Futbol

La UEFA y la Liga declaran la guerra a la Superliga europea

Barça, Real Madrid y Atlético, entre los fundadores de la nueva competición

La Champions League de la UEFA es la máxima competición de clubes del mundo.
19/04/2021
5 min

Guerra abierta en la élite del fútbol continental. Mientras la Superliga europea de clubes avanza y ya cuenta con 12 grandes equipos comprometidos a sacarla adelante -entre ellos, el Real Madrid, el Barça y el Atlético-, la UEFA, las federaciones y ligas estatales han estallado de rabia y ayer publicaron un duro comunicado conjunto que tildaba el proyecto de “cínico”. Pasada la media noche, los doce clubes fundadores hicieron oficial el nacimiento de los fundamentos de esta competición que sacudirá de arriba abajo el panorama futbolístico de Europa.

Después de años de rumorología y de conversaciones y reuniones entre bastidores de los presidentes de los grandes clubes del continente, la UEFA ve de verdad amenazada su gran competición, la Liga de Campeones, dado que la hipotética Superliga europea podría echar a andar a partir de la temporada 2022-2023 en un macroproyecto que, si bien se ha movido en la opacidad los últimos tiempos, ya es una realidad. “[La Superliga] es un proyecto que se basa en el interés de unos cuantos clubes en un momento en el que la sociedad necesita más solidaridad que nunca. Estudiaremos todas las medidas de las que disponemos, a todos los niveles, tanto judiciales como deportivas, para evitar que esto pueda pasar. El fútbol se basa en competiciones abiertas y en el mérito deportivo; no puede ser de otro modo”, dice el comunicado de la UEFA. 

Las palabras de la máxima entidad del fútbol europeo van dirigidas a los 12 grandes clubes de Europa que se han comprometido por escrito a sacar adelante una Superliga que cuenta con el Real Madrid de Florentino Pérez y con el Manchester United como principales impulsores. Además del conjunto blanco y de la entidad red devil, también han dado luz verde al proyecto el Barça, el Atlético de Madrid, cinco equipos más de la Premier League -el Liverpool, el Manchester City, el Arsenal, el Chelsea y el Tottenham- y tres de la Serie A -el Inter, el Milan y el Juventus-. En cambio, no se han postulado tan claramente (no han sellado el documento que garantizaría su implicación) los grandes clubes de Francia y Alemania -PSG y Bayern Múnich-, a pesar de que también se espera que formen parte de la competición por ser equipos de la élite futbolística continental.

El expresidente azulgrana Josep Maria Bartomeu también fue uno de los grandes impulsores del proyecto, tal como él mismo se encargó de recordar en su discurso de despedida cuando dimitió: “Puedo anunciar que ya hemos aprobado los requerimientos para formar parte de una Superliga europea. La decisión de jugar la competición tendrá que ser ratificada por la próxima asamblea”. Durante la campaña electoral, el nuevo presidente, Joan Laporta, preguntado por la cuestión, afirmó que es un tema que se tendría que estudiar pero no se opuso a ello. “Estamos abiertos a la Superliga, que nos expliquen el proyecto con detalle para tomar una decisión. Lo que sea generar más ingresos es bienvenido, pero queremos conocer el proyecto en profundidad antes de decidir”, expuso en enero.

El Barça, uno de los "clubs fundadores"

Tres meses después, el club blaugrana ha hecho público un comunicado este lunes por la mañana donde se autoproclama "club fundador" de la nueva Superliga. "Los clubes fundadores esperan mantener conversaciones bien pronto con la UEFA y la FIFA con el fin de buscar las mejores soluciones para la Superliga y el conjunto del fútbol mundial", indica el Barça, que añade que la competición empezará "lo más pronto posible".

Desde el punto de vista de los equipos fundadores, la Superliga permitirá que "los mejores clubes y jugadores puedan competir entre ellos de manera más frecuente" y aseguran que la pandemia ha puesto sobre la mesa la necesidad de cambiar el modelo económico del fútbol europeo: "La pandemia ha revelado que una visión estratégica y un enfoque comercial son necesarios para aumentar el valor y las ayudas en beneficio de la pirámide del fútbol en su conjunto. En los últimos meses se ha mantenido un diálogo intenso con los órganos de gobierno del mundo del fútbol sobre el futuro de las competiciones europeas. Los clubes fundadores creen que las soluciones propuestas por los reguladores no resuelven las cuestiones fundamentales, que pasan por la necesidad de ofrecer partidos de mayor calidad y para obtener recursos financieros adicionales para el mundo del fútbol".

"El FC Barcelona, fiel a su historia y su liderazgo en el marco del fútbol europeo, se posiciona una vez más como club líder a la hora de liderar los grandes cambios que requiere el mundo del fútbol y siempre pensando en el máximo beneficio para el Club desde el punto de vista deportivo, institucional y económico", concluye el comunicado de la entidad blaugrana, que añade que la intención de los clubs fundadores es crear también una Superliga femenina, una vez se haya puesto en marcha la masculina.

Amenaza a Barça, Madrid y Atlético

Ante el apoyo de Madrid, Barça y Atlético a la iniciativa, el presidente de la Liga, Javier Tebas, no tardó ayer en compartir mediante las redes sociales el comunicado de la UEFA y calificó a los impulsores del proyecto de “gurús embriagados de egoísmo e insolidaridad”. Tampoco se abstuvo de recordar que “tanto la UEFA como el conjunto de ligas de Europa y la Liga” llevan “tiempo trabajando en este momento” para plantar guerra a los clubes que optan por la Superliga. Dicho de otro modo: Tebas amenazó a Barça, Madrid y Atlético de dejarlos fuera de la Liga. En este sentido, la UEFA fue tajante en su comunicado: “Como ya ha anunciado anteriormente la FIFA y las seis federaciones, a los clubes en cuestión se les prohibirá jugar en cualquier otra competición en el ámbito nacional, europeo o mundial, y se podría denegar a sus jugadores representar a sus equipos nacionales”.

La guerra está abierta. Pero, ¿en qué consistiría la Superliga europea que tanto quieren los grandes clubes de Europa y que tanto miedo provoca a la UEFA? En resumen, la idea de los clubes sería juntarse en una gran liga continental que contaría con unos 15 equipos fundadores -y cinco clubes más con la condición de invitados- que se jugaría en dos vueltas (con partidos entre semana) y con una fase final de eliminatorias, siguiendo un formato similar al de la Euroliga de baloncesto. Y, básicamente, serían los propios clubes los que definirían cómo se gestiona y se explota la gran partida económica de los derechos televisivos de una competición pensada en una mentalidad totalmente global.

El proyecto hace temblar tanto a la UEFA -sería el fin de la actual forma de la Champions- como a las ligas estatales -el interés decaería porque los grandes equipos priorizarían la Superliga-. Tanto el primer ministro británico, Boris Johnson, como su homólogo francés, Emmanuel Macron, mostraron su rechazo a la Superliga.

El comunicado íntegro de la UEFA:

La UEFA, la Federación Inglesa de Fútbol y la Premier League, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y LaLiga, y la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) y la Lega Serie A han sabido que algunos clubes ingleses, españoles e italianos pueden estar planeando anunciar la creación de una llamada Superliga cerrada.

Si esto sucediera, deseamos reiterar que nosotros, la UEFA, la FA inglesa, RFEF, FIGC, la Premier League, LaLiga, Lega Serie A, pero también la FIFA y todas nuestras federaciones miembro, seguiremos unidos en nuestros esfuerzos para detener este cínico proyecto, un proyecto que se fundamenta en el interés propio de unos pocos clubes en un momento en el que la sociedad necesita más que nunca la solidaridad.

Consideraremos todas las medidas a nuestro alcance, a todos los niveles, tanto judiciales como deportivos, para evitar que esto suceda. El fútbol se basa en las competiciones abiertas y el mérito deportivo; no puede ser de otra manera.

Como ya anunciaron la FIFA y las seis federaciones, los clubes en cuestión no podrán jugar en ninguna otra competición a nivel nacional, europeo o mundial, y sus jugadores podrían verse privados de la oportunidad de representar a sus selecciones nacionales.

Agradecemos a los clubes de otros países, especialmente a los clubes francés y alemán, que se han negado a inscribirse. Hacemos un llamamiento a todos los amantes del fútbol, seguidores y políticos, a que se unan a nosotros en la lucha contra este proyecto si se anunciara. Este persistente interés propio de unos pocos ha estado ocurriendo durante demasiado tiempo. Ya está bien.


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