CRÒNICA

"Lo que vendamos ahora lo dejaremos de vender en diciembre"

Poca afluencia de compradores en los comercios de Barcelona a pesar de los descuentos

Mònica Bernabé
2 min
Una botiga a Barcelona aquest divendres amb un cartell a l'aparador que anuncia els descomptes del 'black friday'

BarcelonaLas tiendas de la calle de Sants, en Barcelona, lucían carteles en los escaparates esta mañana. En unos se leía "Black Friday", en otros simplemente "Ofertas" con las letras muy gordas y algunos anunciaban precios tan rebajados que atraerían a cualquiera. También había comercios que incluso habían decorado la entrada con un globo de color negro para llamar la atención. Pero ni aún así. La gente pasaba de largo. Aunque fuera Black Friday y la calle de Sants sea una de las vías comerciales más largas de Europa, este viernes por la mañana apenas se veían clientes en las tiendas.

"El día de hoy me ha decepcionado", confesaba Darwin Cunalata, que esperaba detrás del mostrador a que alguien se dignara a entrar en la zapatería Coturno, de la cual es encargado desde hace cuatro años. Todos los artículos tenían un descuento del 30%, un 10% más que en el Black Friday del año pasado. "Hay más descuento porque quiero sacar stock, todos los artículos son de temporada", justificaba. Pero en toda la mañana, decía, solo había hecho ocho ventas y ya estaba casi por lanzar la toalla: "Yo creo que por mucha oferta que haga, no venderé nada. La gente tiene miedo. No sale. Solo hay que ver la calle".

En la calle, justo al lado de la zapatería Coturno, hay un local cerrado con un letrero en la fachada que dice "Se alquila". Dos locales más allá hay otro también con la persiana bajada. "Espero que mañana sea el día fuerte de ventas", se mostraba un poco esperanzado Albert Sospedra, que es propietario de uno de los comercios más antiguos de la calle de Sants, la sastrería Sospedra, que abrió en 1919, hace más de un siglo, y todavía aguanta. Con todo, el hombre no confiaba que el Black Friday los salvase de la catástrofe provocada por la pandemia: "Lo que vendamos ahora lo dejaremos de vender en diciembre y en la campaña de Navidad". O sea, que solo servirá para engañar el hambre.

"Compraré por internet"

Esther Sánchez salía este mediodía con una bolsa en la mano de una tienda Pull&Bear, también en la calle de Sants. Andaba con paso ligero porque, se justificaba, se había escapado del trabajo un momento para ir a comprar. "Ni recordaba que era el Black Friday. He ido a comprar hoy porque necesitaba una cosa para mi hijo, que se le ha quedado pequeña. Pero ahora que lo dices, sí que aprovecharé para comprar esta tarde, pero por internet", contestaba sin dejar de andar.

En cambio, Alba sí que recordaba perfectamente que hoy es Black Friday. Este mediodía estaba en la Fnac de Plaça Catalunya comprando un móvil: "El que tenía se rompió la semana pasada y he esperado hasta hoy para aprovechar la oferta". De hecho, la sección de móviles, tabletas y ordenadores de la Fnac era uno de los pocos lugares donde esta mañana sí que había un cierto movimiento de clientes. A pesar de todo, nada del otro mundo. Porque hoy es Black Friday, pero de verdad: un viernes negro para el comercio.

stats