El impacto de la pandemia

El gobierno español prevé aprobar el aumento de las ayudas directas a las empresas en marzo

El Eurogrupo decidirá en verano cómo empezar a retirar los estímulos

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La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, con el comisario de Economía , Paolo Gentiloni.

BruselasDespués de meses con la economía en cuarentena, gobiernos e instituciones europeas tienen claro que este 2021 "tiene que ser el año de la recuperación". Así lo ha repetido unas cuantas veces este lunes la vicepresidenta española, Nadia Calviño, antes de la videoconferencia con el resto de ministros de Finanzas de la Eurozona. Una reunión en que han abordado una de las principales preocupaciones que pueden complicar la recuperación: el posible alud de quiebras empresariales. Es un dolor de cabeza compartido por las grandes economías europeas y que el gobierno español quiere tratar de prevenir a partir de marzo, cuando prevé tener aprobada la ampliación de las ayudas directas a pymes y autónomos que está terminando.

La puesta en marcha de este paquete de ayudas llegará justamente cuando Bruselas ya tiene previsto presentar sus propuestas para empezar a retirar los estímulos y reactivar las normas fiscales (las que fijan el límite de déficit y deuda). El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha explicado que los gobiernos europeos empezarán a necesitar la guía para diseñar los presupuestos del 2022. "Ya hemos dejado claro que se mantendrá la suspensión de las normas fiscales este 2021, pero la pregunta es ahora: ¿qué pasa con 2022?", ha dicho. Países como España presionan para reformar las normas fiscales y flexibilizarlas, porque consideran que normas como el límite del 60% del déficit público ya no son realistas después de la pandemia. El debate, sin embargo, es anterior al coronavirus, cuando el crecimiento de la eurozona empezaba a flaquear y ganaban volumen las voces partidarias de la inversión pública. Pero los gobiernos más ortodoxos también presionan para poner fin a la barra libre de gasto y empezar a controlar de nuevo déficit y deuda. Los ministros del euro lo decidirán en verano.

En este contexto, España busca aprobar nuevas medidas. Calviño anunció hace algunas semanas que, después de que la Comisión Europea hubiera modificado el marco legal para facilitar las ayudas de estado a las empresas, el gobierno español también daría más capacidad a los instrumentos puestos en marcha durante la pandemia para fortalecer la red de seguridad para pequeñas y medianas empresas y autónomos. "Estamos intentando identificar las empresas que eran viables antes de la pandemia y aquellas que han visto la solvencia debilitada a consecuencia de la caída de la actividad", ha explicado. España ya ha solicitado la ampliación temporal de este marco en Bruselas y está a la espera de la luz verde. Por eso se espera que la aprobación llegue en marzo, a pesar de que se puede alargar hasta finales de mes.

La semana pasada, fuentes europeas explicaban que el grueso de pymes con que contaba la economía española la hacía especialmente vulnerable al riesgo de quiebras empresariales porque tienen menos capacidad de reacción. La misma fuente constataba que el gobierno español había dado menos ayudas directas que otros a las empresas y por eso daba la bienvenida al anuncio de ampliar esta vía y, por ejemplo, prever la opción de condonar la deuda contraída con aval del ICO (el Instituto de Crédito Oficial) durante la pandemia. Pero Calviño ha defendido que España ha concedido más ayudas que la media europea, un 5% de ayudas directas y un 15% de indirectas en forma de avales, por ejemplo.

España mantiene conversaciones con Bruselas para terminar el plan de reformas que presentará en Bruselas y que le tiene que dar acceso a más de 140.000 millones de euros entre ayudas directas y créditos baratos. De estas, ya ha presupuestado 27.000 millones y unos 10.000 llegarán a finales de verano en forma de prefinanciación.

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