La campaña del ministerio de Consumo para reducir el consumo de carne comienza una nueva pelea dentro del gobierno español

Una nueva pelea se ha instalado dentro del gobierno español, esta vez con el sector agroalimentario de telón de fondo. Todo ha empezado cuando el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha colgado un vídeo en el que recuerda que el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen especialmente de las macrogranjas, y que un kilo de carne de vaca requiere 15.000 litros de agua. El vídeo forma parte de una campaña en la que se quiere sensibilizar sobre el consumo de carne roja en España y la necesidad de un cambio de hábitos para hacer más sostenible el planeta, pero también "por una cuestión de salud", ha defendido el ministro.

Las críticas a la campaña, sin embargo, no han tardado en llegar y las primeras lo han hecho desde dentro del gobierno español. El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha calificado la campaña de "errónea". En una entrevista en la cadena SER, Planas ha apuntado que "el sector cárnico está siendo objeto de críticas profundamente injustas y merece un respeto". El ministro de Agricultura también ha transmitido que Garzón no les había avisado del inicio de la campaña, un hecho que desde el ministerio de Consumo han reconocido. Horas después, ha sido el mismo presidente español, Pedro Sánchez, de viaje en Lituania, quien se ha posicionado de forma explícita desautorizando Garzón: "A mí donde me pongan un chuletón en su punto... es imbatible".

El sector cárnico estalla

A pesar de que después Garzón ha matizado sus palabras asegurando que el debate no quería defender "dejar de consumir carne, sino hacerlo a los niveles que recomienda la ciencia, entre 200 y 500 gramos semanales", no han faltado tampoco las críticas por parte del sector cárnico y ganadero. Para la Unió de Pagesos, la campaña "no es un patinazo". "No es adecuado que el ministro haga un vídeo tendencioso. Hay que generar este debate desde una óptica técnicamente sólida, no solo mirando los inconvenientes, sino también los aspectos positivos, nutricionales y económicos", defiende el responsable del sector ganadero del sindicato, Jordi Armengol.

A su vez, el presidente de la asociación empresarial cárnica ANAFRIC, José Friguls, ha hecho público un comunicado en el que pide una "rectificación pública" del ministro de Consumo y condena sus palabras. "¿Cómo puede ser que una persona que representa al gobierno de España tenga una venda a los ojos y no defienda un sector que ha estado en la primera línea durante la pandemia y que ha sufrido como nadie las consecuencias del covid-19?", se pregunta.

Un debate complejo

La pelea entre ministros ha acabado eclipsando lo que es un debate complejo, sobre todo en España, donde la industria cárnica significa el 22,2% del sector alimentario, con casi 100.000 trabajadores; por lo tanto, el debate de un cambio de hábitos no solo es nutricional y ambiental -por el impacto climático-, sino también económico. El hecho, sin embargo, es que los niveles de consumo de carne en España son de los más altos de Europa y, como recoge el Plan España 2050, del mismo gobierno español, "son entre dos y cinco veces superiores a los recomendables".