Opinión

Debemos creernos el potencial de Cataluña

El legado de Cataluña para 2044 pasa por la educación y el desarrollo del talento

Imagen de archivo del sincrotrón Alba en Cerdanyola del Vallès.
07/12/2024
3 min

En un contexto global de transformaciones aceleradas, nos encontramos en un momento decisivo para definir el modelo de futuro de Europa y, por extensión, de Cataluña. Así, podemos plantearnos cómo nos imaginamos Cataluña dentro de 20 años. ¿el legado debemos dejar en 2044 a los jóvenes de hoy? Es un ejercicio necesario para empezar hoy la hoja de ruta de futuro. en el Petit Palau el día 12 de noviembre.

El encuentro superó las expectativas tanto desde el punto de vista de contenidos, con ponentes y moderadores de primer nivel, como desde el punto de vista de la participación: más de 500 personas, con perfiles muy cualificados del mundo empresarial, del mundo del conocimiento, del ámbito político y del ámbito social. Se respiró un consenso, expresado en todas las tribunas, pero replantear el país de forma colaborativa, entre todos los actores y desde el orgullo de los activos y las singularidades. futuro. Sólo desde una autoestima colectiva podremos afrontar los retos complejos que tenemos delante.

futuro para avanzar social y económicamente.

El trayecto de la jornada se inició con notas de geopolítica, con la valiosa participación de Peter Sahlas, presidente de la Fundación Trudeau. Su relato estuvo lleno de consignas para la reflexión sobre cómo juega una Europa vulnerable en un terreno de juego entre las superpotencias.

Entender cómo piensan los líderes individuales y por qué toman las decisiones, tener claro que el poder global está cambiando, tomar conciencia de que estamos en un capitalismo de vigilancia tecnológica o la posible escalada de un conflicto nuclear y los conflictos de intel ·ligencia son ideas en las que Sahlas invita a pensar y que nos llevan a la conclusión de que Europa, más que nunca, debe consolidarse, mantenerse unida y entender los riesgos que afronta.

De las mesas de debate, ilustradas de manera brillante por catalanes que han desarrollado y viven su carrera profesional en todo el mundo, extraímos claves de inspiración en ámbitos de competitividad, innovación, proyección exterior y cohesión social por desarrollar la hoja de ruta. Menciono los puntos más importantes.

En primer lugar, conseguir una mayor eficiencia de la administración pública, necesitamos una administración incentivadora, ágil y adaptada al siglo XXI. En segundo lugar, mejorar la productividad a partir de la gestión del talento valorado y remunerado. La formación en IA y su adopción responsable es un factor esencial en el desarrollo económico y social.

En tercer lugar, hay que defender el tejido empresarial como generador de riqueza y sus valores para crecer en dimensión y asegurar las decisiones estratégicas y los centros de poder en Cataluña. También es necesario dotar al país de las infraestructuras adecuadas a la actividad económica global y territorial, que permitan la Cataluña enredada con todos los activos sociales, económicos y de conocimiento, así como asegurar la soberanía energética con renovables.

Hay que posicionar el ecosistema de innovación eficiente y de prestigio, una alianza a largo plazo entre administración pública, empresas, centros tecnológicos y de investigación y las universidades. Y promover la innovación adaptada al entorno, reforzando la financiación pública en innovación, fomentando la creación sostenida de nuevas empresas de base científica y tecnológica y apostando por sectores estratégicos como la física cuántica, la IA y la ciberseguridad.

Hay que promover una sociedad educada, abierta, curiosa y con espíritu crítico poniendo a las humanidades en el centro. Desarrollar un acuerdo sostenido a largo plazo del modelo educativo y desarrollar una FP dual real y de prestigio como motor de desarrollo de talento joven para los retos del futuro. Asimismo, es necesario activar políticas de lengua e identidad cultural como principal herramienta transformadora y de cohesión social, para fortalecer el sentimiento de pertenencia y orgullo colectivo, fundamental para integrar a los recién llegados.

Finalmente, es necesario reflejar los valores de un país dinámico que mira al futuro con confianza y ambición, con Barcelona como capital de Cataluña, que lidera esta proyección como símbolo de creatividad y excelencia.

Como nos decía Sahlas, la carrera ha empezado, también en Cataluña. Y nos lo recordaba Xavier Amatriain, vicepresidente de Google, que cerró el Fòrum, cuando nos interpelaba respecto a la IA. ¿Estamos preparados para el futuro?

Creo que en Cataluña tenemos la oportunidad de liderar una transformación basada en la eficiencia, el talento y la cohesión social. Para proteger el estado del bienestar es necesario promover la colaboración público-privada y equilibrar la balanza de los derechos y deberes que tenemos individualmente frente a la sociedad. Con estas herramientas podemos hacer posible lo que parece imposible y afrontar los retos que se presentan (desequilibrios geopolíticos, inmigración e IA) con garantías de éxito. FemCAT se apunta, ¿te apuntas tú?

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