El banquero más resiliente de las finanzas catalanas

Barcelona"Dan un valor malo, no dan prima de control y las sinergias son complicadas por las medidas de competencia y las establecidas del gobierno español. Esta opa, que nació muerta, sólo queda que la entierren los accionistas", decía Josep Oliu, presidente del Banc Sabadell, hace poco más de un mes. Y ahora se ha demostrado que el banquero catalán estaba en lo cierto. Josep Oliu pasará a la historia del Sabadell –que tiene 144 años de historia– como el hombre que, junto a su consejero delegado, César González-Bueno, logró detener el embate del BBVA. Y en medio de la opa también devolvió a Catalunya la sede social de la entidad, que había trasladado a Alicante en el 2017, tras el referendo del 1-O.

Josep Oliu (Sabadell, 1949) es un banquero de raza y con mucha experiencia. Lleva 35 años al frente del banco, primero como consejero delegado y después como presidente. Un par de años atrás, cuando se le preguntaba si pensaba dejar el cargo, contestaba: "No tengo ninguna intención de dejar la presidencia mientras el consejo crea que es necesaria mi presencia". Oliu ha comandado el banco, que en los últimos años ha crecido pero que también sufrió un fuerte descalabro en bolsa, del que se ha acabado rehaciendo.

Licenciado en económicas por la Universidad de Barcelona, ​​hizo el doctorado en la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, y por eso se le conoce como uno de los minesotos, un grupo de prestigiosos economistas que estudiaron en este centro. También es catedrático en excedencia de teoría económica en la Universidad de Oviedo. Josep Oliu hizo de profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona y también fue asesor del Banco Mundial, del ministerio de Economía y de la Generalitat.

Sustituto de su padre

Profesionalmente, pasó por una de las instituciones por las que pasaron también prestigiosos directivos catalanes: el Instituto Nacional de Industria (INI), del que fue director de estudios y estrategia, y luego director de planificación. En 1986 se incorporó al Banc Sabadell como secretario general técnico, y en 1991 fue nombrado consejero director general, sustituyendo a su padre, un histórico del banco, Joan Oliu i Pich.

En 1999 Josep Oliu accedió a la presidencia del Sabadell. Desde ese cargo lideró la salida a bolsa del banco y salió adelante su crecimiento con integraciones como el Banco de Asturias, el Atlántico, el Urquijo, la CAM o el británico TSB (que recientemente se ha vendido en el Santander). Pero también ocurrió por malos momentos, con la crisis financiera y una acción que cayó a mínimos en el 2010, cuando costaba poco más de 20 céntimos de euro.