UE

La UE y EEUU, a punto de cerrar un acuerdo: 15% de aranceles en los productos europeos

La Comisión Europea presenta a los Estados miembros un principio de acuerdo con la Casa Blanca a la espera del visto bueno de Trump

BruselasLa Unión Europea y Estados Unidos están a punto de llegar a un pacto y evitar la guerra comercial. La Comisión Europea ha presentado este miércoles a los estados miembros del bloque europeo un principio acorde con la Casa Blanca, según ha avanzado el Financial Times y confirman fuentes diplomáticas al ARA. La letra pequeña del entendimiento aún no se ha cerrado, pero se trataría de un pacto similar al que Estados Unidos y Japón firmaron este martes. Es decir, se aplicaría un 15% de aranceles a los productos europeos.

Este gravamen general, sin embargo, supondría una consolidación de lo que realmente ya está aplicando Estados Unidos a las empresas comunitarias. A estas alturas, Washington aplica ya un 10% general a todas las importaciones europeas, una tasa que se sumaba al 4,8% que anteriormente la administración estadounidense ya aplicaba. Por tanto, en la práctica, los gravámenes de EEUU sólo incrementarían en dos décimas porcentuales. Sin embargo, las mismas fuentes diplomáticas advierten de que falta el visto bueno de Donald Trump y recuerdan que no sería la primera vez que el presidente de Estados Unidos da marcha atrás a última hora.

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Hace menos de dos semanas, Bruselas y los estados miembros aseguraban que ya tenían a tocar un acuerdo comercial con la Casa Blanca. Finalmente, el magnate neoyorquino envió una nueva carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que le amenazaba con la aplicación de unos nuevos aranceles del 30%. Por este motivo, las fuentes diplomáticas advierten que, hasta que no esté en el saco y bien atado, no quieren dar en ningún caso el acuerdo por cerrado, y menos con Trump y teniendo en cuenta los precedentes.

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Sea como fuere, habrá que ver cómo queda la letra pequeña del acuerdo y si, tal y como pedían algunos estados miembros, se harán excepciones con algunos sectores concretos, como el del automóvil o el químico. "Esto está por resolver", apuntan fuentes diplomáticas.

La UE se prepara para el peor escenario

La Comisión Europea se mantiene optimista y confía en cerrar un acuerdo. Ahora bien, también quiere estar preparada para el peor escenario y pretende tener contramedidas en la recámara por si Trump acaba haciendo estallar la guerra comercial de nuevo. "Aunque nuestra prioridad son las negociaciones, nos preparamos paralelamente para todos los resultados", asegura el portavoz de Comercio del Ejecutivo comunitario, Olof Gill.

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En estos momentos, Bruselas tiene guardadas en el cajón dos listas de aranceles que puede aplicar en cualquier momento contra Washington, pero este miércoles ha anunciado que propondrá a los estados miembros unificarlas. El objetivo de la Comisión Europea es que sus potenciales "contramedidas" sean "más claras, sencillas y contundentes", según informa el propio portavoz de Comercio. En cualquier caso, los países europeos tomarán una decisión sobre el planteamiento de Bruselas este jueves y las nuevas tasas de aduanas contra los productos estadounidenses entrarían en vigor a partir del 7 de agosto, aunque el plazo para cerrar un acuerdo que acordaron la UE y EEUU es el 1 de agosto.

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Bruselas calcula que el primer listado afectaría a transacciones entre las dos potencias por un valor de 21.000 millones de euros y la segunda lista de productos, por uno de 72.000. Con esta ley, la Comisión Europea pondría en la diana elementos simbólicos de EE.UU. incluye algunos productos agroalimentarios, de higiene personal, ropa y, entre otros, los aviones Boeing. Más allá de los listados, la Comisión Europea también tiene en el cajón lo que se conoce como el instrumento anticoacción. Se trata de una medida a través de la cual la UE, de forma urgente y por la vía rápida, puede incrementar los impuestos de aduanas, restringir las importaciones o exportaciones, excluir a algunos países de participar en licitaciones públicas y, entre otras acciones, suspender obligaciones internacionales en materia de propiedad intelectual, lo que afectaría especialmente a las grandes tecnológicas estadounidenses.

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Según fuentes diplomáticas, la opinión general sobre la aplicación de este instrumento "ha cambiado" y ahora parece que los Estados miembros estarían "dispuestos" a aplicarlo en caso de que Trump no firme un acuerdo antes del plazo establecido. El único país que se habría mostrado favorable a ponerlo en marcha de "modo inmediato" es Francia, que es uno de los estados que más han plantado cara a la Casa Blanca en la guerra comercial.