Coche eléctrico

Cargar un coche eléctrico es un 135% más caro que hace un año

El aumento del precio de la luz, incluso en las horas valle, eleva la factura unos 257 euros anuales por cada 10.000 kilómetros recorridos respecto al precio de ahora hace un año, según un informe de la OCU

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Un Smart eléctrico durante el proceso de carga

Un informe del Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pone sobre la mesa que el aumento de precio de la electricidad durante el último año ha afectado a los vehículos eléctricos y al coste anual que supone recargarlos.

El informe presentado por la OCU toma como referencia el precio de la electricidad en las horas valle (es decir, desde las doce de la noche hasta las ocho de la mañana durante los días laborables y a cualquier hora los fin de semana) y el coste en la factura de la luz que supondrían las cargas necesarias en el caso de un conductor o conductora que acumule unos 10.000 kilómetros anuales con su coche eléctrico. Siguiendo estas dos variables, el informe concluye que la factura total por cargar el vehículo eléctrico en estas condiciones este 2021 será de unos 447 euros, ante los 190 euros que costó la electricidad necesaria para recorrer 10.000 kilómetros con un vehículo eléctrico urbano hace ahora un año.

En este supuesto no se incluye el precio de la electricidad si tenemos que cargar el vehículo en un punto de recarga rápida de una autopista o autovía, a pesar de que se apunta que algunas redes han incrementado sensiblemente el precio del kWh. Por ejemplo, recorrer unos 10.000 kilómetros usando la red Ionity este pasado mes de septiembre supondría un coste de 1.652 euros, hasta tres veces más de lo que cuesta recargar en un enchufe doméstico durante las horas valle y superando con creces los cerca de 1.000 euros que costaría hacer los mismos 10.000 kilómetros con un coche de combustión tradicional.

Con todo, la OCU aconseja sustituir los vehículos de combustión tradicionales por nuevos eléctricos, puesto que “son menos lesivos para el medio ambiente y mejoran la calidad del aire en las grandes ciudades”.

Según apunta la OCU, comprar un vehículo eléctrico sale a cuenta a partir del cuarto año de la adquisición, cuando el precio superior respecto a uno de gasolina equivalente empieza a estar amortizado. Ahora bien, la OCU apunta que el progresivo incremento en el precio de la luz ha hecho atrasar este umbral de amortización hasta los cuatro años, mientras que con los precios de la electricidad del año pasado el umbral a partir del cual la compra de un coche eléctrico salía rentable era de solo dos años y medio.

Por último, el informe de la OCU también recoge la mejora de la vida útil de las baterías, que ya superan con creces los 8 años de garantía que prometen los fabricantes, y también elogia el menor impacto u huella ecológica de los vehículos eléctricos modernos gracias al proceso de reciclaje, que permite dar una segunda vida a gran parte de los materiales empleados en su fabricación.

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