Todas las concesiones de peajes catalanas piden una prórroga para compensar la crisis del covid

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àlex Font Manté
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Todas las empresas que tienen concesiones de autopistas y autovías otorgadas por la Generalitat de Catalumya han solicitado formalmente un alargamiento de los contratos como compensación por el descenso de tránsito como consecuencia del estado de alarma entre los meses de marzo y junio. Un decreto del ministerio de Transportes ha habilitado las empresas concesionarias a hacer esta petición. Si cumplen las condiciones, la concesión se les alargará el mismo tiempo que duró el estado de alarma: es decir, tres meses y una semana.

Las autopistas catalanas propiedad del gobierno español ya pidieron la prórroga, tal y como avanzó el ARA. Pero ahora se ha sabido que las concesionarias de las doce carreteras propiedad de la Generalitat también han pedido el alargamiento del contrato. El departamento de Territori no ha querido confirmar cuándo tomará una decisión, a pesar de que reitera que su voluntad es no alargar los peajes más de lo que esté obligada a hacer legalmente. Hace tiempo que Territori querría implantar un modelo de viñeta en toda Catalunya: para circular por las carreteras se tendría que pagar obligatoriamente.

De las doce carreteras de la Generalitat con un contrato de concesión, hay seis que tienen un peaje explícito (con barrera) y seis más que tienen lo que se llama un peaje en la sombra. Esto significa que los usuarios no pagan directamente sino que lo hace la administración según el número de coches que hayan pasado por ellas. En algunos casos los contratos de concesión se acaban muy pronto: en concreto, el próximo 31 de agosto. Por ejemplo los peajes de la C-32 (Barcelona-Mataró-Palafolls) y la C-33 (Barcelona-Montmeló), dos autopistas que se adjudicaron en 1967, en pleno franquismo, y que desde entonces siempre han tenido peaje.

Las concesiones catalanas están en manos de cuatro empresas, entre las que destacan Abertis y Cedinsa. La primera es la gran gestora de peajes en Catalunya a través de filiales como Túneles de Barcelona, Invicat y Aucat, y controla los Túneles de Vallvidrera, el Túnel del Cadí, la C-33 entre Barcelona y Montmeló y la C-32 en los tramos Castelldefels - El Vendrell y Montgat - Palafolls. En el caso de Cedinsa, es la reina de los peajes en sombra y tiene el Eix Transversal, la C-16 entre Manresa y Berga, la C-35 entre Maçanet y Playa de Aro y la C-17 entre Vic y Ripoll.

Además, como concesión de peaje explícito también está Autema, controlada por Ferrovial y que gestiona la autopista entre Sant Cugat y Manresa. Finalmente, como gestora de peajes en sombra está Iridium, controlada por un fondo británico y que cuenta con el Eix Diagonal y la autovía entre Reus y Alcover.

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