China y EEUU se encuentran en Londres para enderezar las negociaciones sobre aranceles

Desde que se acordó la tregua de noventa días en Ginebra, Pekín y Washington se acusan de violar las condiciones establecidas

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, este lunes en Lancaster House, en Londres.
09/06/2025
3 min

LondresLas delegaciones comerciales china y estadounidense se han reunido este lunes en Londres para abordar una serie de nuevos conflictos que han sacudido las relaciones bilaterales, y que amenazan a la frágil tregua arancelaria que acordaron el 13 de mayo, en Ginebra, tras una escalada de aumento de aranceles que se habían impuesto mutuamente en una guerra comercial creciente, a partir del llamado día de la liberación de Donald Trump, cuando comenzó su guerra comercial y la imposición de tasas a las importaciones.

El nuevo encuentro, que ha tenido lugar en Lancaster House, a menos de trescientos metros del palacio de Buckingham, se ha producido cuatro días después que el presidente, Donald Trump, hablara por teléfono con su homólogo chino, Xi Jinping. "La llamada ha durado aproximadamente una hora y media y ha dado como resultado conclusiones muy positivas para ambos países", dijo Trump. Sin embargo, esta noche se desconoce si de la nueva reunión de los dos equipos negociadores ha habido efectos positivos.

En todo caso, los analistas sólo esperan que, en el mejor de los casos, el terreno de juego quede como se estableció en Ginebra y se prepare el escenario para futuras rondas de conversaciones, con suficientes puntos en común. El objetivo real es, pues, restablecer el marco para unas negociaciones. Ya que quedan sólo dos meses para que acabe la tregua de noventa días que ambas partes pactaron cuando redujeron sus aranceles. Son conversaciones muy complejas que no pueden resolverse en unas pocas reuniones. Se trata de volver a generar impulso y mantenerlo.

Porque desde que acordaron la tregua, tanto Estados Unidos como China han intercambiado acusaciones encendidas sobre restricciones al comercio de semiconductores avanzados que alimentan la inteligencia artificial, las tierras raras –vitales para fabricantes de coches y otras industrias– y sobre posibles vetos a que los indus- trios.

El secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, que no tomó parte en el encuentro de Ginebra, se ha unido a las conversaciones de Londres. Algo que, según algunos analistas, sugiere al menos la disposición de EEUU a escuchar las preocupaciones de China sobre los controles en la exportación. Uno de los ámbitos en los que China tiene ventaja es en la minería y el procesamiento de tierras raras, esenciales no sólo para la automoción sino también para una amplia gama de productos, desde robots hasta equipamiento militar.

Desde abril el gobierno chino obliga a los productores a obtener una licencia para exportar siete tipos de tierras raras. La consiguiente escasez ha puesto en alerta a los fabricantes de automóviles de todo el mundo, también en Estados Unidos. A medida que se agotaban las reservas, algunos temían tener que detener la producción. Trump, sin mencionar explícitamente el asunto de las tierras raras, cargó contra China en las redes sociales: "La mala noticia es que China, aunque no sorprenda a algunos, ha violado totalmente su acuerdo con nosotros", escribió el pasado 30 de mayo.

La roca en la faja de Pekín

El sábado el gobierno chino indicó que estaba abordando estas preocupaciones, también expresadas por empresas europeas. En un comunicado el ministerio de Comercio informó de que ya se habían aprobado algunas solicitudes y que "se seguirá reforzando la aprobación de aquellas que cumplan la normativa". Justamente, la roca en la faja de Pekín a la hora de negociar la rebaja de aranceles con la Casa Blanca puede ser el de las tierras raras.

Por otra parte, aunque el asunto de los visados ​​de estudiantes no suelen formar parte de las negociaciones comerciales, el anuncio de EEUU de que empezaría a revocar a los de algunos estudiantes chinos añadió una nueva espina a la relación. Y el Ministerio de Comercio chino sacó el tema cuando la semana pasada se le preguntó por la acusación de que China había violado el consenso alcanzado en Ginebra. Desde Pekín se afirmó que EEUU había incumplido el acuerdo al establecer nuevas directrices de control a la exportación para los chips de IA, al prohibir la venta de software de diseño de chips en China y al anunciar que revocarían visados ​​a estudiantes chinos. "Estados Unidos ha provocado unilateralmente nuevas fricciones económicas y comerciales", afirmaba un comunicado colgado en la web del ministerio.

Durante el curso académico 2023-2024, más de 270.000 estudiantes chinos estudiaron en Estados Unidos. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, había declarado el 28 de mayo que Estados Unidos "revocaría a los visados ​​de estudiantes chinos, incluidos aquellos con vínculos con el Partido Comunista Chino o que estudien en campos considerados críticos".

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