El secreto mejor guardado de Josep Oliu
El regreso de la sede del Banc Sabadell a Cataluña se trabajó con discreción desde diciembre
BarcelonaA sus 75 años Josep Oliu ha preparado durante los últimos meses una de las jugadas más importantes de su vida. El veterano financiero, que lleva un cuarto de siglo al frente del banco de su ciudad, dedicó el otoño a dar vueltas a una idea que, de hecho, nunca había abandonado: el regreso de la sede del Banc Sabadell a Catalunya. El plan encajaba con la estrategia de defender a la entidad de la opa por parte del BBVA, que podría suponer el fin de la centenaria historia de un banco que también había dirigido su padre.
Para funcionar, el plano tenía un elemento principal: la discreción total. Y una única falla: una gestión que debía llevarse a cabo.
Según ha podido confirmar el ARA de fuentes del municipio vallesano, una única institución podía haber adivinado antes de Navidad que el Sabadell devolvía su sede a Catalunya. Era la Feria de Sabadell, que recibió una llamada antes de las vacaciones navideñas para reservar un espacio los fines de semana del 20 o el del 27 de marzo. Quien hacía la llamada era el Banc Sabadell. El motivo, celebrar "un gran acto". Este acto es la junta general de accionistas, que según la ley sólo puede realizarse donde una empresa tiene su sede.
Fue la única pista que dejó Oliu. Pasó desapercibida.
A la vuelta de fiestas, un reducido grupo de directivos fueron informados de la noticia. Y la semana que se iniciaba el 13 de enero empezó a correr internamente, tanto entre directivos como en el consejo. Incluso, según ha podido saber el ARA, se fijó una fecha, la del 29 de enero, para celebrar el consejo que aprobara la decisión. A inicios de esta semana, Oliu y el consejero delegado, César González-Bueno, multiplicaron las gestiones para explicar la noticia. Las fuentes consultadas explican que avisaron a cerca de una veintena de instituciones, incluidos los reguladores bancarios, el gobierno español, el catalán, el valenciano y otras autoridades políticas. Pero lo sabía demasiada gente y la indiscreción fue inevitable; elABC publicaba el martes la exclusiva. Al día siguiente, 22 de enero, el consejo del banco confirmaba por unanimidad la decisión. No hubo celebración y sí contención en las formas, pensando en territorios como Alicante.
El factor político
La decena de fuentes consultadas para realizar este artículo señalan que el aspecto político ha sido clave. El aspecto político, por supuesto, relacionado con la opa. "Todavía debía jugarse la carta de la catalanidad del banco", apunta un veterano financiero. "En el Sabadell no son ángeles del cielo y conocen perfectamente la política", explica otra voz, en referencia al regalo que supone ese cambio de sede para Pedro Sánchez y Salvador Illa y cómo esto puede influir en las decisiones que debe tomar Competencia . "En un tema tan delicado como una opa, mejor si tienes alineados grupos como Junts o ERC, siempre puede ayudarte", añade otro banquero. "Por el momento de la opa, éste era el momento de poner toda la carne en la parrilla", apuntan desde una de las grandes instituciones económicas catalanas.
El consenso respecto a la necesidad de blindarse de la opa del BBVA es absoluto entre las fuentes consultadas. Pero la idea de devolver la sede venía de muy lejos. "Estaba latente desde hace siete años", explican fuentes financieras, en referencia al traumático adiós del Sabadell el 5 de octubre del 2017, cuatro días después del 1-O. "No debemos olvidar que la salida se hizo por necesidad, pero con pesar", añade.
"Todo el mundo lo quería, y Oliu más que nadie, por su padre, por su familia, por la ciudad, que no olvidemos que le caían las lágrimas con la salida", recuerda una fuente conocedora de esos hechos. Otra fuente confirma esta versión, y apunta que en los últimos tiempos de Jaume Guardiola como consejero delegado del banco ya se había hablado de la cuestión, que se veía como un gran tanto comercial que sería muy aplaudido en Cataluña.
Otras voces recuerdan que cuando en los meses anteriores a la opa del BBVA el Banc Sabadell sondeó la posibilidad de comprar Unicaja, se habló de otras opciones para la sede: moverla de Alicante en Málaga, o incluso en Madrid.
¿Efecto llamada?
El empresariado catalán no oculta cierto optimismo respecto a la posibilidad de que tras el Banc Sabadell vuelvan otros domicilios sociales que se perdieron durante el Proceso. "La orden de marchar tiene implicaciones que conllevan la operativa: si tienes un tema laboral, tienes que ir a magistratura allá donde tienes la sede, y eso son gastos", explica un influyente empresario. Esta voz apunta a que el retorno de todos los grandes acabará produciéndose, aunque justo después del Sabadell nadie se ha sumado. "Ahora silban, es normal, porque a las empresas debes dejarlas tranquilas y que decidan; la presión no ayuda", explica otra fuente.
Pero para ello hay que sentirse fuertes, lo que en el caso del Banc Sabadell ya ocurre. "Lo verá en los próximos días, con los resultados, los dividendos; el banco va como una moto y si no nos sintiéramos tan fuertes quizás no habríamos devuelto la sede ahora", dice una voz cercana a la entidad. Otro empresario sitúa un factor psicológico en el regreso. "Para Oliu, eso es parte del legado que quiere dejar: la sede, en Catalunya".
Todo ello deja un único pero y un único ay en el corazón, que tiene que ver, claro, con la opa. "Me alegra mucho el regreso, pero temo que el regreso de la sede del cuarto banco de España pueda ser por solo un año", reflexiona un empresario. "Y si la opa estuviera totalmente controlada, esto no lo habrían hecho".