11%: el encarecimiento de una compra idéntica en el mismo súper en un solo año
La harina es lo que más sube, mientras que solo dos productos de los 25 de la cesta bajan de precio
BarcelonaTodo el mundo ha notado desde hace meses que los precios de productos básicos, como la energía o la alimentación, suben sin freno. Unos incrementos que corrobora mes a mes el índice de precios al consumo (IPC) del Instituto Nacional de Estadística (INE) y que el ataque ruso en Ucrania y los problemas de desabastecimiento han alimentado todavía más.
El ARA ha querido comprobar en primera persona como se está materializando esta subida en la cesta de la compra. Para hacerlo, ha comparado una compra de una familia de cuatro personas de 25 productos hecha en la página web del supermercado de una cadena catalana el 30 de abril de 2021 con la misma compra hecha este miércoles. En la cesta hay productos básicos que se encuentran en cualquier despensa de casa, como por ejemplo leche, pan, lentejas, harina, yogures, aceite, arroz o queso [ved gráfico], y también productos de limpieza y de higiene personal. El resultado es contundente: el 30 de abril de 2021 la cuenta fue de 58,7 euros y el de esta semana ha subido hasta los 65,63 euros. El incremento un año después ha sido del 11,8%.
De los 25 productos, todos se han encarecido excepto dos: el queso rallado, que ha bajado de 1,11 euros a 0,99 euros, y el lavavajillas de marca de distribución, que cae de 2,95 a 2,90 euros. Tres productos más (el papel higiénico, el tomate triturado de marca blanca y el queso tierno también de la marca de distribución) tienen una variación cero. Los productos que más se han encarecido han sido el paquete de kilo de harina de fuerza (68,9%), la harina de repostería (39,8%), el aceite de oliva de dos litros (35,9%) y el pack de leche (22,4%). Por el contrario, los que han notado incrementos de precios más suaves son el activador Neutrex (0,26%) o la cerveza San Miguel (0,15%). 10 de los 25 productos tienen incrementos superiores al 10%.
Más subidas a partir de marzo
Pero, aparte de esta comparativa, el ARA también ha hecho durante este último año el seguimiento de la evolución de precios de algunos de los productos de esta cesta para ver en qué momento empezaban a subir. Concretamente, el seguimiento se ha hecho los meses de abril, agosto y diciembre de 2021 y marzo y finales de abril de este 2022.
El patrón que se repite es que los incrementos más importantes se producen en estas dos últimas medidas. Por ejemplo, en cuanto al paquete de seis cartones de leche semidesnatada de marca blanca, tanto en abril como en agosto de 2021 mantenía el precio, pero a partir de aquí fue subiendo en cada nueva factura hasta llegar a los 4,26 euros de este 27 de abril. El precio de la botella de dos litros de aceite de oliva subió cada mes de seguimiento a pesar de que el salto más importante lo dio de marzo a abril de este año, cuando llegó a los 9,49 euros. ¿El motivo? El aceite ha sido uno de los productos que más se han encarecido desde que empezó el ataque ruso contra Ucrania, porque este último país es uno de los principales productores de aceite de girasol de Europa y el conflicto bélico ha ocasionado problemas de abastecimiento de este tipo de aceite y, de rebote, del de oliva.
La subida de los precios de la alimentación que, según el INE, se ha registrado en Catalunya entre abril de 2021 y marzo de 2022 (el dato de abril no se publicará hasta mediados de mayo) es del 6,3%, un dato muy inferior al 14% de incremento de esta compra tipo si se excluyen los productos que no son de alimentación. "Es muy difícil hacer una cesta representativo", explica José García Montalvo, catedrático de economía aplicada en la UPF. Lo que es preocupante –explica el profesor– es que está subiendo lo que se conoce como inflación subyacente, que es la que calcula las variaciones de precios sin tener en cuenta los de la energía y los alimentos frescos, "porque se está llegando a un punto en el que las empresas ya no pueden aguantar más y las que no lo han hecho están repercutiendo el aumento de precios en los clientes".
Para cambiar este alza sin freno, según Montalvo, hay dos posibles caminos: "Conseguir un pacto de rentas en el que los empresarios no suban precios y tampoco se incrementen los salarios, lo que actualmente parece muy complicado, o entrar en una recesión económica que haga que baje en picado la inflación". Pero, lógicamente, esta última solución afectaría al mercado laboral, entre otros.