Persona que no me conoces de nada, no me llames 'guapa'
Entro en una tienda de telefonía móvil para comprar un cable para mi teléfono. Elijo, pago y ya me lo suelta: "Gracias, guapa". Le digo que el guapa no hace falta y me mira mal. Una tía borde, debe de pensar. Encima que soy amable. Entro a comprar en el súper y otro hombre me dice lo mismo a la hora de pagar. Y también una mujer en un bar. Y otro hombre más en un restaurante. Y así en un no parar de guapas. No tiene nada que ver con mi aspecto físico. Ni con el de cualquier otra mujer. Porque nos pasa a todas. Intento no hacer caso. Intento pensar que es eso, un gesto de amabilidad. Que si me quejo es un acto de talibanismo político-correcto ido de la olla. Que no hace falta ser Donald Trump cargándose todo el pensamiento progresista, pero que la gente lo dice con buena intención y tampoco es necesario ser una integrista de los gestos y las palabras.
Pero soy así y el tema me pincha y sigo pensando en ello. Decido pasarle el filtro "yaloshombresqué". Un filtro que me funciona a la hora de valorar ciertas conductas que implica observar si a los hombres se los trata igual o si se les pide lo mismo y compararlos. Claro, sin sorpresa alguna, descubro que a ellos no les dicen guapo cuando compran en el súper, pagan en el bar y restaurante, tienen un breve diálogo en cualquier caja de pago de cualquier establecimiento comercial o a la hora de hacer mil y una gestiones. Y mira que hay hombres guapos.
Porque claro, esto no va de belleza. Esto va de un automatismo que tenemos integrado, tanto que ni nos damos cuenta, según el cual a las mujeres se nos elogia por el físico y a los hombres por la inteligencia, la fuerza o el liderazgo. O por la amabilidad. De hecho, en este tipo de momentos cotidianos no se les dice nada. Un gracias y ya está. Porque no hace falta más. Porque quien se nos dirige no nos conoce de nada y no tiene por qué tomarse esa libertad... atención, atención, atención... SOLO con las mujeres, chicas, niñas.
Ya hace tiempo que tengo el foco puesto en lo que se nos dice a las mujeres para ser amables, para quedar bien, para alabarnos. Y cuando me presentan a una niña me fijo mucho en no decirle "mira qué bonita" y lo cambio por una frase más exacta: "Mira qué espabilada, despierta, etc.". Siempre busco alguna característica que no tenga que ver con su físico. Porque las mujeres estamos hasta los ovarios no, hasta la fontanela ya soldada, de que la mirada de propios y extraños sea hacia nuestro cuerpo. Y ahora que no me vengan los tocanarices de turno a decir que lo que tenemos que hacer es decir lo mismo a los hombres. La igualdad no consiste en hacerles pasar la misma presión estética de mierda. Se trata de quitarnos la losa. Sobre todo a las mujeres, que ya tenemos más que suficiente. Persona que me atiendes y que no me conoces de nada, el guapa te lo puedes ahorrar. Y si te parezco descortés y maleducada, vaya, borde de narices, es tu problema, no el mío.