Lamine Yamal y la bañera de Otranto
El negocio de venta y restauración de arquitectura antigua nació en 1982 en el Clot, pero no tardó en trasladarse al paseo de Sant Joan
¿De dónde podría sacar una conocidísima marca de zapatillas deportivas una bañera antigua? ¿Por qué la querían? Pues para un anuncio protagonizado por Lamine Yamal. Tenía que meterse dentro. No hay en Barcelona muchos lugares donde alquilar una. Era fácil que encaminaran sus pasos hasta Otranto, en el paseo de Sant Joan entre Córcega y Rosellón. Y sí, allí se produjo el match. Nos lo explican los hermanos Adrià y Sandra Ortega, que desde 2023 están a cargo de este negocio de venta, alquiler y restauración de elementos de arquitectura antigua.
Es un lugar flipante, un espacio inmenso lleno de columnas, puertas y portaladas, balaustres, chimeneas, radiadores, molduras, rosetones, barandillas, rejas, bañeras, lavabos, fregaderos y todo tipo de mármoles y, sobre todo, cantidades ingentes de baldosas hidráulicas. Sí, ya sabéis, las antiguas baldosas de los pavimentos clásicos de los pisos del Eixample. Todo un clásico de la arquitectura catalana que desde hace unos años está de moda y genera un gran poder de fascinación estética a decoradores, interioristas y, en general, a personas con buen gusto. ¿Cuántas tendrán? La cifra oficial son 200.000 unidades. Pero salta a la vista que tendrán muchas más. Da igual, lo importante es que ya hace muchos años que en Otranto se encargan de recuperar este tipo de elementos de rechazo surgidos de escombros y de reformas para contribuir a que alguien les inyecte nueva vida.
Los dos hermanos tienen también otra empresa con la que se ocupan de la restauración de los elementos que recuperan. Hasta hace unos años esto se hacía en el mismo local, pero el ayuntamiento lo prohibió. Lo explica Rosma Barnils, quien hasta el 2023 fue el alma del negocio. Por suerte, la transición hacia los hermanos Ortega implicó dejarlo en buenas manos. Entre los tres y también con Francisco, el padre de Adrià y Sandra –antiguo proveedor de materiales de Rosma– nos dan una clase magistral tanto de baldosa hidráulica como de mosaico Nolla —el de tesela pequeña— mucho más complicado de recuperar y conservar. Si te gusta el tema, en Otranto puedes quedarte hipnotizado.
Los orígenes hay que buscarlos a principios de los años ochenta cuando un grupo de arquitectos y estudiantes de arquitectura se interesaron por organizarse en la tarea de recuperación de materiales de derribo. En 1982 se creó el negocio en el barrio del Clot y desde 1984 están en el actual espacio del paseo de Sant Joan. Rosma fue la persona en la que confiaron para llevar las riendas y comandar el 65% de la sociedad. "La jefa", vaya, dicen los dos hermanos. Hoy, en su nueva etapa, Otranto acoge también otros objetos de decoración y del hogar: luces, cuadros, espejos, grifos, perchas, muebles... También todo tipo de tiradores de puerta, miradores, placas de metal... los complementos de metal de las puertas antiguas, vamos. Todo, trabajo de artesanía antigua que, si al cliente le interesa, también puede reproducirse por encargo gracias a los artesanos y negocios que se dedican a ello.
¿Qué tipo de clientes tienen? Pues, por ejemplo, aquél que se ha comprado una casa y quiere incorporar elementos antiguos de arquitectura o de decoración. Rosma recuerda lo habitual que los viernes por la tarde los clientes pasaran a recoger todo el material comprado para llevárselo a su nueva segunda residencia del Empordà. Hoy, este hábito se ha trasladado al Maresme y también a las casas rurales que requieren ambientación vintage.
También existe el cliente que quiere recuperar elementos que faltan en su casa y que si no pueden ser antiguos, se conforma con reproducirlos con la máxima exactitud posible. Otra opción son decoradores e interioristas que buscan prendas para encargos que tienen entre manos. Y también se da servicio a personas de aquí o visitantes que deseen disponer de un recuerdo auténtico y bonito de Barcelona. ¿Qué vale comprar una sola baldosa hidráulica? 5 euros más el IVA. Una puerta simple puede adquirirse por unos 150 euros. Y si es doble, 280 euros. El precio aumenta si tiene complementos, vidrios, vidrieras o decoración variada. Hoy, el 90% del material que entra en Otranto los compra a sus proveedores de confianza. Antes, era bastante habitual recoger por la calle muchos restos y escombros. Los tiempos cambian.
Es un gusto pasear por los pasillos del local delimitados por rejas de forja, puertas, columnas y el ingente muestrario de baldosas. Es fácil dejarse seducir por el espacio. Así, Otranto ha acogido recientemente shootings de marcas diversas, rodajes y las ideas de todo tipo de gente joven con iniciativa que necesita un espacio bonito y encantador.