El congreso del móvil sin móviles
Así ha sido la primera jornada del Mobile
Ni un dispositivo nuevo. Solo las chinas Huawei y ZTE exponen algún teléfono en un rincón de sus estands. La única marca que ha estrenado aparato es Samsung, y todavía por vía telemática y centrándose en el software: el próximo reloj Galaxy Watch ya no usará el sistema operativo propio Tizen sino una nueva variante de Android para relojes. Será el primer fruto de una alianza entre Samsung y Google en la que también participará Fitbit, y que aspira a disputarle a Apple el liderazgo de la electrónica que se lleva en la muñeca.
5G por mar, por tierra y por bajo tierra. En el estand de Orange te puedes poner un visor de realidad virtual y coger el timón para tripular desde l'Hospitalet de Llobregat una barquita que navega por el puerto de Valencia, mediante una red 5G experimental de la operadora francesa que tiene una latencia inferior a los cinco milisegundos. El autobús lanzadora de TMB que une la Fira de Gran Via con la de Montjuïc ofrece información turística en unas pantallas embarcadas conectadas a la red 5G de Telefónica. En el estand de la Generalitat se puede ver cómo una operadora de emergencias coge vía 5G el control remoto de un coche que simula encontrarse en medio de un incendio en la carretera. Y si vais al MWC con los Ferrocarrils de la Generalitat, disfrutaréis de cobertura 5G de Vodafone en todo el trayecto entre Plaça Espanya y Europa Fira, además de un gigabit por segundo y sin que la conexión se corte.
Telecos europeas preocupadas. La ponencia inaugural a cargo de las operadoras marca el tono de cada edición del MWC. En esta ocasión, los responsables de GSMA han confirmado el interés de la industria en seguir haciendo negocio conectando a la humanidad, especialmente la parte que tiene cobertura pero todavía no les ha contratado ningún servicio. Por la ausencia de las telecos yanquis, y más allá de la intervención del presidente del gigante China Mobile, el acto ha tenido un cariz marcadamente europeo, con los máximos responsables de Telefónica, Orange y Deutsche Telekom reiterando su habitual queja por el uso que los servicios norteamericanos de internet hacen de sus redes sin compartir con ellas los beneficios. La novedad es que han avisado de que sin fuertes inversiones de los estados en infraestructuras, la 5G y sus beneficios tardarán en llegar fuera de las grandes áreas urbanas y los lugares donde haya bastante industria como para justificar nuevos despliegues de red.