Muere Josep Ferrer, el gran patriarca de Freixenet
El empresario de Sant Sadurní d'Anoia impulsó el crecimiento de la compañía cavista durante varias décadas como máximo ejecutivo
BarcelonaJosep Ferrer Sala, copresidente de honor de Freixenet y principal artífice de la expansión internacional de la marca y del cava, falleció a los 99 años, según informó este miércoles en un comunicado la compañía vitivinícola.
Nacido en 1925 en Sant Sadurní d'Anoia (Alt Penedès), Ferrer trabajó durante siete décadas en Freixenet, la compañía que habían fundado sus padres nueve años antes de su nacimiento. Así, se incorporó a la compañía en 1947 cogiendo el relevo de su madre, Dolors Sala, y de sus tres hermanas, Pilar, Carme y Dolors Ferrer, tras la muerte de su padre, Pere Ferrer, y un hermano más mayor en la Guerra Civil. Posteriormente asumió la dirección general en 1949, hasta que en 1978 fue nombrado presidente.
Su paso al frente de Freixenet supuso el mayor periodo de expansión de la marca, que se convirtió en la compañía de vino espumoso líder en España. En estos años, modernizó y amplió el área de producción y la bodega del grupo en la sede de Sant Sadurní, además de impulsar las ventas tanto en el mercado estatal como, sobre todo, en el extranjero, hasta convertir a Freixenet en la marca de cava con más botellas vendidas en todo el mundo. Dentro de esta estrategia de expansión destacó la compra de bodegas en otras partes de España y en países como Estados Unidos, Argentina, Francia, México y Australia.
También fue bajo su dirección que Freixenet inició agresivas campañas de marketing y publicidad, especialmente en Navidad, la época de más ventas del cava. En este ámbito, destacan sobre todo los anuncios televisivos con famosos de renombre mundial y las modelos –siempre mujeres– llamadas burbujas. Muchos de estos anuncios los dirigió el publicista y fotógrafo de la gauche divine Leopoldo Pomés. Entre los protagonistas de los anuncios hubo famosos como Liza Minnelli, Gene Kelly, Shirley MacLaine, Paul Newman o Meg Ryan. Además diversificó los productos de la marca con cavas como Carta Nevada o Cordón Negro.
Durante su etapa como máximo ejecutivo del grupo se creó la Denominación de Origen Cava por la presión de los productores franceses, que eran contrarios a dejar utilizar el nombre de champán en los vinos espumosos producidos fuera de la región de la Champaña .
Fuentes del sector consultadas por el ARA recuerdan que Ferrer fue "un fuera de serie al que le gustaba mucho su trabajo y lo conocía mucho". Estas voces afirman que Ferrer heredó de la familia una bodega, y que fue él quien la convirtió en "un monstruo internacional". El empresario fue una figura muy respetada en la familia a pesar de las disputas internas entre distintas ramas.
Negociaciones con Henkell
En 1999 Ferrer se retiró como presidente y dejó paso a la siguiente generación de su familia. Uno de sus cuatro hijos, Pedro Ferrer, es el actual coconsejero delegado y vicepresidente de la marca.
A pesar de la jubilación, sin embargo, mantuvo la vinculación con el grupo empresarial familiar como copresidente honorífico y miembro del Consejo de Sabios. Además, pese a su avanzada edad, tuvo un papel destacado en las negociaciones con la multinacional vitivinícola alemana Henkell, que desembocaron en la compra de una mayoría de las acciones de Freixenet por unos 220 millones de euros en 2018, según el comunicado.
Ferrer también colaboró con organizaciones sin ánimo de lucro, especialmente del mundo de la cultura y el arte, como el Liceo, el Palacio de la Música, el MNAC, el Macba o el club de hockey sobre patines CE Chica Freixenet. También promovió la Orquesta Sinfónica Freixenet en la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Entre los premios recibidos destaca la Cruz de San Jorge en 1987, el premio Juan Lladó al mecenazgo cultural de 1998 y el Premio Reino de España a la trayectoria empresarial, que le entregó en persona el rey Felipe VI en 2015.