenía previsto qué hacer cuando una jugadora decidiera ser madre. Así, a partir de esta temporada los clubs podrán fichar fuera de las ventanas de mercado cuando una jugadora sea baja por embarazo gracias a las negociaciones con un CN Sabadell que también logró permiso para hacer jugar a las cinco jugadoras extranjeras que tiene el club en plantilla, ya que si una extranjera ocupa la baja de una jugadora local embarazada, se hace una excepción y no ocupa plaza de extranjera. El Sabadell tiene este año a cinco jugadoras de fuera: la húngara Natasa Rybanska, las estadounidenses Tara Prentice e Isabel Williams, la neerlandesa Van de Kraats y la griega Athina Giannopoulou. Williams, con sus paros, fue clave en el triunfo ante un magnífico Mataró que este año se ha reforzado mucho.

"Estamos muy contentos con esta resolución, que reconoce una situación tan natural como es el embarazo y permite a los clubes seguir compitiendo en igualdad de condiciones. Sin embargo, creemos que esta solución no debe ser puntual, y hay que seguir trabajando para resolver la cuestión de fondo, que es el tratamiento de los deportistas comunitarios dentro de la normativa vigente. unas semanas el presidente de la entidad, Claudi Martí.

"Tenía muchas ganas de volver, han sido unos quince meses sin jugar. Aporto lo que puedo en el equipo, pero tengo muchas ganas de seguir trabajando, y espero que poco a poco pueda aportar más", dijo Forca, que durante su embarazo ha sido asesorada por la exnadadora de artística Ona Carbonell, y fue precurso. Forca trabajó en el gimnasio durante buena parte del embarazo y volvió a entrenar lo antes posible, con el apoyo de su pareja y del club, para permitir encontrar el equilibrio entre estar con Clara y hacer su trabajo. "Lo más importante es el físico. Estoy trabajando y mis compañeras me ayudan, pero la gente cree que es mucho más difícil de lo que realmente es. Mentalmente, soy muy competitiva y quería jugar ya", dijo. Quince meses después de esa final de París que jugó con una vértebra fracturada, con un gran dolor, Judith Forca regresó a la piscina después de haber logrado ser la primera jugadora de waterpolo que puede compaginar el deporte de primer nivel y la maternidad. No será la última.