Barça

Todos los caminos llevan a Xavi

Según ha podido saber el ARA, el Barça ha abierto negociaciones con el actual técnico de Al-Sadd

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Xavi Hernandez

BarcelonaLos caminos del Barça y Xavi Hernández se acercan cada vez más. Seis años después de haber abandonado el club para ir a jugar (y después a entrenar) al Al-Sadd de Qatar, el egarense ya ha abierto conversaciones con Joan Laporta y Mateu Alemany para estudiar convertirse en el entrenador del primer equipo a partir de este mismo verano. Según ha podido confirmar el ARA, Xavi y el mandatario tienen agendada una reunión durante los próximos días para empezar a definir las condiciones con las que volvería a Barcelona, porque su intención es contar con su equipo de trabajo y tener control sobre áreas que ahora mismo funcionan en paralelo al cuerpo técnico, como la de metodología y los servicios médicos. Con Alemany también ha mantenido conversaciones sobre la planificación de la plantilla, que vive pendiente de aspectos tan fundamentales como la continuidad de Leo Messi, que acaba contrato el 30 de junio y todavía no ha comunicado claramente si quiere renovar o no.

Las negociaciones entre el Barça y Xavi se están llevando con toda discreción para respetar los tiempos y sobre todo la figura de Ronald Koeman, que tiene contrato hasta 2022 y genera consenso en cuanto a su aportación en una temporada muy complicada. Aún así, los movimientos han llegado al vestuario, que espera novedades antes de afrontar la Eurocopa y la Copa América y de empezar las vacaciones. El ARA ha trasladado la información a varios estamentos del club, que no han querido confirmar nada. Xavi, en este caso a través del canal Deporte 3, tampoco ha admitido los contactos con la junta azulgrana. Ambas partes quieren desaparecer del foco y no condicionar a Koeman y a su staff en los dos partidos ligueros que quedan.

A pesar de que Al-Sadd anunció miércoles la ampliación de Xavi hasta 2023, lo que lo llevaría a completar cuatro campañas en el banquillo del conjunto, el exjugador del Barça tiene una cláusula para poder irse cuando el club de su vida lo reclame. Ahora ya se ha dado esta condición, de forma que Al-Sadd no podría oponerse a la voluntad del entrenador y solo cobraría una pequeña cifra simbólica como compensación por la rescisión del contrato. A falta de músculo económico para poder reclutar jugadores de primer nivel como Haaland y Neymar, la solución de Laporta para ilusionar a la parroquia a corto plazo pasaría por el retorno de Xavi, una apuesta que el expresidente Bartomeu estuvo a punto de cerrar en enero de 2020 después de perder la Supercopa de España en Jiddah (Arabia Saudí), una derrota que precipitó el adiós de Ernesto Valverde. El vallesano se reunió con el exsecretario técnico, Éric Abidal, y el antiguo CEO, Òscar Grau, para hablar del retorno, pero el acuerdo a media temporada no cristalizó.

Patrimonio de la entidad

Aquella negativa comportó la llegada de Quique Setién, que no solo no mejoró las prestaciones del equipo, sino que pasó a la historia como el entrenador del 2-8 contra Bayern. El naufragio de Lisboa llevó a Bartomeu a fulminar al cántabro, a quien el club todavía debe el despido, y a reclutar a Koeman, que renunció a la selección neerlandesa para aceptar el difícil reto de dirigir un Barça atrapado entre la decadencia y la transición, con Messi dispuesto a irse por la puerta trasera y la urgente necesidad de liberar masa salarial. A pesar de las dificultades de partida y después de un mal inicio de temporada, el héroe de Wembley ha recuperado las constantes del equipo, ha promocionado a jóvenes como Pedri, Dest, Araujo e Ilaix Moriba y ha ganado una Copa del Rey de manera brillante. Pero la mejorable gestión de los partidos, la incapacidad a la hora de competir con los grandes rivales, la poca fe en el juego de posición, los expedientes sin resolver de casos concretos en el vestuario y la trayectoria errática de las últimas semanas debilitan su legado.

Laporta y Koeman comieron hace algunos días en un restaurante de Barcelona para analizar los males resultados de los últimos partidos y escenificar normalidad a pesar de las escasísimas opciones de éxito en la Liga. No trascendieron los detalles concretos del encuentro, pero sí que se aseguró que la velada había sido cordial. “Ha ido muy bien, muy buen ambiente”, decía el presidente a la salida, rodeado de periodistas. No dijo nada más, mientras esquivaba micrófonos y cámaras para subir al coche. Hermetismo absoluto. Aun así, Laporta sabía que un sector importante de la junta le reclama un cambio de rumbo en el banquillo para poner en marcha un nuevo ciclo. Su voz era una de las más partidarias del trabajo de Koeman, pero todo apunta que acabará cediendo al criterio mayoritario. No le importa que Xavi, a pesar del silencio en campaña, lo tuviera todo ligado con el excandidato Víctor Font antes de las elecciones del 7 de marzo. Tiene claro que el excapitán es patrimonio de la entidad y que ya está preparado para dar el salto definitivo al banquillo del Camp Nou.

Koeman defiende el cargo

Mientras tanto, y con el equipo virtualmente descartado de la lucha por una Liga de la cual se ha dimitido con los resultados de las últimas jornadas, Koeman encaró la previa de la penúltima cita del calendario como una oportunidad para reivindicar su trabajo y agotar las opciones de continuar en el banquillo azulgrana. “Para cualquier entrenador es importante, para trabajar, tener la máxima confianza del club. Si es así, puedo continuar y quiero continuar. Estoy contento, creo que el camino que estamos haciendo merece ser continuado durante la temporada que viene. Hablaremos con el presidente cuando se acabe la temporada. Se tiene que analizar todo el curso. No es justo que hace unas semanas todo pareciera que iba bien y ahora todo sean críticas”, planteó el entrenador en la rueda de prensa previa a la visita del Celta al Camp Nou. Unas palabras que se pueden interpretar como un dardo a Laporta, que en ningún momento ha asegurado en público que Koeman se sentará en el banquillo el próximo curso.

El técnico, que también afirmó sentirse “maltratado” por las críticas que ha recibido de la prensa los últimos días, defiende que tiene el apoyo del vestuario. “Y no siempre es fácil, porque están los titulares y también los jugadores que juegan menos. Soy un entrenador que dialoga. Hablo con los jugadores y, si alguien tiene algún problema, sabe que puede venir a hablar conmigo. También soy un entrenador que piensa en el club. Ahora he dejado a Mingueza que vaya con el B. El jugador ha querido ayudar al filial, que se juega subir de categoría”, va valorado el neerlandés, que a menudo se defiende recordando que está ayudando a construir un “Barça de futuro”.

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