Alud de peticiones de ayudas para el autoconsumo eléctrico
Particulares y empresas piden al Govern casi un 19% más de los recursos disponibles
El fin del denominado impuesto al sol fue el pistoletazo de salida que disparó el autoconsumo fotovoltaico en Catalunya. Después de años de atonía, el número de instalaciones y, de rebote, la potencia instalada han aumentado claramente. Este crecimiento empezó en los hogares, pero se ha extendido de manera clara a los sectores productivos, sobre todo la industria y también el comercio.
Para fomentar el autoconsumo, las administraciones han aprobado líneas de ayudas. Un total de 660 millones de euros para todo el Estado. En Catalunya se han asignado poco más de 112 millones, a través del Institut Català de l'Energia (Icaen). Una dotación del todo insuficiente, porque la demanda se ha elevado hasta 133 millones de euros, más del 18% de la disponible. Pero las cifras globales esconden que en algunos programas en concreto la demanda casi ha duplicado el presupuesto asignado. “El autoconsumo es una de las inversiones más rentables que se pueden hacer hoy”, admite la directora general del Icaen, Marta Morera, que apunta que los particulares y las empresas que disponen de este tipo de instalaciones “no tienen tantos problemas con la factura".
Se ha producido la “tormenta perfecta” para disparar la demanda de estas ayudas, explica Joan Barfull, director de la comisión de sostenibilidad de la patronal Pimec. La escalada del precio de la energía en los últimos meses ha creado “un momento idóneo” para los sectores productivos para poner en marcha sistemas de autoconsumo. El representante de la patronal explica que el autoconsumo puede llegar a abastecer hasta un 45% del consumo de la electricidad de algunas empresas. Esto, en un momento con los precios disparados, lo hace muy atractivo.
Además, Barfull explica que estas ayudas son a fondo perdido, lo cual las hacen “muy interesantes para las empresas”. De hecho, la bolsa de ayudas la aprobó el Idae (organismo del gobierno español) el julio del año pasado, y la Generalitat, a través del Icaen, publicó las convocatorias en diciembre. Es decir, en muchos casos los fondos se han agotado en menos de dos meses.
En España el número de instalaciones de autoconsumo se ha duplicado en 2021, según la patronal fotovoltaica Unef. "Las nuevas regulaciones y los altos precios de la electricidad han impulsado el aumento”, explica José Donoso, director general de Unef, que hace un resumen muy claro: “Los particulares se han dado cuenta de que su dinero está mejor en el tejado que en el banco”.
Interés de las empresas
Los particulares se han lanzado a captar ayudas, pero también las empresas. En el sector servicios se han presentado solicitudes para nuevas instalaciones por valor de 30 millones de euros, frente a un presupuesto de 22 millones. En el caso de los otros sectores productivos, como la industria, las solicitudes para nuevas instalaciones casi han duplicado el presupuesto de 30 millones de euros. En este caso quedan casi 29 millones de euros en lista de espera. En el caso del sector residencial, las administraciones públicas y el tercer sector, la lista de espera todavía es más grande. Con un presupuesto de poco más de 34 millones de euros, las solicitudes recibidas suman más de 68 millones.
De todos los programas, los que han pinchado son el de las ayudas a sistemas de almacenamiento en instalaciones ya existentes y el programa de ayudas a las placas térmicas (no fotovoltaicas) del sector residencial. La esperanza, ante toda esta sobredemanda de ayudas, es que el Idae aumente la dotación en los programas o traspase a Catalunya recursos de otras comunidades que no se hayan agotado.