"Al ritmo actual, tardaremos 40 años más en tener el 40% de mujeres en puestos directivos"

BarcelonaEl número de mujeres en los consejos de administración y en los cargos de alta dirección de las empresas catalanas mejora, pero todavía está lejos de la paridad. De hecho, aunque la tendencia va al alza, "si seguimos el ritmo de los últimos tres años, todavía tardaremos 40 en llegar al 40%" que marca la ley. Ésta es una de las principales conclusiones del informe Presencia de mujeres en consejos de administración y cargos directivos en las empresas de Cataluña, elaborado por el Observatorio Mujer Empresa y Economía de la Cámara de Comercio de Barcelona.

El estudio, actualizado con datos recientes para incluir la ley de paridad española, vigente desde agosto de este año, determina que las empresas del Ibex son las que están más cerca de cumplirlo, ya que por lo general ya cumplen en el consejo, pero que todavía no es suficiente. La norma estatal, de hecho, traspone la directiva europea y la amplía a sociedades no cotizadas, colegios profesionales, entidades públicas y jurados, y obliga a tener paridad en los consejos de administración, pero también en la alta dirección, cosa que la diferencia del resto de directivas europeas, que sólo incluyen los consejos de administración.

Los datos evidencian que, desde 2020, las empresas catalanas y españolas han sido reacias a cumplir las recomendaciones del Código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en materia de igualdad de género. Ahora, sin embargo, la Unión Europea ha puesto en marcha una directiva que establece que las sociedades cotizadas deben llegar obligatoriamente al 40% de mujeres consejeras no ejecutivas o un 33% del total, ejecutivas o no ejecutivas, en 2026, lo que hace pulsar el acelerador a un cambio de cultura empresarial inminente y necesario.

Las cifras

La radiografía de la situación en las grandes empresas catalanas es optimista, pero insuficiente: sólo hay un 18,8% de consejeras y un 25,3% de directivas, una mejora de 1,6 puntos en tres años. Según la economista y directora de la ODEE Carme Poveda, "hay que avanzar más rápido, ya que si seguimos a este ritmo, tardaremos 40 años más hasta llegar al 40%", asevera en una conversación con el ARA.

El sector público es más cumplidor, pero tampoco llega a lo que dicta la regulación: 31,9% de mujeres frente al 64,8% de hombres. En palabras de Poveda, sin embargo, "las más preocupantes son las empresas no cotizadas de interés público, porque éstas no están obligadas por ley a cumplir con la paridad y en Catalunya hay unas 3.400". "Si con estas 3.400 empresas lo lográramos, estaríamos transformando todo el tejido empresarial y la cultura en el sentido de paridad, sería un antes y un después", asegura la experta.

Asimismo, en cuanto a la brecha salarial, el economista asegura que se está reduciendo poco a poco, pero lo que se ve "es que en los lugares de alta dirección esta brecha se amplía porque hay gran parte del sueldo que depende de los bonus", detalla Poveda.

El valor de las cuotas

"La valoración general es que hemos avanzado muy despacio, que en los últimos tres años la presencia femenina haya aumentado sólo 1,6 puntos es insuficiente", recalca Poveda, quien considera que las cuotas que instauran las leyes "permitirán avanzar más deprisa" en el camino hacia la paridad. "Está demostrado que los países que tienen cuotas cumplen más y mejor", asevera la experta.

Según apunta, las cuotas no van en detrimento de la formación o los méritos, y, de hecho, defiende que "la presencia de mujeres en MBAs y en formación de alta dirección es cada vez más alta, pero lo que falta es impulsarlas". Además, el estudio evidencia que la mayor parte del talento femenino se encuentra en la base piramidal, con mujeres con formación universitaria, pero a medida que se sube en la pirámide hacia los cargos directivos, en la dirección general y el consejo de administración se reducen hasta cifras que no alcanzan el 20%.

Para la directora del ODEE, "la receta es cambiar la mentalidad dentro de las empresas, hacer formación en términos de género y cumplir con los planes de igualdad también está yendo muy bien". Y añade: "La clave es que las compañías entiendan que es muy importante incorporar talento femenino a los puestos de liderazgo". Para Poveda, la nueva regulación "más que una obligación, es una oportunidad: las empresas tienen mucho tiempo para prepararse y son cada vez más conscientes de la necesidad de aprovechar el talento femenino que tienen en sus organizaciones".