La economía catalana creció en verano más de lo anunciado inicialmente

El impulso a la actividad fue del 1,3% y provino sobre todo de la inversión empresarial

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La fuerte inversión de las empresas en bienes de equipación es uno de los elementos que explican el crecimiento del PIB catalán al tercer trimestre.

BarcelonaLa economía catalana creció durante los meses de verano más de lo que se había calculado inicialmente. El Idescat, la agencia estadística de la Generalitat, ha revisado al alza la tasa de crecimiento del producto interior bruto (PIB), el indicador que mide la actividad económica, para el tercer trimestre del 2021. La mejora registrada por el Idescat es notable: según el adelanto de los datos publicado el 5 de noviembre, la economía catalana creció un 0,7% entre los meses de julio y septiembre, una cifra que el ente estadístico sitúa ahora en el 1,3%. Sin embargo, la revisión también ha afectado, en este caso negativamente, al crecimiento intertrimestral del segundo trimestre, que se ha corregido en una décima y pasa del 3,3% al 3,2%. Así pues, la economía catalana cerró el mes de septiembre con un nivel de actividad un 4,7% inferior al de finales del 2019, el último trimestre antes del estallido de la pandemia.

La inversión fue lo que más aumentó, con un incremento interanual del 8,4%. De manera desglosada, la inversión empresarial en bienes de equipación y otros activos se incrementó un 14,2%, mientras que la inversión inmobiliaria solo lo hizo un 1,7%. La demanda interna, concretamente el consumo de las familias, fue un 3,2% superior que un año atrás, una cifra que representa una moderación en comparación con el segundo trimestre, cuando se disparó un 21,9% en comparación con el mismo periodo del 2020, cuando la actividad económica se paró por los confinamientos más estrictos. En cuanto al gasto público, aumentó un 2,6%.

El saldo exterior también registró un crecimiento positivo, del 0,4% en relación con el tercer trimestre del año pasado, a pesar de que el saldo con el exterior se mantuvo sin cambios, lo cual significa que el saldo exterior de la economía catalana con el resto de España fue positivo. El gasto dentro del territorio catalán de ciudadanos extranjeros aumentó un 37,8% en comparación con el verano de 2020, gracias a la reactivación del turismo, que fue mayor que un año atrás. Las exportaciones de bienes, en cambio, avanzaron a un ritmo más moderado, del 10%, mientras que las importaciones aumentaron un 12%.

El levantamiento de restricciones impulsa el sector servicios

En cuanto a los sectores, el comercio creció un 12% interanual también como resultado del levantamiento de gran parte de las restricciones a comercios, hostelería, restauración y ocio en general. Lo siguieron, con un 4%, los servicios públicos como la sanidad, la educación y la administración. Las actividades inmobiliarias y profesionales aumentaron un 1,8% y la agricultura un 3,2%.

En cuanto a la industria, que había sido uno de los motores de crecimiento desde el estallido de la pandemia, siguió en su línea ascendente, pero a un ritmo más moderado, puesto que se había recuperado antes de que el sector servicios. Con todo, la actividad industrial se incrementó entre julio y septiembre un 2,7%. La construcción, en cambio, registró un 0,5% de crecimiento en el tercer trimestre.

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