Fútbol

La otra sequía que sufre Catalunya (y que afecta al fútbol)

Sólo el 6% de los clubs de las tres primeras divisiones masculinas serán catalanes, el porcentaje más bajo del siglo XXI

BarcelonaCatalunya aún celebra las generosas lluvias de las últimas semanas, pero arrastra otra sequía que se acentuará a partir de septiembre y que afecta al fútbol. La comunidad autónoma con más jugadores federados y la segunda con más clubs de fútbol en España en 2023 sólo tendrá un 6,1% de los clubs en las tres principales categorías masculinas: Primera, Segunda y Primera Federación. Es el porcentaje más bajo del siglo XXI. La euforia que ha vivido este año Montilivi ha sido la excepción del fútbol catalán. Contrasta con las decepciones vividas en la Nova Creu Alta, el Nou Sardenya o el Narcís Sala, entre otros campos.

En la última década, Catalunya ha ido perdiendo representatividad en lo que se refiere al fútbol profesional y semiprofesional en las tres divisiones más elevadas. Durante cinco años, entre las temporadas 2012-13 y 2016-17, fue una de las comunidades con mayor peso cuantitativo: superaba el 12% del total de los clubs de estas categorías. De hecho, durante dos décadas, entre las temporadas 2000/01 y 2020/21, siempre hubo entre 12 y 15 clubes catalanes entre Primera, Segunda y Primera RFEF.

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Desde el curso 2021-22, cuando entró en vigor el cambio del formato –la Segunda B y la Tercera se transformaron en Primera, Segunda y Tercera RFEF–, Cataluña ha pasado a tener menos de una decena de equipos en las tres primeras categorías. Fueron 8 en la temporada 2021-22; siete la 2022-23 y la 2023-24 y serán sólo cinco la 2024-25, después de los descensos del Sabadell y del Cornellà a una categoría, la Segunda Federación, de donde este año no subirá ninguno de los ocho catalanes que participaban. Los cuatro que lo tuvieron más cerca, Europa, Badalona Futur, Sant Andreu y Lleida Esportiu, cayeron en las semifinales del play-off de ascenso frente al filial del Betis, Orihuela, Zamora y Ieclà.

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La próxima temporada, los únicos equipos catalanes de los tres primeros escalones del fútbol estatal serán el Barça y su filial, el Girona, el Espanyol y el Nàstic. Tres jugarán en Primera, los otros dos, en Primera Federació, después de caer a los play-offde ascenso a la categoría de plata. Es una tercera parte de los 15 clubes catalanes que militaron en alguna de estas tres categorías entre 2012 y 2017. Esta pérdida de protagonismo contrasta con las cifras correspondientes al 2023 del Anuario de Estadísticas Deportivas que el CSD ha publicado este viernes. Cataluña es la comunidad con más licencias federadas del Estado (199.598, un 15,9% del total).

La nación con más federados de España

De éstas, el 89,6% son hombres, mientras que sólo un 10,4% son mujeres. Le sigue de cerca Andalucía, con 194.529 federados. Esta última región lidera la lista en lo que se refiere a la cifra de clubes de fútbol: 5.676. Cataluña tiene 4.267, un 14,1% del total. Un peso destacado en la base, pero que la próxima temporada no será equivalente a la élite. Andalucía, en cambio, es la comunidad con más plazas en las tres primeras categorías, catorce (un 17,1%).

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Catalunya, de hecho, será la séptima comunidad con más equipos en Primera, Segunda o Primera RFEF la próxima temporada, ya que por encima también tiene la Comunidad Valenciana y el País Vasco con 10 equipos cada uno; Madrid, con nueve; y Castilla y León y Galicia, que tienen siete cada una.

Son varios los factores que explican el declive. "Es una mezcla de dos cosas: por un lado, hay equipos en Primera RFEF con un potencial económico superior y que, por tanto, pueden pagar salarios mucho más elevados a los de equipos como el Cornellà, el Sabadell o el Nàstic. También es clave acertarla con las direcciones deportivas, por lo que hace falta una estructura grande", explica un exdirectivo de la Federación Catalana de Fútbol (FCF) en el ARA.

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La presencia de una decena de filiales en el tercer escalón también es otro obstáculo. "Los clubes cada vez invierten más, y muchos jugadores los ven como un trampolín en categorías superiores", añade. Otras fuentes apuntan a un problema superior: "El fútbol catalán necesita una reforma a nivel competitivo muy importante. Hace falta un segundo grupo de equipos catalanes en Tercera Federación y sobran categorías inferiores donde los jugadores e incluso los árbitros se queman. Y esto es responsabilidad de la FCF". No es la única postura que defiende esta opción: "Si tenemos un presidente débil (en la FCF), el fútbol catalán será débil en Madrid. Es un presidente investigado que sólo preside de la federación que tiene más licencias. Pero la realidad es que otras federaciones territoriales con menos licencias ocupan más plazas en las categorías nacionales que Catalunya”.