Energia

Las claves del plan de choque contra los precios de la energía

Los técnicos de Hacienda cifran en 1.400 millones de euros públicos la bonificación de los carburantes

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La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en rueda de prensa posterior al consejo de ministros de este martes.

MADRIDEl consejo de ministros de este martes ha dado luz verde a una batería de medidas para hacer frente al choque económico, en especial a la espiral alcista de los precios de la energía -la luz y los carburantes- y que la guerra en Ucrania ha alimentado todavía más. Ahora bien, el problema del incremento de los precios ya se arrastraba desde antes por el efecto base -hace un año el escenario era completamente diferente-, los cuellos de botella y los problemas con la cadena de suministro.

Por eso, de todos los bloques que incluye el plan y que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este lunes, el más importante es el energético, si bien todavía mantiene detalles para definir y necesitan el aval de la Comisión Europea.

Tope al gas

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha detallado que el ejecutivo negocia a tres bandas, es decir, con Portugal y Bruselas, para poder enviar el documento con las propuestas que afecten a la Península Ibérica esta semana. En rueda de prensa posterior al consejo de ministros de este martes, Ribera ha confirmado que se están compartiendo cifras sobre cuál tiene que ser el límite del precio del gas, de forma que su encarecimiento actual no salpique el resto de tecnologías que forman parte del mercado mayorista y que son más económicas, como las renovables o la nuclear.

"Lo que está claro es que será mucho más bajo que [el precio] actual. Es importante explicar qué cifra se elige y esto requiere un trabajo técnico. Cuanto más bajo sea el precio que Bruselas considera que puede avalar, mejor para nosotros", ha reiterado Ribera. La ministra de Transición Ecológica ha recordado que el precio del gas ha estado normalmente a unos 20 euros el MWh, mientras que en 2021 escaló hasta los 50 euros MWh y actualmente está a unos 120 euros.

Una vez determinado el tope, las centrales de ciclo combinado, o de gas no podrán vender el gas por encima de este tope y se las compensará para cubrir la diferencia con el precio real del combustible.

La luz, a dos escalas

Otra de las fórmulas que España quiere plantear a Bruselas pasa por vender la electricidad a Francia a un precio normal. Se fijará el precio de compraventa del día sin límite, a un precio que determinará el tipo de energía que se intercambia. Después se fijará otro precio para España y Portugal teniendo en cuenta el tope sobre el precio del gas que se acabe decidiendo. Esto permitirá que esta tecnología, que es la más cara, no salpique de forma desorbitada el resto de energías, como por ejemplo las renovables, que son más baratas, y rebajar así el precio de la factura de la luz.

Beneficios caídos del cielo

Hasta este lunes por la noche, los dos socios del gobierno de coalición, PSOE y Unidas Podemos, estaban negociando cómo reforzar el decreto que recorta los llamados "beneficios caídos del cielo". Finalmente, el ejecutivo ha modificado la medida, en vigor desde septiembre del año pasado, que recorta los “beneficios caídos del cielo” de algunas compañías y lo ha reforzado.

Ribera ha detallado que la minoración, es decir, el "recorte" de las ganancias extraordinarias, no afectará a los contratos ya firmados y tampoco será retroactiva, como marca la Unión Europea. Este recorte se aplicará sobre los contratos nuevos a través de un tope. Es decir, si hasta ahora las compañías fijaban el precio de un contrato en función de lo que determinaba el mercado de futuros, ahora no podrán hacerlo por encima de un umbral "razonable", que será los 67 euros/MWh. El objetivo es que las compañías reduzcan sus beneficios extraordinarios. Así, el gobierno recortará los beneficios de las empresas que firmen contratos por encima de este precio, dinero que se destinará "directamente al consumidor", explican fuentes del ministerio de Economía .

El encarecimiento del gas se traslada directamente a la factura de la luz que pagan los consumidores, y el de los carburantes, como el gasóleo, al bolsillo, hechos que están provocando una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, que han visto cómo los salarios se mantienen estables -a la espera del acuerdo entre sindicatos y patronales-. Por eso, en gran parte, el plan de choque del ejecutivo de Sánchez busca poner remedio, empezando por la energía.

1.400 millones por los carburantes

Los técnicos del ministerio de Hacienda cifran en 1.400 millones de euros públicos la bonificación de los carburantes. La partida forma parte de los 6.000 millones en ayudas directas y rebajas fiscales que incluye el plan de choque. Una cifra a la que hay que sumar los 473 millones que asumirán las empresas petroleras (de los 20 céntimos por litro bonificado, 5 céntimos recaen sobre ellas), según los técnicos de Hacienda. El cálculo se desprende de acuerdo con las estadísticas de consumos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petroleros (CORE) y teniendo en cuenta los 20 céntimos por litro que se bonificarán entre abril y junio para toda la población.

El gobierno español bonificará los carburantes con 20 céntimos por litro en toda la población y se aplicará cuando los consumidores llenen el depósito a la gasolinera. El ejecutivo espera que sea la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) quien controle que las gasolineras no se aprovechan de las bonificaciones de 20 céntimos para subir el precio del carburante que vienen, después de constatar que hay estaciones donde los precios están subiendo antes de que entre en vigor la medida, según han detallado fuentes del ejecutivo de Pedro Sánchez.

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