TRANSPORTE

Al Ebro, donde no hay tren llega un bus centenario

Las carencias del servicio ferroviario en el sur de Cataluña han convertido a la empresa de Tortosa Hife en la alternativa en transporte público

Oriol Gracià
3 min
Al Ebro, donde no hay tren llega un bus centenario

Es lunes por la mañana y para conseguir un billete de bus de Tortosa en Barcelona es necesario esperar al siguiente turno. “El autobús de las diez y cuarto ya está lleno, si quiere le reservo plaza para lo que sale dentro de media hora”, dice la responsable de vender los billetes. En el vestíbulo de la estación de Tortosa hay estudiantes cargados con maletas de ruedas para pasar la semana en la universidad, profesionales liberales con carpeta forrada de piel preparados para una reunión y algún matrimonio, más bien grande, que necesita hacer alguna gestión en el cabeza y casal de Cataluña.

En los últimos años la empresa de autocares Hife no ha parado de ampliar líneas regulares y expediciones que conectan el Ebro con Tarragona, Barcelona, ​​Valencia o Zaragoza, pero incluso así conviene reservar el billete con antelación para asegurar una plaza. La línea hacia la capital catalana ha registrado un importante crecimiento de usuarios en los últimos cinco años, de 220.401 pasajeros en 2016 a 290.238 en 2018 y más de 300.000 el pasado año.

Esto se explica porque en el sur de Cataluña la demanda de transporte público por carretera ha crecido, en buena parte por las carencias del servicio de las líneas ferroviarias. Una necesidad que se arrastra desde hace tiempo, pero que se ha visto agravada desde enero, cuando con la entrada en funcionamiento de la variante de Vandellòs del Corredor Mediterrani, se han reestructurado servicios. El Euromed ya no para en la estación de L'Aldea-Tortosa-Amposta y se han perdido cuatro conexiones con Barcelona. En este contexto, el bus se ha consolidado, por tanto, como una buena alternativa.

“Ofrecemos una quincena de expediciones diarias a Barcelona a precios competitivos, nuestros vehículos son puntuales, seguros y muy cómodos, con butacas regulables, espacio entre asientos, wifi gratuito, y sobre todo tenemos una capilaridad que permite enlazar casi todos los pueblos de las Terres de l'Ebre con Tarragona y Barcelona, ​​pero también el norte de la Comunidad Valenciana y el sur de Aragón”, explica José María Chavarría, máximo responsable de la empresa de autocares Hife.

La puesta en marcha del sistema de abonos -de acuerdo con el departamento de Territorio y Sostenibilidad- permite realizar el trayecto hasta Barcelona por 9,50 euros, mientras que el coste del tren regional haciendo el mismo recorrido es de 12 euros ( o 25 euros en los trenes de larga distancia). La empresa se fundó en 1915 en Benassal, en la comarca valenciana del Alt Maestrat, y en 1971 pasó a manos de la familia Chavarría Ferreres, de Tortosa. “Desde entonces que en la capital del Baix Ebre tenemos la sede y la base principal. Para nosotros es un punto estratégico al quedar equidistante de Barcelona, ​​Valencia y Zaragoza. Además, también tenemos delegaciones en Vinaròs, Amposta, Alcañiz, Caspe, Tarragona, Calafell, Madrid y Zaragoza”, explica Chavarría. A todo esto hay que sumar que las Terres de l'Ebre son un territorio grande pero formado por poblaciones pequeñas y dispersas y, en general, con mala conexión ferroviaria. Esto ha hecho del bus un medio indispensable para moverse cuando no se dispone de coche particular. “El 81% de los desplazamientos en las Terres de l'Ebre son internos y el resto hacia el Maestrazgo -al norte de la Comunidad Valenciana, en el Baix Aragó y y obviamente, en Tarragona y Barcelona-. Hay que realizar esfuerzos de mejora donde realmente se mueve la gente, que está en la movilidad interna”, asegura.

Hife opera en Cataluña, Comunidad Valenciana y Aragón, pero sus líneas también llegan hasta Madrid e Irún, en Euskadi. Además, dispone de un servicio que ha cogido bastante: el que conecta la terminal T1 del aeropuerto de El Prat con muchas rutas desde todo el Ebro como Alcanar o Tortosa, con más de diez frecuencias diarias. Esta conexión, que se puso en servicio en el verano de 2014, se acerca ya a los 50.000 usuarios anuales. El grupo Hife cuenta con una plantilla de 463 empleados que trabajan en siete empresas. Aparte del servicio de bus, la compañía incluye una agencia de viajes, un área de restauración, talleres mecánicos propios y estaciones de servicio y de mantenimiento de vehículos. Globalmente, la alternativa a las deficiencias ferroviarias del Ebro alcanzó unos ingresos netos de 43,4 millones de euros en 2019.

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