Turismo

La herramienta catalana para detectar pisos turísticos sin licencia se extiende por Europa

Talk&Code analiza más de 100.000 anuncios mensuales en plataformas como Booking y Airbnb

El equipo de Talk&Code, junto al consejero delegado, Francesc Serrano, en el centro.
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Estar a punto de comprar un piso, después de haber buscado mucho y hecho malabarismos para llegar a pagar la entrada, pero que la propiedad diga que ya la ha vendido a otro postor. Pero no sólo eso, sino que la inmobiliaria añada que el blog entero se destinará a apartamentos turísticos. Una situación que hoy no sorprendería a nadie, pero que hace más de diez años dejó fuera de juego a Francesc Serrano ya su pareja. Él, que tenía una empresa de desarrollo de software para terceros, llegó a la oficina y puso a los trabajadores a mirar si lo de los pisos turísticos era habitual o sólo había tenido mala suerte.

Volcaron todos los anuncios que encontraron de apartamentos turísticos en un mapa de Barcelona. La sorpresa vino cuando se encontraron con puntos calientes y certificaron que algo ocurría. "No era una percepción, era una realidad", remarca Serrano. Airbnb estaba consolidada en la ciudad, pero no era una plataforma tan conocida como lo es ahora por los vecinos, y no existía una conciencia social como la actual ni una regulación como la que se ha acabado creando, probablemente, cuando el problema ya se había hecho insostenible.

Serrano contactó con el Ayuntamiento de Barcelona, ​​en ese momento gobernado por Xavier Trias, y les ofreció la herramienta que habían desarrollado. Empezaron a trabajar para el consistorio y después también lo hicieron para la Diputació de Barcelona y la Generalitat. Lo que empezó siendo un proyecto piloto se transformó en Talk&Code, una compañía especializada en rastrear digitalmente los apartamentos turísticos que cuelgan plataformas como Airbnb, Booking, Rentalia, TripAdvisor y Vrbo. Su tarea consiste en revisar que tienen licencia y después que es la que les corresponde, y generar la evidencia digital necesaria cuando no es así para que puedan actuar los equipos de inspección. En el caso de detectar anuncios falsos, cada vez más frecuentes y caracterizados porque siempre ofrecen un precio demasiado bueno para ser verdad, avisan a la administración competente para que sea ella quien reclame su retirada en la plataforma.

"Siempre hemos sido neutrales, no decimos que haya buenos o malos, sólo ofrecemos datos para tomar decisiones", dice el fundador y consejero delegado de la empresa. Actualmente, Talk&Code revisa entre 100.000 y 130.000 anuncios mensuales. Desde hace años ya no lo hacen para el Ayuntamiento de Barcelona, ​​pero sí para la Generalitat, que utiliza su sistema desde hace una década para revisar los pisos turísticos de todo el territorio. Además, desde hace un año la administración catalana ha puesto esta herramienta a disposición de cualquier ayuntamiento de forma gratuita, y de momento unos 130 consistorios la han incorporado. Hay casos de éxito como el de Lloret de Mar, que detectó una veintena de apartamentos ilegales y les aplicó una multa de casi medio millón de euros. Con la entrada en vigor del nuevo registro estatal, tienen aún más trabajo por hacer, ya que deben comprobar que los anuncios también lo han incorporado, acompañado del resto de autorizaciones autonómicas y municipales.

Expansión por Europa

La compañía barcelonesa ha ido comercializando su sistema más allá de Cataluña, especialmente en los últimos cinco años. Islas Baleares, Andalucía y Galicia son otras comunidades donde tiene presencia Talk&Code, que también ha exportado su modelo internacionalmente a Reino Unido, Irlanda y Andorra. Ahora acaban de entrar en Italia para colaborar con el Ayuntamiento de Florencia y el gobierno de Malta en la monitorización de su oferta de alojamientos turísticos. "Queremos crear un estándar en el sector que permita que todo el mundo hable el mismo idioma y todo sea más fácil, porque todas las ciudades y países tienen el mismo problema", dice Serrano, consciente también de que cada vez hay más competencia. Su expansión se centra ahora en otras regiones, como Oriente Medio, Sudeste Asiático y Centroamérica.

Con una plantilla de cinco trabajadores y una facturación el año pasado de 400.000 euros, la empresa dedica los beneficios a mejorar su tecnología. Van por la cuarta versión de su software, ahora enriquecido con inteligencia artificial para ayudar a predecir patrones de irregularidades y anticipar cambios en el mercado que puedan generar nuevas zonas con presión turística. En Catalunya hay 105.000 licencias dadas de alta y, tal y como indica Serrano, sólo el 5% de los anuncios que se publican no cumplen con la normativa, "sin ningún municipio con un problema grave". Cuando entran en una ciudad nueva, calculan que existen entre un 30% y un 40% de anuncios que actúan fuera de la ley.

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